Entrevistas

Un modelo de ciencia comprometida, colectiva e interdisciplinaria

A model of committed, collective and interdisciplinary science

Um modelo de ciência engajada, coletiva e interdisciplinar

Santiago Liaudat
Gabriel Bilmes

Ciencia, Tecnología y Política

Universidad Nacional de La Plata, Argentina

ISSN: 2618-2483

Periodicidad: Semestral

núm. 8, e069, 2022

revista.ctyp@presi.unlp.edu.ar

Recepción: 25 Marzo 2022

Aprobación: 20 Abril 2022



DOI: https://doi.org/10.24215/26183188e069

Resumen: Entrevistamos al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), referente internacional en la búsqueda y restitución de la identidad de personas desaparecidas. Por su labor en más de sesenta países y su compromiso con los derechos humanos, ha recibido innumerables reconocimientos y premios en todo el mundo. Natalia Federman es abogada, Doctora en Derechos Humanos y, desde 2022, directora ejecutiva del EAAF. Participa desde hace más de 20 años en la investigación de delitos cometidos por la última dictadura militar argentina. Mercedes Salado Puerto es Doctora en Biología y Antropóloga Forense. Integra el EAAF desde 2003. Actualmente coordina la Unidad de Identificación Forense. Ha actuado como perito y asesora en numerosas investigaciones y en misiones de entrenamiento en varios países.

Palabras clave: enfoque interdisciplinario, Equipo de Antropología Forense, EAAF, Antropología Forense.

Abstract: We interviewed the Argentine Forensic Anthropology Team (EAAF), an international benchmark in the search for and restitution of the identity of disappeared people. For his work in more than sixty countries and his commitment to human rights, he has received countless recognitions and awards around the world. Natalia Federman is a lawyer, Doctor of Human Rights and, since 2022, executive director of the EAAF. She has participated in the investigation of crimes committed by the last Argentine military dictatorship for more than 20 years. Mercedes Salado Puerto is a Doctor in Biology and Forensic Anthropologist. She has been a member of the EAAF since 2003. She currently coordinates the Forensic Identification Unit. She has acted as an expert and advisor in numerous investigations and training missions in several countries.

Keywords: interdisciplinary approach, Forensic Anthropology Team, EAAF, Forensic anthropology.

Resumo: Entrevistamos a Equipe Argentina de Antropologia Forense (EAAF), referência internacional na busca e restituição da identidade de pessoas desaparecidas. Por seu trabalho em mais de sessenta países e seu compromisso com os direitos humanos, ela recebeu inúmeros prêmios em todo o mundo, ganhando reconhecimento internacional. Natalia Federman é advogada, Doutora em Direitos Humanos e, desde 2022, diretora executiva da EAAF. Participa há mais de 20 anos na investigação de crimes cometidos pela última ditadura militar argentina. Mercedes Salado Puerto é Doutora em Biologia e Antropóloga Forense. É membro da EAAF desde 2003. Atualmente coordena a Unidade de Identificação Forense. Ela atuou como perita e consultora em inúmeras investigações e missões de treinamento em vários países.

Palavras-chave: abordagem interdisciplinar, Equipe de Antropologia Forense, EAAF, Antropologia Forense.


La creación del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF)

Desde 1984 en Argentina, el EAAF trabaja en la búsqueda, identificación y determinación de causa de muerte de víctimas de desapariciones forzadas. A nivel regional ha intervenido en casos como: la identificación de la fosa clandestina donde fue enterrado el “Che” Guevara en Bolivia, la identificación de combatientes argentinos caídos en las Islas Malvinas, la reautopsia de Salvador Allende y Pablo Neruda, entre muchos otros. En Sudáfrica, desde el año 1995, el EAAF ha investigado casos de personas desaparecidas durante el Apartheid; en Vietnam colabora con las autoridades locales desde 2012 en la identificación de los combatientes muertos durante la guerra con los Estados Unidos. En materia formativa, el EAAF creó el Centro Internacional de Capacitación en Ciencias Forenses, que brinda entrenamiento a funcionarios judiciales, miembros de fuerzas de seguridad y peritos a nivel local e internacional. También brinda capacitaciones para colectivos de familiares y periodistas.

