Artículos Científicos

LA COMPETITIVIDAD EN MIPYMES DIRIGIDAS POR MUJERES EN LA CIUDAD DE MÉXICO

COMPETITIVENESS IN MICRO-, SMALL AND MEDIUM-SIZED ENTERPRISES (MSME) LED BY WOMEN IN MÉXICO CITY

http://orcid.org/0000-0002-3297-1157 María Luisa Saavedra García
Facultad de Contaduría y Administración. Universidad Nacional Autónoma de México., México

LA COMPETITIVIDAD EN MIPYMES DIRIGIDAS POR MUJERES EN LA CIUDAD DE MÉXICO

Ciencias Administrativas, núm. 15, 2020

Universidad Nacional de La Plata

Recepción: 11 Agosto 2018

Aprobación: 12 Febrero 2019

Resumen: El objetivo de este trabajo consistió en caracterizar los factores que determinan la competitividad de las Mipymes dirigidas por mujeres. Se construyó un cuestionario que fue aplicado a 272 empresarias de la Ciudad de México. Los principales hallazgos son: las empresas dirigidas por mujeres son de tamaño micro, se concentran en servicios y comercio, no cuentan con personalidad jurídica, no utilizan herramientas tecnológicas, pero son capaces de identificar oportunidades de negocios y de impulsarlos con ahorros propios y de familiares, reinvirtiendo las utilidades. Más de la mitad consideran que, si bien sus ingresos son insuficientes, la empresa no está en riesgo.

Palabras clave: competitividad, mipyme, mujer.

Abstract: The objective of this paper was to characterize the factors that determine the competitiveness of micro-, small and medium-sized enterprises (MSMEs) led by women. A questionnaire was designed and applied to 272 businesswomen in Mexico City. The main findings were: companies run by women are micro-sized, they focus on services and trade, and they have no legal personality nor use any technological tools; however, they are able to identify business opportunities and boost their businesses with their own and their family’s savings, reinvesting the profits. More than half of them consider that, although their income is insufficient, their business is not at risk.

Keywords: competitiveness, MSMEs, women.

Introducción

La competitividad es la capacidad de combinar aspectos de calidad, precio, diseño y tiempo de entrega para satisfacer las necesidades de los clientes y eventualmente convertir a la empresa en un eslabón confiable de la cadena productiva de otras que oferten productos similares (Inmujeres, 2009). La importancia de la competitividad radica en que es un elemento fundamental para lograr que una empresa permanezca en el mercado, de ahí la necesidad de estudiarla particularmente en el caso de las empresas dirigidas por mujeres.

Así pues, este trabajo se realizó con el objetivo de caracterizar los factores que determinan la competitividad de empresas micro, pequeñas y medianas dirigidas por mujeres. Para este fin se realizó la recolección de datos a través de un cuestionario directo estructurado a 272 empresarias voluntarias de la ciudad de México.

El desarrollo de este trabajo se divide en tres partes: en la primera se presenta el marco teórico, en la segunda el diseño metodológico y en la tercera el análisis e interpretación de los resultados; por último, se exponen las conclusiones e implicaciones de esta investigación.

Marco Teórico

Escuelas que explican las diferencias en el desempeño de empresas dirigidas por hombres y mujeres

Con respecto a las diferencias en el desempeño de las empresas lideradas por hombres y mujeres, existen dos escuelas (Fischer, Reuber y Dyke, 1993):

  1. 1. Teoría del feminismo liberal, Fischer et al. (1993) sugieren que las empresas dirigidas por mujeres muestran un desempeño pobre a causa de la discriminación que existe contra ellas y/o a causa de otros factores sistemáticos que privan a la mujer de recursos importantes. Con respecto a esto último, Gottschalk y Niefert (2010) afirman que las mujeres carecen de acceso a los recursos relevantes como educación y experiencia en negocios o capital financiero.

    Los estudios que adoptan una perspectiva feminista liberal parecen asumir (implícita o explícitamente) que las empresas propiedad de mujeres muestran un desempeño inferior a las empresas propiedad de hombres y luego se disponen a explicar este bajo rendimiento sobre la base de la discriminación potencial (Ahl, 2006).

  2. 2. La teoría del feminismo social, Fischer et al. (1993) argumentan que el hombre y la mujer son inherentemente diferentes por naturaleza, pero estas diferencias no implican que la mujer necesariamente sea menos (o más) efectiva en los negocios que el hombre, la mujer puede simplemente tener un enfoque diferente de su negocio; coincidiendo con esto, Gottschalk y Niefert (2010) señalan que las mujeres tienen diferentes actitudes y valores y, en consecuencia, adoptan un enfoque diferente para los negocios. Esto implica que las empresas dirigidas por una mujer, pueden tener un buen desempeño, de acuerdo con los parámetros que la propia empresaria establezca (Zolín, Stuetzer y Watson, 2013).

