Artículos Centrales
Propuestas para una política soberana en materia de publicaciones científicas
Ciencia, Tecnología y Política
Universidad Nacional de La Plata, Argentina
ISSN: 2618-2483
Periodicidad: Semestral
vol. 5, núm. 9, e086, 2022
Recepción: 24 Octubre 2022
Aprobación: 03 Noviembre 2022
Propuestas para una política soberana en materia de publicaciones científicas
El complejo científico y tecnológico nacional enfrenta, en los últimos tiempos, restricciones y limitaciones para publicar los trabajos de investigación y acceder a la producción científica generada en otras latitudes. En particular, los espacios de publicación más reconocidos por sectores académicos a nivel global requieren que se realicen diversos tipos de pago para acceder a la producción y circulación de artículos en revistas especializadas.
El mercado contemporáneo de la edición y publicación científica está estructurado de manera oligopólica. Solo seis grupos editoriales, cinco de ellos privados con fines de lucro (RELX [anteriormente Reed-Elsevier], Wiley-Blackwell, Springer, Sage Publications, y Taylor & Francis) y uno perteneciente a una asociación científica (American Chemical Society), concentran más del 50% de todos los artículos registrados según el índice Web of Science, uno de los más difundidos en la mayor parte de los ámbitos disciplinares. Los cinco grupos editoriales privados obtienen altísimos márgenes de ganancia, provenientes de las suscripciones institucionales, de los pagos individuales por la lectura de artículos y del pago por la publicación de los trabajos. Su facturación a nivel global asciende a miles de millones de dólares, alcanzando en algunos casos márgenes de ganancia cercanos al 40% anual1. Cabe destacar, además, que la revisión por pares de los artículos no es remunerada y, muchas veces, tampoco siquiera es reconocida, a pesar de que constituye núcleo que da legitimidad científica a todo el proceso.
Entre los modelos editoriales académicos pueden distinguirse diversas estrategias. Por un lado, el acceso cerrado, que constituye el esquema editorial predominante, en el cual solo es posible acceder si se paga una suscripción a las revistas o bien pagando por el acceso a cada artículo individual. Por otro lado, el acceso abierto, que tiene diversas rutas. La vía verde se refiere a la inclusión de trabajos en repositorios de acceso libre, sean institucionales o temáticos. La vía dorada, que originalmente no representaba costos para los autores, pero que actualmente les exige el pago de tasas de procesamiento de artículos, las llamadas APC (Article Processing Charges). En este caso implica que los autores (o sus instituciones) deben pagar los costos por la edición, la publicación, la distribución y otros cargos que el editor quiera incluir. El acceso abierto diamante comprende aquellos medios de publicación sin fines de lucro, que no cobran tasas ni a autoras/es ni a lectoras/es. Finalmente, se debe mencionar que existe la llamada vía negra, esto es, formas de acceso y descarga online de publicaciones científicas que sortean las normativas legales y los derechos de propiedad de las editoriales.
El acceso abierto dorado, que se expande como parte de la estrategia comercial del oligopolio editorial, tergiversa el espíritu original del acceso abierto. Si bien los artículos quedan libremente disponibles para su lectura, los valores de las APC oscilan, en promedio, entre 2000 y 3000 dólares estadounidenses por artículo -o más-, dependiendo de la disciplina y de la revista. En consecuencia, resultan inaccesibles para investigadores e investigadoras radicados en países periféricos. Esto implica que las revistas más reconocidas tienden a difundir en mucha mayor medida las investigaciones de aquellos grupos y países que puedan pagar los costos de la publicación.
Por otra parte, el tema de las publicaciones científicas, su operatoria y acceso tiene otras aristas también conflictivas. Impacta en los planes y programas de CyT, así como en las políticas de evaluación de trayectorias científicas y acceso a subsidios, que otorgan una mayor valoración a las publicaciones en las revistas mainstream, pertenecientes a las corporaciones mencionadas. Además, involucra dinámicas que contribuyen a la ampliación de las brechas entre los países centrales y los periféricos. Simultáneamente, contribuyen a la utilización exógena de conocimientos generados a nivel local, desvinculando la producción del uso efectivo de estos conocimientos. En este marco, generar alternativas a esta situación implica considerar las especificidades de cada disciplina.
En Argentina, la Biblioteca Electrónica de Ciencia y Tecnología (BECyT), invierte más de diez millones de dólares al año para asegurar el acceso a bibliografía científica especializada a 89 instituciones de CyT nacionales2. Por otro lado, un reciente estudio observa una evolución creciente de los pagos de APC. En un sistema científico-tecnológico como el nuestro, sostenido mayoritariamente con fondos públicos, esto constituye una transferencia directa de recursos a las empresas privadas transnacionales que controlan el mercado de las publicaciones. Entre 2013 y 2020, se habría pagado, con fondos de diversa procedencia, una cifra proyectada en más de once millones de dólares por las publicaciones en las que los argentinos son autores/as de correspondencia3.
El pago de APC para poder publicar no solo se hace cada vez más difícil para las investigadoras e investigadores de nuestro país, sino que se ha vuelto un serio problema a nivel mundial. Así lo reconoció la UNESCO en 2021 en su Anteproyecto de recomendación sobre la ciencia abierta, rechazando explícitamente las APC por considerarlas un mecanismo que profundiza las asimetrías entre países centrales y periféricos.
Como se señala en varios estudios sobre el tema, cuantos más fondos estén disponibles para pagar APCs, y mientras haya investigadoras e investigadores con la capacidad de hacerlo, más revistas serán proclives a incorporar los cobros a autores como fuente de financiamiento. Como dato preocupante, cabe mencionar que incluso en América Latina, con una fuerte tradición de publicaciones en acceso abierto diamante, un número considerable de revistas han comenzado a cobrar APC en los últimos años.
En este contexto, diversos sectores académicos de nuestro país plantean la necesidad de contar con apoyo económico para afrontar los costos de las publicaciones proponiendo un aumento de los montos de los subsidios para este fin, o sea, que el MINCyT se haga cargo del pago de las APC. Más allá de que esta alternativa no parece viable dada la situación económica que atraviesa el país y la magnitud de la erogación, desde la Red PLACTS consideramos que esta no es la solución. Pensamos, en cambio, que es necesario generar una actitud soberana en materia de publicaciones científicas. Ello implica que debe planificarse una política editorial para la ciencia y la tecnología, considerando que la publicación y acceso a textos especializados es un componente crucial del cual se nutre el complejo científico-tecnológico en su conjunto. Además, creemos que cualquier estrategia en este sentido debería articularse multilateralmente a nivel regional Sur-Sur y con otros países emergentes, siguiendo los principios recomendados por DORA, FOLEC-CLACSO y Leiden4, entre otros. En este sentido, destacamos, en Argentina, la reciente adhesión del CONICET a la Declaración de San Francisco DORA.
Sobre esta base desde la Red PLACTS proponemos:
Finalmente, se debe tener en cuenta que no todo lo que se investiga tiene que ser necesariamente publicado. Por un lado, puede haber conocimientos sensibles e investigaciones que, por razones de soberanía o potencial uso económico, deberían publicarse después de sacar un provecho local o regional. Por otro lado, se debe reconocer el valor de investigaciones donde la finalidad no es generar un resultado publicable, sino resolver problemas concretos de la sociedad, del medio ambiente, o del sistema productivo. Sin embargo, en lo que refiere a las publicaciones científicas, es imperativo considerar seriamente estas propuestas y otras similares a fin de comenzar a afrontar esta problemática.
Red PLACTS, noviembre de 2022
Notas