Para más información: Equipo Argentino de Antropología Forense (2019). Ciencia por la verdad. 35 años del Equipo Argentino de Antropología Forense. Buenos Aires: CLACSO y Universidad Nacional de Quilmes. ISBN 978-987-722-452-8. http://ridaa.unq.edu.ar/handle/20.500.11807/2334

ENTREVISTA CTyP al Equipo Argentino de Antropología Forense

CTyP: ¿Cuáles fueron los objetivos fundacionales que dieron lugar a la creación, en 1984, del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF)?

EAAF: Los objetivos fueron producto de una demanda contextual de ese momento. Había una necesidad de encontrar un organismo o institución que resultara creíble en la búsqueda y en la identificación de las personas desaparecidas por la última dictadura militar. La antropología forense era una disciplina que no estaba desarrollada en el país y no mucho a nivel internacional. Además, el sistema médico legal existente en ese entonces, o bien carecía de los conocimientos técnicos que se requerían, o bien tenía una baja credibilidad por la intervención que tuvo en el terrorismo de Estado. La pérdida de confianza de la sociedad civil era muy importante. El empuje provino de ahí: de la sociedad. En especial, de la presión de organismos como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Detenidos y Desaparecidos y otros. No había un modelo a seguir, había que generar algo que no existía en el país ni, prácticamente, en otros países. Se contactaron, entonces, con la Academia Norteamericana para el Avance de las Ciencias, que envió una comisión a la Argentina para colaborar. En ese grupo llegó el Dr. Clyde Snow y se quedó en el país. Comenzó a tocar puertas, buscó gente joven y terminó conformando una experiencia inédita: el Equipo Argentino de Antropología Forense. Tuvieron que generar una forma de trabajo que no existía, un modelo transversal, que incluyera la investigación, la recuperación de restos, el análisis, los procesos de identificación, en un momento en que las tecnologías no eran lo que son ahora.

Vista del sector 134 en el cementerio de Avellaneda
durante las tareas de exhumación del EAAF, 1988
Figura 1
Vista del sector 134 en el cementerio de Avellaneda durante las tareas de exhumación del EAAF, 1988
©EAAF

CTyP: ¿Qué balance hacen de su trayectoria? Esos propósitos originales, ¿se han mantenido o se han ido modificando o ampliando? ¿Cuál es la situación actual del equipo?

EAAF: A lo largo de todo este periodo, que son casi cuatro décadas, los objetivos y propósitos originales se mantuvieron. Es algo muy complicado de mantener, ¡pero se logró! Seguimos detrás del mismo objetivo: la búsqueda de la verdad con herramientas científicas y la familia en el centro de nuestro enfoque, sirviendo como un instrumento para el acceso a la justicia en la búsqueda de personas desaparecidas o asesinadas en diferentes tipos de contexto. Lo que se amplió, fueron los contextos de las violencias. El EAAF comenzó su actividad en un contexto de búsqueda de personas desaparecidas por razones políticas en un marco del terrorismo de Estado. Ese marco se fue ampliando. Nos dimos cuenta de que era una parcela pequeña, pero que el modelo de trabajo se podía exportar a otros contextos: migraciones, crimen organizado, desastres masivos, feminicidios y otras situaciones de violencia. Descubrimos que se podían ir aplicando y adaptando todas esas técnicas que habíamos desarrollado, y aprendimos a incorporar nuevas disciplinas. La incertidumbre que la desaparición produce y a la que el equipo busca dar respuesta, se produce tanto por violencia política como por otros contextos. Y lo que nos une y moviliza es poder responder a las familias que están atravesando esa situación, cualquiera sea el contexto en que sucede. Entonces, el objetivo primordial, la base filosófica se mantuvo, pero la aplicación práctica se amplió mucho.

CTyP: El EAAF ha desarrollado investigaciones en realidades sociales muy diversas. Incluso han propiciado la creación de equipos similares en países tan distantes como Sudáfrica o Chipre. ¿Cómo hacen para lidiar con esa enorme diversidad cultural? ¿Qué lecciones sacaron que puedan servir a otros abordajes interculturales?

