Artículos

Desafíos de Argentina para encarar el desarrollo. El rol de la ciencia y la tecnología

Desafios da Argentina para enfrentar o desenvolvimento. O papel da ciência e tecnologia

Argentina’s challenges in tackling development. The role of science and technology

Fernando D. Stefani
Doctor en Ciencias Naturales. Centro de Investigaciones en Bionanociencias (CONICET) y FCEyN-UBA, Argentina

Ciencia, Tecnología y Política

Universidad Nacional de La Plata, Argentina

ISSN: 2618-2483

ISSN-e: 2618-3188

Periodicidad: Semestral

vol. 8, núm. 15, 2025

revista.ctyp@presi.unlp.edu.ar

Recepción: 07 agosto 2025

Aprobación: 30 octubre 2025



DOI: https://doi.org/10.24215/26183188e141

Resumen: En los más de 40 años de democracia ininterrumpida, Argentina no ha logrado desarticular un esquema neoliberal establecido a fines de la década de 1970 que se traduce en un ciclo económico de crisis-recuperación-estancamiento y nuevamente crisis. El actual gobierno encabezado por Javier Milei profundiza la desindustrialización, el endeudamiento y la dependencia económica, política y tecnológica. Como consecuencia, Argentina enfrenta un futuro de mayor descapitalización y empobrecimiento de la población, no solo económico, sino también cultural y de pérdida de derechos. En este marco la destrucción deliberada y sistemática de las capacidades científico-tecnológicas del país que se lleva adelante es inédita, al punto que se está produciendo un fenómeno caracterizado como cientificidio. Este artículo propone que para salir de esta situación se requiere de un Proyecto Nacional mayoritario centrado en la producción, el trabajo, la soberanía y la inclusión, que involucre la implementación de una política científico-tecnológica coherente y acoplada al resto de las políticas públicas. Se identifican las características clave que debe cumplir una política eficiente en materia de investigación y desarrollo, posibles áreas estratégicas y factores relevantes que deben tenerse en cuenta.

Palabras clave: Proyecto Nacional, CyT en Argentina, I+D en Argentina, políticas científico-tecnológicas.

Resumo: Em mais de 40 anos de democracia ininterrupta, a Argentina não conseguiu desmantelar um esquema neoliberal estabelecido no final da década de 1970, que se traduz em um ciclo econômico de crise-recuperação-estagnação e novamente crise. O atual governo liderado por Javier Milei aprofunda a desindustrialização, o endividamento e a dependência econômica, política e tecnológica. Como consequência, a Argentina enfrenta um futuro de maior descapitalização e empobrecimento da população, não apenas econômico, mas também cultural e de perda de direitos. Neste contexto, a destruição deliberada e sistemática das capacidades científico-tecnológicas do país que está sendo levada adiante é inédita, a ponto de estar ocorrendo um fenômeno caracterizado como cientificídio. Este artigo propõe que, para sair dessa situação, é necessário um Projeto Nacional majoritário centrado na produção, no trabalho, na soberania e na inclusão, que envolva a implementação de uma política científica e tecnológica coerente e alinhada com o restante das políticas públicas. São identificadas as características-chave que uma política eficiente em matéria de pesquisa e desenvolvimento deve cumprir, possíveis áreas estratégicas e fatores relevantes que devem ser levados em consideração.

Palavras-chave: Projeto Nacional, ciência e tecnologia na Argentina, P&D na Argentina, políticas científico-tecnológicas.

Abstract: In more than 40 years of uninterrupted democracy, Argentina has failed to dismantle a neoliberal model established in the late 1970s that has resulted in an economic cycle of crisis-recovery-stagnation and then crisis again. The current government led by Javier Milei is deepening deindustrialization, indebtedness, and economic, political, and technological dependence. As a result, Argentina faces a future of greater decapitalization and impoverishment of its population, not only economically, but also culturally and in terms of the loss of rights. In this context, the deliberate and systematic destruction of the country’s scientific and technological capabilities is unprecedented, to the point that a phenomenon characterized as scientificide is taking place. This article proposes that, in order to overcome this situation, a majority National Project focused on production, work, sovereignty, and inclusion is required, involving the implementation of a coherent scientific and technological policy that is aligned with other public policies. The key characteristics that an efficient research and development policy must meet, possible strategic areas, and relevant factors to be taken into account are identified.