Factores que influyen en la competitividad de empresas dirigidas por mujeres

A continuación, se describen los principales factores que influyen en la competitividad de empresas dirigidas por mujeres:

Factores que influyen en la competitividad de las empresas dirigidas por
mujeres.
Tabla 1
Factores que influyen en la competitividad de las empresas dirigidas por mujeres.
Fuente: elaboración propia con base en los autores citados

Método

Se realizó un muestreo en Mipymes de la Ciudad de México, recolectando los datos a través de un cuestionario directo estructurado. Se tomaron como criterios que el propietario o accionista mayoritario fuera mujer y que contaran con 4 hasta 250 empleados, considerando que la microempresa es la que tiene hasta 10 empleados, la pequeña empresa de 11 a 50 empleados y la mediana de 51 a 250 empleados (de acuerdo con la clasificación señalada en el Diario Oficial de la Federación del 30 de junio de 2009).

Se recolectaron los datos entre los meses de julio a diciembre de 2016, aplicando personalmente el cuestionario a 272 empresarias que voluntariamente accedieron a colaborar con la investigación, en las 16 delegaciones de la Ciudad de México. Se realizó un análisis descriptivo y correlacional.

El cuestionario fue desarrollado con base en las variables identificadas en la revisión de la literatura (Ver tabla 2).

Cuestionario.
Tabla 2
Cuestionario.
Fuente: elaboración propia

En este trabajo se presentará el análisis y resultados de la variable “Competitividad” únicamente.

Resultados

Para efectos de este artículo solo se presentarán los resultados del trabajo de campo que corresponden a la variable competitividad; sin embargo, para contar con un marco de referencia acerca de las empresas y empresarias, se comentarán brevemente las características encontradas en ambos tópicos.

Características de las empresas

El 49% de las empresas pertenecen al sector servicios, mientras que el 39% corresponden al sector comercio y sólo el 12% son del sector industria, siendo coincidente con la literatura previa que indica que las empresas dirigidas por mujeres se concentran principalmente en servicios y comercio (Ernst & Young, 2009; BIRF, 2010; Sallé, 2014). En cuanto al tamaño, el 92% corresponden a empresas micro, el 7% son empresas pequeñas y menos del 1% corresponden a empresas medianas, corroborando la literatura previa donde se señala que las empresas dirigidas por mujeres son principalmente de tamaño micro (Espino, 2005; Díaz García y Jiménez Moreno, 2010; García, García y Madrid Guijarro, 2012; SELA, 2010). El 80% de las empresas son personas físicas o naturales, es decir, carecen de personalidad jurídica.

Características de las empresarias

El 60% de las empresarias son mayores de 40 años, indicando que cuentan con alguna experiencia laboral antes de emprender, mientras que el 40% son menores de 40 años, las mismas que emprenden con el fin de equilibrar el trabajo con las responsabilidades familiares. En cuanto a los estudios realizados predomina el nivel de licenciatura (36%) en el área empresarial (46%). Por otra parte, el 52% están casadas o tienen pareja, mientras el resto son solteras (35%), y en menor proporción están divorciadas o viudas.

Competitividad

Las empresarias en su mayoría (82%) son capaces de identificar oportunidades de negocio que podrían aprovechar, lo que les permite permanecer en el mercado. Este hallazgo es coincidente con lo que señalan Escandón y Arias (2011), que las mujeres son capaces de identificar oportunidades para emprender.

Las oportunidades de negocio que las empresarias identifican tienen que ver en mayor medida con proyectos de ampliación como el contar con nuevas sucursales, productos y mercados, en menor medida se refieren a la acción de ampliar la empresa, exportar o fusionarse (Ver gráfico 1). Es importante mencionar que las empresarias pueden alcanzar el éxito cuando logran el equilibrio entre sus responsabilidades familiares y empresariales (Chaves et al., 2013).

Tipo de oportunidades de negocio.
Gráfico 1
Tipo de oportunidades de negocio.
Fuente: elaboración propia

En cuanto al uso de tecnologías, más del 50% de las empresarias hacen uso del correo electrónico y paquetería office, alrededor del 50% aprovechan las redes sociales, sólo el 40% cuentan con bases de datos, por consiguiente, apenas el 38% se apoyan en sistemas de control de inventarios, mientras que la tercera parte usan paquetes contables; con respecto al uso de páginas web sólo un 27% lo tiene y los sistemas integrados de información (ERP) únicamente 16% lo ha implementado (Ver tabla 3).