EAAF: Está la diversidad cultural, pero también religiosa, económica, política, entre otras. Eso tiñe con diferentes matices el trabajo que hacemos. El desafío es aprender a entender al otro, aprender que somos un instrumento, un medio, y no el fin. Como parte de eso, siempre decimos “la ciencia es adaptable”. No quiere decir improvisar, sino aprender, escuchar, estudiar. Después ver, de lo que el otro sabe, cómo eso se puede adaptar, cómo se puede mejorar, cómo se puede ampliar para que pueda servir a esa diversidad enorme con que trabajamos. Aparte de eso, hay cuestiones inherentes al ser humano. Suena rimbombante, pero es verdad. Cuando se realiza una entrevista a una madre en Irak, por ejemplo, con quien ni siquiera hablamos el mismo idioma, no tenemos la misma religión ni cultura, uno encuentra que el dolor y la búsqueda es la misma. Y sabemos cómo referirnos al familiar con respeto, entendemos la desesperación que produce la ausencia.

Entonces, hay cuestiones que son transversales, más allá de la diversidad cultural. Igualmente, es siempre un tema por considerar, ya que afecta a la ejecución del trabajo forense. La acción del EAAF es muy diversa y varía según el contexto. Estructuralmente es muy distinto un contexto de guerra o uno de desastre masivo. Pero siempre hay una preocupación, por la que nos convocan, que es transversal. Por lo tanto, ese piso mínimo común está dado, un lenguaje común basado en la desesperación de los familiares. La necesidad de saber, cualquiera sea el destino del ser querido, es un valor universal. Luego, la implementación del trabajo hay que adaptarla según el caso y el contexto.

CTyP: La tendencia académica global promueve, más allá de los discursos, una ciencia despolitizada, descomprometida, que no se pregunta por el sentido social de lo que hace. ¿Cómo concilian en el EAAF la rigurosidad científica en la búsqueda de la verdad con un espíritu militante? ¿Se presentan conflictos al respecto hacia adentro o hacia afuera del equipo?

EAAF: Hay un punto central: tenemos que creer que la ciencia debe estar al servicio del ser humano. Quien no tenga esa creencia, no debería hacer ciencia. Si no, ¿cuál es su fin? Eso está en la base del EAAF. Como equipo forense, en esa parcela del conocimiento, tenemos la posibilidad mágica de ayudar a alguien, de aplicar la ciencia y la tecnología, todo lo que sabemos, articulando muchas profesiones. Esa es nuestra “militancia”: la búsqueda de la verdad. Nuestro compromiso es tratar de dar respuesta a los familiares. Nuestro trabajo se aplica directamente al servicio del otro. Visto de esta manera, puede entenderse como una decisión militante. También lo son las definiciones en torno a en qué contextos y escenarios intervenir. Ciencia y compromiso se dan al mismo tiempo. Pero hay que aclarar que la “militancia” pasa por la búsqueda de la verdad, no por la adhesión a un emblema político. En este último sentido, institucionalmente, tenemos que tomar distancia de lo partidario: no vincular nuestro trabajo con un grupo político en particular. A veces eso nos genera conflicto, porque somos personas. Sin embargo, para poder servir a nuestro concepto de ciencia y sostener nuestra credibilidad, es necesario mantener la independencia política.

CTyP: En estos casi cuarenta años de historia, varias generaciones de investigadores pasaron por el EAAF. ¿Cómo lograron darle continuidad a un proyecto colectivo más allá de las individualidades y contagiar ese espíritu y compromiso a lo largo de las décadas? ¿Cómo es la transmisión intergeneracional de valores y prácticas?

EAAF: Eso nace con el posicionamiento generacional primario que tuvo el EAAF. Hemos sido consecuentes con ello durante 38 años. A nosotros también nos sorprende la coherencia en poder mantener una línea de trabajo tanto tiempo. Debió ayudar el hecho de haber mantenido una base de entendimiento en torno a que hacemos investigación forense al servicio de la verdad y de los familiares. Quien entra al equipo lo hace atraído por eso. Y es una cosa que se va manteniendo activamente. A veces cuesta. No siempre somos, en la práctica, todo lo consecuente que quisiéramos a nivel individual. Pero institucionalmente es algo que ha sido inamovible durante casi cuatro décadas, por mucho que cambiaron los contextos. Hay algo de la mística de los y las fundadoras que es historia conocida: la forma de dar respuesta urgente a un problema como era la identificación de los restos de los desaparecidos. Eso cohesionó a los primeros integrantes del equipo. Con el tiempo la forma de asegurar que se continúe esa mística, ese legado, fue convocar a otras personas que se movilizaran por dar respuesta a la misma pregunta, pero en otros contextos. Eso nos fue uniendo y cohesionando como equipo a lo largo del tiempo. Y promover que las personas que ingresarán al EAAF tuviera en ese mismo deseo, y no buscaran solamente una experiencia laboral, fue la manera de asegurar ese trasvasamiento generacional.

