@article{Roldán_Gerlero_2019, title={LA PENALIDAD EN BUENOS AIRES: UN ANÁLISIS DESDE LA LITERATURA CARCELARIA Y LA ECONOMÍA POLÍTICA DEL CASTIGO}, volume={6}, url={https://revistas.unlp.edu.ar/InvJov/article/view/6945}, abstractNote={<p>La prisión es una palabra problema y no una palabra solución. Comenzar el estudio de la cuestión carcelaria es pensar en complejos entramados de funcionamientos, prácticas, estructuras y subjetividades. Los efectos de la prisión no se limitan a sus muros externos; lo que significa que la institución no sólo hace mella sobre la subjetividad del sujeto prisionizado, sino que se extiende a su entorno social (barrial, familiar, laboral). Esto nos lleva a estar atentos a una serie de vinculaciones relacionales que hacen de los estudios carcelarios una red de redes de poderes. <br> En este sentido, serán variadas las formas de calificar a la cárcel. Lila Caimari (2012) otorga a la prisión argentina el rótulo de cárcel-pantano y no de penitenciaria-panóptico o de cárcel-laboratorio. Otros rótulos calificativos encuentra la prisión -según su función social- en las ciencias sociales: algunos hablan de ella como cárcel-depósito, cárcel-vertedero (Bauman, 2008; Lewkowicz, 2012) o cárcel-galpón (Lewkowicz, 2012), o la comparan con campos de concentración nazis (Christie, 1993), o la identifican como "zonas de cuarentena" (Garland, 2005), o como instituciones totales (Goffman, 2001). Claro está que todos estos motes con los cuales se referencia a la prisión pueden denotarse como estructuralistas y universalistas; como una suerte de holograma que nunca es inclinado. Con esto quiero decir que el anhelo de colocarle un adjetivo a la cárcel que dé cuenta de una realidad total, es si no ilusorio al menos demasiado pretensioso. Esto es una parcialidad que sólo se sostiene en la idea de durabilidad o perpetuación de este tipo de castigo o penalidad. Ya que si la cárcel solamente encontrara asidero en la privación de la libertad -en la aplicación de reglas jurídicas o como un indicador de las estructuras sociales-, seguramente ya hubiera desaparecido hace tiempo. Pero la institución carcelaria -pensada como un dispositivo- se ha mantenido y reivindicado funcionalmente a lo largo de la historia; guardándose un lugar privilegiado en la contingencia punitiva.</p> <p>Toda esta cuestión se complejiza con los nuevos análisis de la economía política de la penalidad, centrados en la utilización de metodologías de correlación y regresión para identificar la severidad penal en estudios comparativos de varias sociedades industriales y post-industriales. Aquí la tasa de encarcelamiento juega un papel preponderante, aun cuando en el devenir de esas investigaciones desde la seminal obra "Pena y estructura social" (1939) se han tomado otras variables para dar cuenta del aumento o la disminución de la severidad penal en las sociedades de la modernidad tardía. En este sentido, las actuales investigaciones están advirtiendo la necesidad de utilizar tanto metodología cuantitativa como cualitativa para lograr análisis más integrales de la problemática de la prisionización. La literatura y la economía política se mixturan en este trabajo para lograr un equilibrio que pueda acercarse a esa completud necesaria en una cuestión que no puede explicarse desde la economía solamente, sino que necesita de los estudios culturales y políticos.</p>}, number={Especial}, journal={Investigación Joven}, author={Roldán, Nahuel and Gerlero, Mario S.}, year={2019}, month={mar.}, pages={113} }