Keywords: National Project, science and technology in Argentina, R&D in Argentina, science and technology policies.

Introducción

Argentina enfrenta el doble problema de un conflicto distributivo y un estancamiento económico. El primero se ve agudizado por el segundo. Si se toma el período 1970 a 2020 (Figura 1), Argentina incrementó su PBI per cápita a valores constantes un 23%. Estados Unidos y Alemania lo hicieron en un 130%. China 3500%, Corea del Sur 1500%. En el mismo período, Brasil y Uruguay incrementaron sus respectivos PBI per cápita a valores constantes en 130%. Chile y Paraguay, más del 200%. Bolivia, Ecuador, México y Perú, entre un 60 y 90%.

Incremento de PBI per cápita a valores constantes en el período 1970-2020 para Argentina (ARG), Bolivia (BOL), México (MEX), Perú (PER), Ecuador (ECU), Paraguay (PRY), Chile (CHL), Brasil (BRA), Uruguay (URY), Alemania (DEU), Estados Unidos (USA), Corea del Sur (KOR) y China (CHN). Valores promedio del período 1996-2020.
Figura 1
Incremento de PBI per cápita a valores constantes en el período 1970-2020 para Argentina (ARG), Bolivia (BOL), México (MEX), Perú (PER), Ecuador (ECU), Paraguay (PRY), Chile (CHL), Brasil (BRA), Uruguay (URY), Alemania (DEU), Estados Unidos (USA), Corea del Sur (KOR) y China (CHN). Valores promedio del período 1996-2020.
Fuentes: World Bank Open Data-Banco Mundial (https://datos.bancomundial.org) y Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Interamericana e Iberoamericana (ricyt.org).

El estancamiento económico de Argentina se expresa en un ciclo repetitivo de crisis-recuperación-estancamiento-déficit y nuevamente crisis. Las discusiones políticas se han centrado en cómo manejar el déficit o las crisis. Pero la salida a este círculo vicioso se encuentra en evitar el estancamiento. Y la única manera de lograrlo es mediante una acertada y decisiva política científico-tecnológica (CyT) acoplada coherentemente a las demás acciones de gobierno con el objetivo de mejorar las actividades económicas a un ritmo superior al del progreso global. Caso contrario, el conjunto de actividades que conforman la economía argentina seguirá perdiendo valor en los mercados internacionales, y el país continuará por el sendero de incrementar la pobreza y agudizar el conflicto distributivo.

En términos de inversión en Investigación y Desarrollo (I+D), si se deja de lado la reciente desinversión promovida por el gobierno encabezado por Milei, Argentina venía invirtiendo, con altibajos, alrededor de un 0,5% de su PBI1, con una participación privada no mayor al 20%. Este nivel de inversión y participación del sector privado es similar a los de Corea del Sur a inicios de la década de 1970 (Figura 2). Pero a diferencia de Corea del Sur, Argentina no cuenta con un plan de industrialización y aprendizaje tecnológico.

Inversión total de Corea del Sur en I+D expresada en % PBI (curva, eje derecho) y composición público-privado de la inversión (barras, eje izquierdo) en función del tiempo.
Figura 2
Inversión total de Corea del Sur en I+D expresada en % PBI (curva, eje derecho) y composición público-privado de la inversión (barras, eje izquierdo) en función del tiempo.
Fuente: Suh y Chen (2008).

Al igual que la mayoría de los países periféricos, Argentina se encuentra en una situación desventajosa para encarar un proceso de desarrollo. Gran parte del poder económico se encuentra concentrado en una minoría cuyos intereses están directamente ligados a un esquema de corte neoliberal basado en la financierización de la economía y, por lo tanto, no tiene interés alguno en un proyecto de desarrollo productivo nacional. Este esquema de dependencia se mantiene en el tiempo a través de una alianza entre los principales beneficiarios locales y los centros de poder mundial (Choi, 1988; Herrera, 1973, 2015). El gobierno de Milei se encuentra reforzando esta alianza con el resultado de una mayor primarización, extranjerización y financierización de la economía. Este modelo de país no necesita de ciencia ni tecnologías propias y por eso se está llevando a cabo una deliberada y sistemática destrucción de las capacidades científico-tecnológicas del país, fenómeno caracterizado como cientificidio (Liaudat y Bilmes, 2024; De Ambrosio y Koop, 2025).