CTyP: Al incorporar a alguien al equipo, más allá de su experticia laboral o sus capacidades técnicas, ¿se evalúa ese compromiso con el proyecto?

EAAF: Sí. Y hay líneas rojas que no se pueden cruzar. Por ejemplo, no debe primar cada uno como individuo. El interés consigo mismo no puede estar por encima del grupo, es algo que puede llegar a dañar al otro. Por esa razón, nosotros no vamos a priorizar publicar en revistas científicas o nuestro currículum personal por encima de asistir en una misión. A veces esta visión militante nos lleva un poco al extremo de alejarnos de la academia. Pero es una elección de vida. No es solamente un trabajo profesional: es una elección de vida en que tenemos que decidir alejarnos de un camino personal de crecimiento académico o enriquecimiento económico, para convertirnos en un instrumento al servicio del otro. Creo que hay una dialéctica entre porqué una persona quiere ingresar al EAAF y la dimensión grupal. Bueno, porque son personas, precisamente, que quieren trabajar en equipo. No eligen un camino más competitivo, en el que quieran destacarse como individuo solitario. Están eligiendo ser parte del Equipo Argentino de Antropología Forense, con las características que éste tiene.

CTyP: De hecho, una tendencia dominante tanto a nivel social como académico es el individualismo. A contrapelo de eso, el EAAF es más conocido como equipo que por sus integrantes individuales. ¿Cómo imprimen esa impronta “no individualista” en su trabajo? El perfil bajo de los integrantes individuales del equipo, ¿es una decisión?

EAAF: Es una política institucional y es parte de la credibilidad que tenemos. Porque no debe ser el fin de lo que hacemos, ni ninguno de nosotros ni el mismo equipo. No nos podemos poner por encima del otro desde el momento que, como política institucional, sabemos que somos un instrumento en el buen sentido: un instrumento científico para aportar en la búsqueda de la verdad. Esto es muy difícil de conseguir. No somos santos. Tenemos nuestras idas y vueltas, nuestras peleas, pero eso es una política. Y aporta a la credibilidad porque no se intenta sacar ventaja personal, y tampoco se intenta “vendernos” por encima de nuestras posibilidades. Podemos hablar de los límites de cada ciencia, que los tienen. No hay una persona que tenga la llave que abre todo, sino construcciones de saber conjunto en el que se articulan diferentes ramas de la ciencia en pos de un objetivo: develar la verdad y documentarla de manera científica. Eso nos permite ser capaces de ponernos a pensar con el otro cuál es la mejor forma. Eso te baja el perfil y te iguala, además, con el resto de los actores necesarios para resolver un problema. Son muchos los actores necesarios en una búsqueda, y el EAAF es uno más.

El antropólogo forense
norteamericano, Dr. Clyde Snow, declara durante los Juicios a los ex
comandantes de las Juntas Militares en abril de 1985
Figura 2
El antropólogo forense norteamericano, Dr. Clyde Snow, declara durante los Juicios a los ex comandantes de las Juntas Militares en abril de 1985
©Daniel Muzzio

CTyP: El EAAF ha logrado resolver un aspecto del trabajo científico que suele enunciarse, pero rara vez se alcanza: el enfoque interdisciplinario. El equipo entrecruza campos disciplinares tan distintos como la antropología, las ciencias jurídicas, la arqueología, la psicología y la genética. ¿Cómo es la metodología para el trabajo interdisciplinario? ¿Qué dificultades encuentran y cómo las resuelven?

