@article{Duarte_Caballero_Porta_2019, title={SOBRE LA FIGURALIDAD EN EL CINE: BERGSONISMO, PEIRCEANISMO Y WHITEHEADISMO}, volume={6}, url={https://revistas.unlp.edu.ar/InvJov/article/view/7145}, abstractNote={<p>Este resumen pretende dar cuenta de algunos avances teóricos propiciados por el proyecto de tesis de doctorado en Comunicación "Na(rra)ciones imaginarias: figuraciones de la historia en la obra de Jorge Acha". En concreto, se trata de una indagación sobre ciertas conceptualizaciones en torno a las nociones de representación y figuración, y su pertinencia para la teoría cinematográfica en particular, sus diferencias y solapamientos, poniendo el énfasis en el segundo término.<br> Erich Auerbach (1984) realizó el estudio más renombrado en torno a la noción de figura. En primer lugar, rastrea su raíz etimológica: se emparenta con fingere, figulus, fictor y effigies. Así, se la puede entender como "forma plástica". Asimismo, Jean-François Lyotard consideró que la figuralidad consiste en la descomposición de la oposición palabra-imagen.<br> Para Julia Kratje y Agustina Pérez Rial, la figuración constituye una operación clave en la producción de sentido, y la separan de la representación. Las autoras señalan que, para Arthur Danto, desde Aristóteles hasta el siglo XIX e incluso el XX se establecía que la obra de arte debía ser mimética, imitación del mundo. Así, asocian lo representacional a esta facultad. El cine fotográfico, por su indicialidad, estaría ontológicamente constituido para la representación. Su consolidación habría contribuido a la ‘liberación’ de las artes plásticas del yugo imitativo y, en consecuencia, al surgimiento de la vanguardia en ese ámbito.</p> <table> <tbody> <tr> <td> <p><em>199</em></p> </td> </tr> </tbody> </table> <p>La visión deleuziana, basada con fuerza en la filosofía de Henri Bergson, parece sostener buena parte de las posiciones a favor de una noción de figuración por sobre la de representación. Empero, hay otra forma de entender la representación que pone en entredicho la concepción del filósofo francés. Se trata de la implicada en la particular fenomenología (faneroscopía) del lógico Charles Sanders Peirce: sólo podemos pensar en signos, el signo media siempre entre nosotros y lo real. Aquí la representación pasa a ser no un acto psicológico  sino un producto de la Terceridad (categoría ontológica), por lo tanto, un hecho de la realidad independiente de cualquier mente humana. Y es a la noción psicológica de representación —como copia mimética degradada— a la que se opone cierta filosofía, por lo que la perspectiva peirceana permite rehabilitar el concepto.</p> <p>Steven Shaviro propone una alternativa en la discusión sobre figuración y representación, al partir en sus especulaciones de la filosofía orgánica del matemático británico Alfred North Whitehead. Éste rehuye del psicologismo y otorga un rol menor a la representación, a la que no considera en sentido peirceano. Es Adrian Ivakhiv quien, basándose en la filosofía procesual-relacional de Whitehead y en la tricotomía de Peirce, elabora una división tripartita de la cosmomorfia cinematográfica (creación de mundos, figuración y representación aunadas): geomorfía, animamorfia y antropomorfia. Éstas son tres perceptualidades a las que deben sumarse tres materialidades y tres socialidades (se adjunta esquema).</p>}, number={Especial}, journal={Investigación Joven}, author={Duarte, Ezequiel Iván and Caballero, María Mónica and Porta, Paula Inés}, year={2019}, month={abr.}, pages={199–200} }