Sin embargo, Argentina tiene importantes capacidades para salir de esta situación. Es nada menos que el octavo país con mayor territorio del planeta, cuenta con importantes recursos naturales y una biodiversidad envidiable. Es, además, un país marítimo con más de 4000 km de costa atlántica y una superficie marítima equivalente a unos dos tercios de la superficie terrestre. Cuenta con un entramado empresarial, educativo y científico-tecnológico de nivel intermedio y con logros específicos importantes. Numerosos artistas, deportistas, científicos, ingenieros, empresarios y líderes sociales argentinos se han destacado y se siguen destacando en el mundo.

En este artículo se propone que para salir de esta situación se requiere de un Proyecto Nacional mayoritario con visión de futuro, centrado en la producción, el trabajo, la soberanía y la inclusión, que involucre la implementación de una política científico-tecnológica ambiciosa, coherente y acoplada al resto de las políticas públicas. Para ello se identifican las características clave que debe cumplir una política eficiente en materia de I+D y se discuten posibles contribuciones de áreas estratégicas de Argentina.

Un proyecto nacional con visión de futuro

Todos los países que lograron desarrollarse lo hicieron mediante estrategia, planificación y acciones decisivas de sus gobiernos enmarcadas en un proyecto nacional de aprendizaje y mejora que convoque cada vez a más ciudadanos a trabajar e invertir en el país (Gullo, 2010, 2012; Studwell, 2014). El establecimiento de un proyecto nacional mayoritario es la única manera de contrarrestar los fuertes intereses establecidos, tanto locales como externos, que se benefician de una economía primarizada y concentrada. Un proyecto nacional no es ninguna utopía. Debe ser ambicioso pero realista, posible y capaz de movilizar a la sociedad hacia el bienestar común. En su versión más elemental debe definir de qué vamos a vivir: qué vamos a comprar, qué vamos a producir y qué vamos a vender; de qué vamos a trabajar, nosotros y nuestros hijos. Luego puede, además, definir cómo queremos que sean nuestros campos, pueblos y ciudades, cómo queremos que sea nuestro estilo y calidad de vida2.

En caso de un futuro gobierno que apunte a dejar atrás el esquema de atraso y dependencia, todas sus acciones deberán estar guiadas por un proyecto nacional claro que defina hacia dónde se dirigen los esfuerzos para los siguientes cinco, diez o veinte años, de manera de evitar acciones individuales, sectoriales y cortoplacistas. El proyecto nacional debe ser único e impulsado desde la más alta política porque define a las demás acciones de gobierno: qué educación e infraestructuras hacen falta; qué política exterior, económica y financiera se requiere; qué áreas son prioritarias para la investigación y la innovación; qué tecnologías conviene adquirir y cuáles se deberían desarrollar localmente.

Es importante notar que el conjunto de actores que se benefician del esquema económico neoliberal y dependiente no es homogéneo. Algunos estarían dispuestos a acompañar un proyecto nacional de desarrollo siempre y cuando sus beneficios económicos no se vean afectados. Otros no. Es clave identificar a los primeros como posibles aliados porque la velocidad necesaria de ejecución de inversiones y de aprendizaje no puede alcanzarse sin una participación creciente del sector privado, que a su vez requiere de incentivos adecuados y la confianza en un plan nacional coherente y estable. Un síntoma claro que demuestra la ausencia de un proyecto nacional convocante y con visión de futuro, común a muchos países periféricos, es la “fuga de divisas”, donde la riqueza generada es invertida fuera del país, la cual no se limita a multinacionales ni a la minoría que concentra el poder económico, sino que incluye a empresas nacionales de todos los tamaños y a ciudadanos comunes que atesoran moneda extranjera (Kar et al., 2015).