EAAF: Eso es parte de nuestro modelo de trabajo. Todo el tiempo se cruzan disciplinas tradicionales, como las que nombraron en la pregunta, con campos nuevos que se abren. Por ejemplo, hace años no se nos hubiera ocurrido incluir matemáticos o físicos en el equipo. Ahora estamos teniendo buenos resultados en algunas investigaciones utilizando algoritmos matemáticos, que realizaron unos físicos gracias a un convenio con CONICET. Lo mismo ocurre con otras áreas que antes eran inimaginables, como pueden ser expertos en cemento o en fuego, y lo que se les ocurra que pueda resolver lagunas de conocimiento que no pueden cubrir otras disciplinas. Antes se imaginaba a los forenses sólo dentro del ámbito de la antropología, la arqueología, medicina y poco más. No es fácil, porque el mundo científico se subdividió de una manera perversa en especializaciones inconexas que terminan por crear competencia. Y si queremos tener un resultado en la búsqueda de una persona se tiene que hacer todo lo contrario. Hay que poner todas esas especializaciones, esas microesferas, en una burbuja donde puedan dialogar en común y donde se pueda tomar una decisión conjunta.

CTyP: Además del cruce entre disciplinas, el EAAF en su actividad atraviesa las fronteras tradicionales de la ciencia. Sus terrenos habituales no son solo los congresos, aulas y laboratorios, sino también los tribunales, los territorios, las familias de las víctimas. ¿Cómo es el día a día de esa imbricación entre lo social, lo político y la ciencia?

EAAF: Claro, en las búsquedas se cruzan muchos procesos, muchos actores que tienen que interactuar desde la ciencia y fuera de la ciencia: sectores judiciales, investigadores, familiares, testigos, distintas disciplinas de la ciencia. Hoy estamos recuperando una idea de la época fundacional del equipo. La noción de “proceso de reconciliación de la información” puede ayudar a entender el aporte de los diferentes actores. Es algo todavía difícil de explicar muchas veces a los políticos y funcionarios que deben tomar las decisiones. La búsqueda es un proceso en el que deben interactuar en un diálogo distintas disciplinas científicas y diferentes áreas que tienen que ver con lo investigativo y lo judicial. Además, se agrega la participación de los familiares. Estamos empezando a entender ahora que tenemos que volver al principio. Nos ha llevado muchas décadas ponerle palabras a esto. Por eso hablamos de procesos de reconciliación o de diálogo multifactorial en el proceso de búsqueda. Recién ahora lo estamos sistematizando. Es muy complicado que lo entiendan desde las disciplinas científicas y desde los procesos forenses. Ni hablar en el mundo judicial o de la decisión política. Y el mundo de los familiares, que tiene sus tiempos. Es muy complejo, pero es la única forma en que se puede obtener un buen resultado.

El tema es generar los mecanismos. Ya no estamos llamados como forenses solo a excavar una fosa, a tomar muestras o analizar restos óseos. En los últimos años participamos cada vez más en mesas de discusión sobre generación de mecanismos de articulación. Reuniones que incluyen actores políticos, actores sociales y actores técnicos, para ver cómo se pueden generar esos mecanismos de búsqueda. Se trabaja sobre la “sensibilización”, o sea, cómo nos explicamos desde la ciencia, cómo podemos hacer que el otro nos entienda, cómo se puede articular con el otro y cómo se puede convertir eso en una política. Esa discusión es muy compleja y muchas veces pasa por quién tiene la última palabra. ¡Cómo si hubiera una última palabra en todo esto! Pero lamentablemente en todos estos procesos de búsqueda siempre necesitan aclarar quién es el dueño, quién es el jefe, quién tiene la última palabra a nivel científico, político o investigativo.

Esos mecanismos son muy difíciles de coordinar, pero ya están en marcha en muchas partes, cada vez lo vemos más y participamos más. En ese sentido, el EAAF fue cambiando la estrategia de intervención en diferentes escenarios. Así como inicialmente exportó o aplicó su saber en nuevos contextos, en el último tiempo se enfocó, en cada región, en poder generar políticas públicas más duraderas para dar respuesta al fenómeno de la desaparición de personas. Eso implicó una cantidad de herramientas de articulación que no son las que inicialmente tenía el equipo. Cada vez hay más precedentes, lo cual es una buena noticia, aunque sea muy doloroso porque detrás de cada situación de intervención hay personas.

CTyP: ¿Cómo incorporan a los familiares en el proceso de trabajo del EAAF? ¿Cómo vehiculizan la relación con el resto de la sociedad?

