Artículos de investigación

Comprensión, análisis y crítica de los lugares comunes en distintos contextos

Understanding, analysis, and critique of commonplaces across diverse settings

Alejandro López García
Bachillerato de Bellas Artes, Universidad Nacional de La Plata, Argentina
Esteban Orsini
Bachillerato de Bellas Artes, Universidad Nacional de La Plata, Argentina
Bruno Sebastián Sbrancia
Bachillerato de Bellas Artes, Universidad Nacional de La Plata, Argentina

Plurentes. Artes y Letras

Universidad Nacional de La Plata, Argentina

ISSN: 1853-6212

Periodicidad: Anual

núm. 15, e081, 2024

plurentes@bba.unlp.edu.ar

Recepción: 10 Septiembre 2024

Aprobación: 30 Septiembre 2024

Publicación: 29 Octubre 2024



DOI: https://doi.org/10.24215/18536212e081

Resumen: Este artículo aborda el concepto de "lugares comunes", definiéndolos como afirmaciones simplificadas o distorsivas y generalmente aceptadas sin crítica, que desempeñan un papel clave en la construcción de discursos e identidades colectivas. Mediante un enfoque dialéctico, se analizan los componentes y microcomponentes de los lugares comunes, tales como sus simplificaciones y distorsiones. Se examinan los efectos abusivos de su uso, los cuales desafían el análisis crítico y promueven la polarización. En último lugar, se analizan ejemplos en distintos ámbitos como la educación, la política, la publicidad, y las redes sociales.

Palabras clave: lugares comunes, análisis dialéctico, simplificaciones, distorsiones, discusión crítica.

Abstract: This article addresses the concept of "commonplaces," defining them as simplified or distorting statements generally accepted without criticism, which play a key role in the construction of discourses and collective identities. Through a dialectical approach, the components and microcomponentes of commonplaces, such as their simplifications and distortions, are analyzed. The abusive effects of their use, which challenge critical analysis and promote polarization, are examined. Lastly, examples in various fields such as education, politics, advertising, and social networks are discussed.

Keywords: commonplaces, dialectical analysis, simplifications, distortions, critical discussion.

1. Concepto de lugar común

Un lugar común se refiere a una afirmación simplificada, distorsionada y abusiva1, que ha sido difundida y aceptada como verdad por personas influyentes dentro de un colectivo2. Estas afirmaciones se convierten en pilares discursivos que ofrecen aceptación3 y sofisticación a los miembros del grupo que las emplean, al tiempo que actúan como salvaguarda contra la crítica potencial al evitar o mitigar la oposición interna. Los lugares comunes se construyen principalmente en el ámbito verbal basándose en opiniones más que en hechos concretos y en «lo que se dice» más que en «lo que se observa».

Estos lugares comunes suelen presentarse como incontestables y se asumen como verdades absolutas sin necesidad de evidencia. Constituyen la base de las identidades dentro de un grupo, dan forma a un discurso que reinterpreta el pasado, el presente y el futuro, y establecen a su vez las bases para una ideología específica. Además, los lugares comunes ocultan apropiaciones: la toma de posesión de causas significativas para la sociedad, que sirven como fundamentos de creencias compartidas. Es por ello por lo que estas afirmaciones suelen postular reglas de comportamiento, principios o declaraciones con una significativa carga moral o política. Es decir, consisten en juicios de valor, o los suponen, y pretenden, como tales, tener incidencia en los cursos de acción de las personas que pertenecen a un determinado colectivo o que se busca persuadir.

Es importante destacar que los lugares comunes no se limitan al ámbito verbal; también se manifiestan con frecuencia en discursos visuales, tales como las imágenes publicitarias y los contenidos de las redes sociales. Estas representaciones visuales refuerzan y amplifican los lugares comunes, y contribuyen a la construcción y consolidación de narrativas ideológicas. A su vez, la ubicuidad de estos elementos en diversos medios de comunicación potencia su impacto en la percepción colectiva.

Ahora que hemos establecido una comprensión clara del concepto de lugar común y su impacto en diversos ámbitos de la comunicación, es importante considerar cómo podemos abordar críticamente estas afirmaciones. Para ello, pasaremos a explorar un enfoque analítico específico: el análisis dialéctico de los lugares comunes.