Una política eficiente en I+D

El principal motor del crecimiento económico permanente es la innovación, es decir el proceso de aplicar conocimientos y tecnologías para brindar nuevas soluciones a demandas sociales. Sin innovación, cualquier ventaja competitiva se diluye y la economía se estanca y deteriora. Incrementar las capacidades de innovación no es algo que ocurra de manera espontánea ni por acción de los mercados, requiere de políticas específicas. De igual modo, hay que tener en cuenta que ningún país ha logrado sostener su competitividad con la acción exclusiva del sector público, y que ningún país se ha desarrollado sin dominar tecnologías localmente. Solo es posible comprar las tecnologías que otros están dispuestos a vender. Y nadie entrega una tecnología que es clave para su propia competitividad. Esto impone la necesidad de desplegar una política científico-tecnológica eficiente, la cual debe cumplir siete características básicas:

  1. 1. Estar enmarcada en un proyecto nacional. Como ya se mencionó, las características, necesidades y prioridades establecidas en este Proyecto Nacional, definen la orientación de la política CyT, las áreas prioritarias para la investigación y la innovación y qué tecnologías es necesario dominar.
  2. 2. Tener una magnitud adecuada. Las políticas de I+D deben tener la magnitud adecuada para generar aprendizaje e innovación a velocidad superior a la del progreso global. Una métrica clave es la velocidad a la que se incrementa la inversión total (pública+privada) en I+D como porcentaje del PBI. Los países avanzados van a un ritmo promedio de alrededor de 0,03% del PBI por año. China a más del doble: 0,08% del PBI por año. Argentina acumula retraso a una velocidad de 0,01% del PBI por año (Figura 3). Esta métrica es muy poderosa porque alcanzar los valores necesarios requiere un involucramiento conjunto del sector público y del sector privado.
  3. 3. Tener continuidad. Las políticas de I+D deben sostenerse y mejorarse. Los procesos de I+D tienen tiempos naturales de lustros o décadas. Las interrupciones, ya sean políticas o económicas, obstaculizan la acumulación de experiencia y reducen la velocidad de aprendizaje.
  4. 4. Estar acoplada a otras políticas clave. La política CyT debe estar íntimamente acoplada y coordinada con las demás: económica, productiva, comercial, educativa, exterior, seguridad, defensa, salud y territorial. Todo bajo el paraguas del Proyecto Nacional.
  5. 5. Generar, retener y atraer talentos. La disponibilidad de personal especializado suele ser el factor limitante para la velocidad del desarrollo. Es necesario perfeccionar constantemente los sistemas educativos, acelerar la formación de expertos y aplicar estrategias para retener el talento local y atraer profesionales de otros países, incluidos los compatriotas que emigraron.
  6. 6. Asignar roles y misiones claras para cada actor. Las políticas de I+D y sus instituciones deben asignar roles y acciones claras a cada actor: universidades, centros de investigación científica, demandantes de tecnología (empresas), instituciones intermedias de innovación y al propio gobierno. Una asignación equívoca de roles o una burocracia ineficiente diluyen las responsabilidades y obstaculizan el avance.
  7. 7. Estar sometida a revisión y adaptabilidad. La estrategia y las políticas de I+D deben ser dinámicas, adaptándose a las distintas etapas del desarrollo del país y a las condiciones cambiantes del avance global. Esto implica monitoreo continuo y correcciones de rumbo oportunas, no cambios drásticos, para sostener el aprendizaje, mantener la relevancia y la competitividad.

Evolución de la inversión en I+D total (pública y privada) expresada en porcentaje del PBI para 6 países de referencia: Alemania (DEU), Estados Unidos (USA), China (CHN), Malasia (MYS), Brasil (BRA) y Argentina (ARG).
Figura 3
Evolución de la inversión en I+D total (pública y privada) expresada en porcentaje del PBI para 6 países de referencia: Alemania (DEU), Estados Unidos (USA), China (CHN), Malasia (MYS), Brasil (BRA) y Argentina (ARG).
Fuente: World Bank Open Data-Banco Mundial. (https://datos.bancomundial.org/). Las rectas son ajustes lineales de los que se obtienen las velocidades promedio de incremento de la inversión mostradas a la derecha.