EAAF: La relación con los familiares de víctimas es una de las bases fundacionales del equipo. También es parte de la legitimidad y credibilidad que ha logrado. Es parte de esa concepción de ciencia aplicada al servicio del otro. La incorporación activa de familiares en la decisión de los mecanismos de búsqueda lo definió el EAAF en su nacimiento y lo mantiene. Eso no quiere decir que exista una mediatización o parcialización de lo que hacemos. Se trata del derecho a tener una voz en lo que les afecta, a saber qué es lo que está pasando, a recibir una explicación si la quiere. No es algo que hacemos solamente con los familiares. Promovemos con los jueces, con los fiscales, con el donante que tiene que aportar en un proyecto para que se pueda realizar esa inclusión de las familias. Tienen que estar en mesas de decisión activa. No sólo los familiares, sino también los organismos de derechos humanos. Seguimos siendo un grupo científico, no somos un organismo de derechos humanos. Pero entendemos que el derecho a la verdad tiene que estar no sólo al final, sino desde el principio. En algunas situaciones, cuesta. Hay escenarios en los que las agrupaciones de familiares no llegan a participar. Por ejemplo, en procesos de paz o en mecanismos internacionales. Aún en esos contextos, promovemos la perspectiva de incorporar a los familiares en la discusión política. Nunca nos adjudicamos su representación, sino que promovemos que el modelo los incluya. Es parte de la matriz fundacional del EAAF.

CTyP: El EAAF es una referencia a un modo de hacer ciencia orientado a la resolución de problemas, riguroso, comprometido, colectivo, interdisciplinario e intercultural. Y además de todo, ¡han hecho escuela en otros países! ¿Consideran que el método de trabajo que desarrollaron es particular a la temática que abordan o puede replicarse frente a otras problemáticas?

EAAF: ¡Puede reproducirse! De hecho, se está haciendo. Es simplemente la conciliación de distintos saberes para la resolución de un problema. Eso es aplicable a cualquier cosa en el mundo, incluso en una familia. Pero, como dice el dicho, uno más uno son dos, sólo si los dos tienen signo positivo. Hay otros escenarios que no fueron los que inicialmente dieron origen al equipo en los que el saber del equipo se aplica con ese mismo modelo. Es extensible no sólo a donde trabajamos con nuevos escenarios, sino a otros fenómenos en los que no trabajamos y que podría aplicarse.

Trabajo de campo en la ciudad de Hager,
en Sudan, 2005
Figura 3
Trabajo de campo en la ciudad de Hager, en Sudan, 2005
©EAAF

CTyP: ¿Cómo es la relación de los integrantes del EAAF con las instituciones del complejo científico nacional? ¿Encontraron dificultades en la articulación con ese sector y al mismo tiempo trabajar de acuerdo con el método del EAAF?

EAAF: Dificultades, no; algunos conflictos, sí. Tenemos convenios con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), entre otras instituciones. Con ello hemos incorporado muchas disciplinas y resuelto problemas gracias a esas colaboraciones. Pero aquí aparece otra línea roja a respetar. Son lógicas distintas. En el mundo académico necesitan publicar. Nosotros no tenemos esa necesidad y hasta puede perjudicar un proceso de búsqueda. Eso a veces puede generar conflictos. Es algo que intentamos resolver antes de que ocurra. No es fácil, porque es parte de las exigencias académicas. En ese ámbito es muy difícil no evidenciarse de forma escrita en artículos o en publicaciones. Para nosotros eso puede resultar contraproducente porque trabajamos en procesos judiciales. Entonces en eso siempre tiene que haber un diálogo previo. No siempre llegamos a tiempo, a veces cuesta más y otras veces no hay acuerdo.

CTyP: En el sector CyT, la ciencia se valida mediante la publicación. Y se tiende a desvalorizar proyectos que tienen un impacto social, productivo o ambiental, que resuelven un problema, pero que por sus propias características no es publicable en revistas de alto impacto. ¿Ustedes sienten que en el ámbito académico hay una valoración del EAAF como organismo científico?

EAAF: Sí, el saber construido por el equipo es respetado por el mundo científico. Por eso es por lo que pudimos lograr esas articulaciones con el INTI, el CONICET y las universidades nacionales. El ámbito académico-científico quiere colaborar con el trabajo del EAAF y con las preguntas que los casos del equipo presentan al ámbito científico. Tenemos la legitimidad para demandar esas colaboraciones. Hay un respeto y una valoración que claramente va más allá de cuántos papers publicó cada uno de los integrantes del equipo. Pero reconocemos que hay un conflicto potencial entre ambas lógicas. Para seguir siendo académico o progresar en la carrera, hay requerimientos que forman parte de la estructura establecida. Exigencias que pasan por encima de tu objetivo o cómo sientas la ciencia. Ahí está la obligación de mostrar un producto, una publicación. Eso confronta con un modelo de trabajo como el del EAAF y otros proyectos que, a lo mejor, son más silenciosos, generan conocimiento que no es tan visible. El requisito de mostrar un producto no puede atentar contra estas formas de producción de conocimiento.

