Fragmentos

Fragmentos de O. Varsavsky

Ciencia, Tecnología y Política

Universidad Nacional de La Plata, Argentina

ISSN: 2618-2483

Periodicidad: Semestral

vol. 3, núm. 5, 2020

revista.ctyp@presi.unlp.edu.ar



Oscar Alberto Varsavsky es una de las figuras relevantes del Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología, Desarrollo y Dependencia. Polémico, dueño de un lenguaje claro, directo, en el que se revaloriza la descripción cualitativa, sin dejar de ser exhaustiva, su obra es una referencia ineludible para estudiar y entender la problemática científica y/o universitaria latinoamericana. Sus ideas, en muchos aspectos revolucionarias, siguen teniendo una singular vigencia y resultan imprescindibles para pensar la realidad actual. Los fragmentos seleccionados han sido extraídos de dos de sus obras más representativas: Ciencia, Política y Cientificismo y Hacia una Política Científica Nacional y de uno de sus artículos polémicos publicado en la revista Ciencia Nueva.


La ciencia actual no crea toda clase de instrumentos, sino solo aquellos que el sistema le estimula a crear… esta distribución del esfuerzo científico está determinada por las necesidades del sistema... la investigación y sus aplicaciones dejan de ser aventuras creativas para transformarse en una inversión rentable que figura en la cuenta de capital de las empresas… La ciencia actual, en resumen, está adaptada a las necesidades de un sistema social cuyo factor dinámico es la producción industrial masificada, diversificada, de rápida obsolescencia; cuyo principal problema es vender –crear consumidores, ampliar mercados, crear nuevas necesidades1.

…sostengo que aun desde el limitado punto de vista desarrollista es necesaria la autonomía científica. Y además, que ella es al mismo tiempo más beneficiosa para el adelanto de la Ciencia –con mayúscula- que el seguidismo cientificista1.

Pero debemos insistir, a riesgo de repetirnos, sobre el significado de esta autonomía, pues es fácil atacar por medio del ridículo la idea de una ciencia argentina. ¿Qué es una Física argentina, o una Sociología argentina, aparte de aplicaciones locales de verdades universales descubiertas por estas ciencias?

Lo que ocurre es que la verdad no es la única dimensión que cuenta …hay otra dimensión del significado que no puede ignorarse: la importancia.

No todas las investigaciones tienen la misma importancia, y por lo tanto la misma prioridad; ellas no pueden elegirse al azar. Y la importancia es algo esencialmente local; una teoría sobre el petróleo no tiene el mismo interés en Suiza que en Venezuela. Nosotros no debemos usar los criterios de importancia del hemisferio Norte …si aceptamos que la ciencia del hemisferio norte nos enseñe a pensar, haremos lo mismo que ellos y usaremos sus criterios de importancia. Y si usamos nuestros propios criterios, ya habremos comenzado a hacer ciencia argentina1.

En resumen, lo que se investiga en una sociedad es lo que esa sociedad considera suficientemente importante. La importancia de un problema no tiene nada que ver con la verdad de sus posibles respuestas; depende de los valores predominantes, y es por lo tanto una característica ideológica. Distintos estilos sociales asignarán distintas prioridades –o sea, recursos– y harán progresar la ciencia en direcciones diferentes2.

Seguramente no se trata de rechazar en bloque la tecnología y la ciencia del Norte, sino de no aceptar todo en bloque (basta pensar que con lo que se sabía hace 20 o 30 años también nos alcanzaría para resolver nuestros problemas de producción): tener criterios propios de selección, prioridades para la asignación de recursos. Tampoco se trata sólo de adaptar tecnologías a nuestros recursos naturales, diferentes de los del Norte, aunque esto es indispensable. Se trata en primer lugar de aprender a usar objetivos nacionales, necesidades sociales, como criterios últimos para evaluar métodos de producción y tipos de organización, y las tecnologías y ciencias que se requieren, en lugar de aceptar como única posible la actitud desarrollista de considerar a la producción como un fin en sí misma, con criterios de racionalidad o eficiencia propios (basados en la rentabilidad monetaria, por supuesto)2.

La actitud del científico tiene que ser ideológica y constructiva: hoy se nos presentan distintas posibilidades o estilos de desarrollo, ideología es elección y deben elegirse tanto los problemas a estudiar como los métodos que se deben aplicar a la organización social de los científicos para ayudar el proceso de cambio. Cuando no se lo hace se peca de cientificismo3.

Notas

1 Varsavsky, O. (1994 [1969]). Ciencia, política y cientificismo. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina. Páginas 107, 108, 127, 131, 132.
2 Varsavsky, O. (1972). Hacia una política científica nacional. Buenos Aires: Ediciones Periferia. Pág. 56, 88-89.
3 Varsavsky, O. (1971). Ciencia y estilos de desarrollo. Ciencia Nueva, (13) noviembre, pág 39.
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