2. Análisis dialéctico de los lugares comunes

La perspectiva que buscamos desarrollar para el análisis y la crítica de los lugares comunes es la dialéctica4. En otras palabras, nuestra intención es examinar estos lugares comunes en el contexto de un diálogo entre un proponente, que expresa el lugar común, y un oponente, que lo escucha e intenta extraer más información de este, en colaboración con el proponente. Suponemos que el lugar común se manifiesta en un diálogo argumentativo, donde puede adoptar cualquier posición entre los componentes de un argumento: tesis, datos, garantías, respaldos e incluso salvedades.

Como es propio de un diálogo argumentativo, el oponente, encargado de desarrollar la contraargumentación, plantea una serie de preguntas, que denominamos analíticas5. Su objetivo es lograr que el proponente aclare su argumento, manifestando y desarrollando todos sus componentes, incluso los implícitos6. Cuando uno de estos componentes es un enunciado que refiere a un lugar común, es necesario profundizar aún más en lo no expresado. Con este fin, dirigiremos nuevas preguntas hacia lo que llamamos microcomponentes de un argumento, refiriéndonos específicamente a las simplificaciones (omisiones y generalizaciones) y a las distorsiones del sentido general de una idea que posibilitaron la construcción de un lugar común.

Tabla 1
Resumen de los microcomponentes de los lugares comunes
Tipo Concepto Ejemplos Preguntas
Simplificaciones
1. Omisión de referencia específica en el sujeto o en el objeto Omisión de elementos esenciales (sujeto, objeto) para completar el sentido de la afirmación. “Los estudiantes hoy no tienen interés en aprender” ¿A qué estudiantes se refiere en particular? ¿No tienen interés en aprender algo en específico o en un modo de aprender?
2. Omisión del verbo o experiencia El verbo omite la conducta real o una experiencia emocional o sensorial previa. “Los docentes se sienten frustrados con la docencia” ¿Qué significa sentirse frustrado? ¿En qué consiste esta frustración? ¿Qué quisieran hacer y no lo logran?
3. Generalización de afirmaciones Extensión de un suceso singular o varios de ellos a todas las situaciones, tiempos, personas, etc. “No hay compromiso de los alumnos con el aprendizaje” ¿Ninguna estrategia de enseñanza podría lograr que al menos algunos alumnos puedan comprometerse con tus propuestas didácticas?
Distorsiones
1. Afirmaciones imaginadas como reales Tomar percepciones o suposiciones como verdades objetivas sin evidencia. “Cederle el lugar a una mujer es machista” ¿Cómo sabes la intención de las personas cuando ceden su lugar a una mujer? ¿Qué evidencias tienes de que esto es cierto?
2. Relaciones causales directas Establecer que algo conduce directamente a otra cosa sin considerar otros factores. “Estos discursos generan odio” ¿Qué otros factores podrían estar contribuyendo a generar odio? ¿Existen ejemplos específicos donde su discurso haya provocado esa reacción? ¿Es posible que diferentes personas interpreten su discurso de diversas maneras? ¿Cabe la posibilidad de que se esté confundiendo enojo o indignación con odio?
3. Diferencias semánticas como equivalentes Presentar diferencias semánticas como equivalentes, distorsionando el significado. “No cumplir con las tareas significa irresponsabilidad” ¿Qué significa ser irresponsable en este contexto? ¿Existen otras razones por las que no trajeron los apuntes? ¿Esta acción específica define su carácter general?

3. Análisis de un ejemplo:

En una discusión crítica, la naturaleza abusiva de los lugares comunes se manifiesta en cómo pueden ser utilizados para eludir la profundización en los temas, evitar la presentación de evidencias concretas, y esquivar preguntas difíciles o contraargumentos. Esencialmente, su carácter abusivo radica en cómo se aprovechan de las tendencias cognitivas y emocionales humanas para ganar aceptación y difusión dentro del debate, a menudo a expensas de un entendimiento más profundo y matizado de los temas en cuestión. Reconocer esta naturaleza abusiva es crucial para mantener la integridad y productividad de una discusión crítica.

Reparemos en el siguiente diálogo hipotético entre un proponente y un oponente:

Prop: Los estudiantes no se interesan por lo que se propone en las aulas porque la escuela sigue enseñando como hace cien años. La sociedad cambió, la tecnología avanzó y la escuela sigue siendo la misma de siempre.

