las ideas desean reproducirse
como parásitos

una idea que se vuelve recurrente
es un parásito feliz que logró descendencia

lo importante es tener pocas ideas
poder vigilarlas, no al revés

Cada uno posee su animal (Reescritura del poema homónimo de Antonio Cisneros)

Cada uno posee su animal.
La gorgona apunta sin jamás equivocarse,
poco ruido hace el cáncer cuando masca,
el cabro montés idolatra su pezuña,
la arveja cruda guarda silencio,
y a pesar de su gran rabo la culebra
aplasta siempre en el lugar preciso.

Mi sangre enloquece a los mosquitos
que se hinchan y flotan hasta lo alto,
el vino migra de entrañas
en obsequio a dioses de ocho pulgares
y dos pedipalpos.

Sobre cada muerto los animales cantan
el ciclo de la sangre.

el festín de las aves

adelanté la mañana arriando gaviotas
rumbo a la ciudad
me invadían los extremos de algo incierto
que en cuanto más lo acercaba más grande era y desaparecía
(el remate de cualquier chiste es inocuo
para quien desconoce su antecedente)

sobre mi paso encontraba peces muertos
todos ellos de un mismo lado
cada uno yacía
del lado que se oculta a la mirada

un milagro —pensé
los maté con los ojos

* * *

el problema con los ruidos
es que son indiciales
por eso cuando un ruido no te suena
se vuelve intrigante e incómodo y hasta parece peligroso

cuando un signo no encuentra su objeto
tiene que hacerlo
entonces se deduce lo sobrenatural
y es mejor huir