Como puede verse, la mayor parte de las herramientas tecnológicas no son utilizadas mayoritariamente por las empresarias, esto coincide con los hallazgos de Bonder (2003), que señala que la mujer tiene cierta aversión por el uso de la tecnología, por lo que no son propensas al uso de tecnología en sus procesos empresariales (García et al., 2012). El bajo uso de tecnología se convierte en un obstáculo para la competitividad (Espino, 2005).

Uso
de tecnologías de información y comunicación.
Tabla 3
Uso de tecnologías de información y comunicación.

Nota: Las empresarias tuvieron la posibilidad de marcar más de una respuesta

Fuente: elaboración propia

La empresaria impulsa su empresa basándose en sus propios ahorros principalmente y con el apoyo de familiares. Esto es coincidente con lo señalado por EMAKUNDE (2013) acerca de que las mujeres ajustan sus inversiones a sus recursos propios y también refiere que esta es una de las principales razones por lo que las empresarias tienen empresas de menor dimensión que los empresarios (Ver gráfico 2).

Origen del capital de la empresa.
Gráfico 2
Origen del capital de la empresa.
Fuente: elaboración propia

Las empresarias en su mayoría (67.3%) aportan constantemente capital a su negocio, lo que indica que se encuentran interesadas en que su negocio crezca y permanezca en el largo plazo. Este hallazgo se contrapone con los que señala el Instituto de la Mujer (2011), de que las mujeres no buscan el crecimiento de sus empresas.

La reinversión en la propia empresa y la adquisición de equipo y mobiliario para la operación son los principales usos que la empresaria le da a los aportes para aumento del capital, esto corrobora el interés por hacer que su empresa permanezca en el largo plazo (Ver gráfico 3).

Gráfico 3
Gráfico 3

Uso del capital aportado.

Fuente: elaboración propia

Más de la mitad de las empresarias (51.8%) se encuentran conformes con el capital con el que cuentan, esto implica su conformidad con el tamaño de su operación, siendo coincidente con lo que menciona Equal (2010) acerca de que la mujer pone un “techo de cemento” al limitar sus aspiraciones de crecimiento en la búsqueda de un equilibrio entre las responsabilidades familiares y empresariales.

Sin embargo, también, más de la mitad de las empresarias (52.9%), consideran que sus ingresos son insuficientes. Esta limitación de ingresos estaría dada por la dimensión, como lo señala Afza (2011); otra de las razones se debería, como lo señala el Instituto de la Mujer (2011), a la hipótesis de los “recursos comprometidos”, que señala que los empresarios cuentan con recursos que les llevan a generar mayores ingresos (es decir que al invertir más deben generar más rentabilidad).

Por otra parte, la mayoría de las empresarias señalan que los ingresos actuales no ponen en riesgo su negocio, mientras que una tercera parte piensa que tal vez podrían estar en riesgo y una cuarta parte señala que sí, que los ingresos actuales ponen en riesgo su negocio al ser insuficientes para solventar la operación (Ver gráfico 4). Esta percepción tendría que ver con lo que señala el Instituto de la Mujer (2011) de que las empresarias son menos ambiciosas de sus ingresos que los empresarios.

Riesgo del negocio por los ingresos actuales.
Gráfico 4
Riesgo del negocio por los ingresos actuales.
Fuente: elaboración propia

En la tabla 4, se presenta el resultado de la percepción de los factores que más afectan a la empresa, en una escala del 1 al 8. Se encuentra en primer lugar la inflación, lo que estaría indicando que el entorno económico es un referente importante para la estabilidad de la empresa; este hallazgo es coincidente con lo referido por BIRF (2010), de que las mujeres perciben como un peligro la inestabilidad económica. En segundo lugar se encuentra la falta de ingresos, lo cual se puede traducir en que estas empresas necesitan impulsar sus ventas ante la gran competencia que enfrentan. El tercer obstáculo que señalan las empresarias es la corrupción, lamentablemente este es un mal endémico en el país que ha permeado todos los estratos y que afectan principalmente a las empresas pequeñas dirigidas por mujeres como lo señala BIRF (2010). El cuarto factor que refieren es la inseguridad, lo cual es preocupante tratándose de empresarias, pues resultan ser más vulnerables a este entorno social, donde pueden ser privadas de su patrimonio y de su libertad, tal como lo señalan los estudios realizados por BIRF (2010).

Factores que afectan a la empresa.
Tabla 4
Factores que afectan a la empresa.
Fuente: elaboración propia

Más del 70% de las empresarias perciben el sector en el que operan como de crecimiento medio y bajo, lo cual es coincidente con los estudios de Espino (2005) y Ernst & Young (2009) quienes señalan que las empresas dirigidas por mujeres se encuentran concentradas en sectores poco diversificados y de baja productividad (Ver gráfico 5).