CTyP: ¿Cuáles son los desafíos científicos que se les presentan a futuro?

EAAF: A nivel científico hay dos componentes. Uno, el propio límite de la ciencia para responder a cuestiones que todavía, hoy por hoy, no puede responder. O sea, el desarrollo de nuevos saberes, nuevas técnicas, nuevos instrumentos. Por ejemplo, hay problemas de degradación de ADN que no podemos resolver, a pesar de lo mucho que se están mejorando los reactivos, los procedimientos y los protocolos de extracción. Todavía dependemos de la genética para conocer la articulación de partes que están separadas de un cuerpo. No hay otro instrumento que no sea la genética que tenga esa credibilidad. Otra frontera de conocimiento es lograr entender y sistematizar matemáticamente la confiabilidad de otros métodos.

Otro desafío es como hacer que una técnica, un instrumento o, incluso, una disciplina que ya están desarrollados, puedan ser incorporados a este tipo de investigaciones. Por caso, las matemáticas siempre estuvieron y nunca se nos había ocurrido aplicarlas a nuestro trabajo. O la mejora en la detección de lugares mediante acceso a mejor fotografía aérea y otros dispositivos que puedan llegar a detectar lugares que no son tan obvios. Estamos explorando también técnicas de inteligencia artificial, a ver si la detección facial que hace un teléfono se puede realizar también con cadáveres frescos. Las aplicaciones de reconstrucción digital pueden tener utilidad en la reconstrucción, la interpretación y a la hora de testificar. Mostrarle a un familiar una imagen reconstruida es menos doloroso que ver en directo un resto óseo.

A nivel científico, entonces, los desafíos van en este doble sentido: cómo podemos desarrollar nuevos conocimientos para responder a necesidades concretas, y cómo incorporar conocimientos que ya están desarrollados que pueden atender a problemas irresueltos por otras áreas.

CTyP: Y, para finalizar ¿qué desafíos políticos prevén?

EAAF: Un primer desafío político surge también de los límites de la ciencia. Hay que hacer frente a la fantasía, generalizada en los ámbitos de decisión política, de una investigación forense tipo serie de televisión. O sea, la idea de que la ciencia todo lo puede resolver y que produce de manera inmediata una verdad absoluta, incontestable y mágica. Ese es un desafío político. ¿Cómo hacer para que la esfera política entienda que eso no es así? Que se comprenda que hay límites, que se requiere de paciencia y recursos. No es fácil convencer a la estructura política que debe tener en cuenta la paciencia y que hay que seguir invirtiendo, que hay que seguir poniendo dinero en algo que puede no dar frutos inmediatos. Ese es un desafío: poder articular esos límites que tienen la ciencia y la política.

Otro desafío es cómo articular con los diferentes actores de modo eficaz, eficiente y creíble. Ahí aparece lo que hablamos anteriormente: ¿cómo generar mecanismos que puedan funcionar a nivel de la resolución de los problemas que lo demanden? Y que puedan ser sustentables en el tiempo, que no pasen solamente por la resolución de problemas puntuales. Eso requiere acuerdos, mesas de diálogo, una discusión horizontal entre los distintos actores que estén involucrados.

Hay mucho por hacer. En ese sentido, uno de los ejes en que estamos trabajando actualmente es la sistematización del modelo de trabajo del EAAF. Es increíble, pero luego de 38 años como equipo, recién ahora estemos sistematizando lo que hacemos. Estamos volviendo al origen y analizando el modelo de búsqueda de personas en general, del EAAF y a nivel internacional. Es un proceso de escritura y revisión de la experiencia de décadas, que busca sistematizar el saber y evitar cometer los mismos errores. Hay un método que, con el tiempo, fue ajustando conocimientos, prácticas y procesos. Esa práctica de escritura que hoy se está dando nos permitirá replicar y consolidar lo aprendido.

CTyP: ¡Muchas gracias!

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