Posibles áreas estratégicas para una política CyT enmarcada en un Proyecto Nacional

La definición de áreas estratégicas es crucial porque la capacidad de acción inicial es limitada. Debería contemplar tanto en tiempo presente como futuro las capacidades y recursos disponibles, su distribución en el territorio, el potencial de ocupar a la población en buenos trabajos, la oportunidad comercial a nivel global (exportaciones), el balance de divisas y los incentivos a la reinversión. Para resolver esta cuestión es necesario comprender las tecnologías actuales, las que pronto aparecerán y las que podrían aparecer para cambiar significativamente las reglas de juego. Hay varios sectores que aparecen como evidentemente favorables para Argentina:

Hay además otros sectores donde Argentina ya destaca o puede destacarse, como son el sector farmacéutico y de biomedicina, el turismo, alimentos y gastronomía, construcciones energéticamente eficientes, la industria satelital tanto en lo que es hardware como aplicaciones y servicios, el diseño industrial, metalurgia y artes audiovisuales. Otros sectores con menor nivel de desarrollo actual deberían tenerse en consideración de acuerdo a las capacidades que se vayan desarrollando como posibles apuestas al futuro. Los distintos sectores productivos deben ser impulsados de manera combinada para que en su conjunto generen los efectos necesarios para el crecimiento económico sostenido: aprendizaje tecnológico para mejorar incrementalmente la productividad y el balance de divisas, desarrollo personal y profesional de la población, y distribución territorial de la actividad, el empleo y la reinversión.

Factores relevantes que deben tenerse en cuenta en una política de CyT

Conclusiones

Argentina tiene la capacidad y los recursos para salir del estancamiento y construir un futuro posible de prosperidad. Esto requiere de visión, voluntad política y consenso social para llevar adelante un Proyecto Nacional que vincule el conocimiento con la producción, la educación con la industria, las ideas con el bienestar colectivo y que además incentive la reinversión, el aprendizaje y la innovación.

La transformación implica reformular el manejo de la ciencia, la tecnología y la innovación para que pasen a ocupar un rol central en el resto de las políticas. Implica también una actualización institucional profunda, asignando roles claros a las universidades, centros de investigación, institutos de innovación sectoriales, empresas y gobierno, desburocratizando procesos y fomentando la calidad. El camino es difícil, ya que implica transformar intereses poderosos arraigados en un modelo de país basado en la primarización, extranjerización y financierización de la economía. Sin embargo, la experiencia histórica de otros países y los propios éxitos puntuales de Argentina demuestran que es un camino posible. Es tiempo de abandonar la resignación y asumir, de una vez por todas, que la ciencia y la tecnología no son lujos, sino herramientas fundamentales para dejar de ser pobres.

Referencias

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De Ambrosio, M. y Koop, F. (2025). ‘Scienticide’ in Argentina sparks huge protest by researchers. Nature, 642, 282–283. https://doi.org/10.1038/d41586-025-01688-7

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Schetter, U., Diodato, D., Protzer, E., Neffke, F. y Hausmann, R. (2024). From products to capabilities: Constructing a genotypic product space. Growth Lab Working Paper Series, 230. https://econpapers.repec.org/RePEc:glh:wpfacu:230

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Secretaría de Políticas Universitarias. (2021). Síntesis de Información Estadísticas Universitarias 2020-2021. Ministerio de Educación de la Nación.

Studwell, J. (2014). How Asia works: Success And failure in the world’s most dynamic region. Profile Books.

Notas

1 El nivel de inversión total de 2024 y 2025 se ha visto reducido dramáticamente. Las estimaciones indican que por debajo del 0,2 % PBI.
2 Para la discusión sobre la definición de un proyecto nacional, es ineludible la obra de Oscar Varsavsky: Proyectos nacionales. Planteos y estudios de viabilidad (1971) y Hacia una política científica nacional (1972). Si bien algunos conceptos y debates han quedado desactualizados, la perspectiva analítica propuesta por Varsavsky sigue siendo pertinente.
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