Crecimiento del sector donde opera la empresa.
Gráfico 5
Crecimiento del sector donde opera la empresa.
Fuente: elaboración propia

Curiosamente y en contra de lo que señala la literatura (Equal, 2010; Instituto de la Mujer, 2011), el 83.5% de las empresarias están considerando el crecimiento empresarial como una opción para ellas.

La autosuficiencia financiera resulta ser la meta más importante que quiere alcanzar la empresaria, seguida por el sueño de ser líder del mercado y la expansión del negocio (Ver tabla 5), en estos rasgos no difiere la empresaria mexicana en cuanto a las metas que perseguiría un empresario que como señala la literatura se encuentran más orientados a los resultados y al éxito empresarial (Escandón y Arias, 2011; SELA, 2010; Zabludovsky, 2003).

Metas a alcanzar en la empresa.
Tabla 5
Metas a alcanzar en la empresa.
Fuente: elaboración propia

Un hallazgo que se considera importante en esta investigación es que el 87.5% de las encuestadas se considera “empresaria”, es decir, su negocio por pequeño que sea es una empresa y por lo tanto tiene proyecciones a futuro; esto tiene relación directa y significativa con el nivel de estudios de las empresarias, es decir, las que cuentan con niveles de estudios más elevados son las que se perciben como empresarias. Considerando la importancia de las capacidades de la empresaria determinado por el nivel de estudios (Escandón y Arias, 2011; Rodríguez, Fuentes y Lázaro, 2011) y el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación para impulsar la competitividad se buscó establecer la relación que existe entre ambos factores para llevar a cabo su gestión, se realizó un análisis de tabulación cruzada (Chi cuadrada con un nivel de confianza de 96% y un error alfa de 5%) considerando las variables nivel de estudios y uso de tecnologías de información y comunicación; se presenta a continuación de manera resumida los resultados de las respuestas positivas únicamente.

Como se puede observar en la tabla 6, los mayores porcentajes de uso de tecnologías de información y comunicación lo obtienen las empresarias con nivel de estudios de licenciatura, lo que estaría demostrando que a mayor nivel educativo, más probabilidades de éxito en el uso de TI por parte de la empresaria, es decir, el nivel de profesionalización en la gestión de su negocio es mayor (OIT, 2017). Y esto, de acuerdo con la literatura previa, incide de manera directa en la competitividad.

 Nivel de estudios de la empresaria y uso de tecnologías de información y
comunicación.
Tabla 6
Nivel de estudios de la empresaria y uso de tecnologías de información y comunicación.
Fuente: elaboración propia

Conclusiones

Las limitaciones de las empresarias se dan principalmente por el insuficiente entrenamiento empresarial y por el hecho de que siguen siendo las responsables de la familia, y al tener como prioridad esta última se encuentran satisfechas con el escaso resultado y el tamaño de su empresa, buscando constantemente el equilibrio entre ambos roles.

Los principales hallazgos de esta investigación lo corroboran. Las empresas dirigidas por mujeres tienden a ser de tamaño micro (0-10 empleados), a concentrarse en los sectores servicios y comercio y a no contar en su mayoría con personalidad jurídica.

Las empresarias son capaces de identificar oportunidades de negocios; sin embargo, una gran parte de ellas no utilizan herramientas tecnológicas limitando su desarrollo; la mayoría impulsa su empresa con ahorros propios y apoyo de familiares por lo que su capital resulta limitado y reinvierten las utilidades en la propia empresa principalmente en equipos y mobiliario con el objetivo de mantenerla.

Por otra parte, más de la mitad de las empresarias consideran que sus ingresos son insuficientes, pero a pesar de ello señalan que no está en riesgo su negocio, son conscientes de que a sus empresas les afecta la inestabilidad económica y, sin embargo, se infiere que no toman ninguna medida para contrarrestarlo.

Así también, la mayoría de las empresarias reconocen estar operando en un sector de crecimiento medio o bajo, señalando como meta importante la autosuficiencia financiera.

Estos hallazgos son señalados en la literatura previa como los principales factores que afectan la competitividad de las empresas dirigidas por mujeres.

Se encontró que existe una relación significativa entre el uso de TI y las capacidades de la empresaria como tal, por ello, resulta indispensable que ésta alcance mayores niveles educativos, o supla esta carencia con cursos de capacitación especializados en estos temas.

Es necesario entonces que las políticas de apoyo a las MIPYME consideren especialmente el enfoque de género y reconozcan las desventajas en las que se encuentran las mujere s al momento de emprender un negocio.

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