Op.: ¿Te parece realmente que la escuela sigue enseñando igual que antes?

Prop.: ¡Es más que obvio!

Op.: ¿Creés que ésa es la causa de la “falta de interés” de los estudiantes, tal como decís?

Prop.: No me digas que pretendés defender este tipo de educación arcaica y conservadora. ¡No pensé que fueras tan retrógrado, actualizate un poco! Acá nosotros creemos que hay que cambiar las estructuras.

No hace falta suponer cómo podría continuar este diálogo. Es claro que las respuestas del proponente obturan la posibilidad de profundizar en la indagación del punto de vista que pretende defender y lo hace planteando que sería absurdo sostener lo contrario. Más aun, se deja entrever un tono acusatorio hacia el oponente, un cuestionamiento de carácter personal o moral. Además, en la última intervención, el proponente deja en claro que hay un respaldo colectivo a su punto de vista: hay un “nosotros” para el cual este principio reviste un carácter “sagrado” de manera tal que lo que se está poniendo en juego es una cuestión identitaria para dicho colectivo. Difícilmente una conversación de estas características progrese hacia una comprensión más profunda y fundamentada del tema abordado.

Pasemos ahora al análisis dialéctico de este lugar común frecuente en los discursos sobre educación con el objetivo de profundizar en su significado e implicaciones a través de una serie de preguntas, no para desacreditar la afirmación, sino para enriquecer su comprensión y promover un diálogo más informado.

1° Las simplificaciones

2° Las distorsiones

Hay varias distorsiones y aquí presentamos algunas de ellas:

Conclusiones

El lugar común "Los estudiantes no se interesan por lo que se propone en las aulas porque la escuela sigue enseñando como hace cien años" representa un intento de identificar la causa de una problemática que está atravesando la educación en la actualidad, a saber, la relación muchas veces conflictiva entre los estudiantes y los hábitos que son necesarios para progresar en el aprendizaje. Está animado por una vocación de transformación de las instituciones educativas a fin de que éstas logren alcanzar uno de sus objetivos fundamentales. Sin embargo, como hemos visto, adolece de ciertas simplificaciones y distorsiones que lo convierten en problemático y pasible de ser sometido a un examen crítico.

Esta afirmación resuena con el público principalmente porque apela a la polaridad cambio-conservación. Es atractivo pensar que un problema complejo como el mencionado tiene su origen en la reticencia a implementar transformaciones en el sistema educativo. En sociedades como las contemporáneas, caracterizadas por su incansable dinamismo, resulta muy tentador argumentar apoyándose en esta polaridad y ubicándose en el grupo de los partidarios del cambio, por oposición a un grupo indeterminado que, ignorando la evidencia, defendería ideas conservadoras. De este modo, se pretende generar aceptación y apoyo al transmitir una visión clara de lo que debería hacerse para mejorar el sistema educativo. Además, sirve como una salvaguarda ante críticas potenciales, especialmente al intentar minimizar la oposición calificando moralmente de manera negativa a quienes planteen objeciones o dudas.

Así pues, a pesar de la presencia de estos elementos que buscan generar consenso, no todos los miembros del colectivo educativo estarán necesariamente de acuerdo con este lugar común. Es decir, mientras que este enunciado busca resonar con el público proporcionando un terreno común y reduciendo la oposición interna, un análisis más detallado puede generar debates y desacuerdos dentro del colectivo educativo. Su función mitigadora de críticas y desacuerdos expresa una cierta precaución y reconocimiento de posibles divergencias en la toma de decisiones. Podríamos preguntarnos, por ejemplo, si es razonable plantear estas cuestiones controvertidas y complejas en términos de polaridades (“o bien esto, o bien aquello”). ¿No sería más criterioso reflexionar procurando integrar los dos términos, cambio y conservación?

El análisis detallado de este ejemplo nos ha permitido ver cómo los lugares comunes pueden ser descompuestos y examinados críticamente. Sin embargo, es importante reconocer que éstos no se limitan al ámbito de la educación. De hecho, permean diversos aspectos de nuestra vida cotidiana y del discurso público. Para ampliar nuestra comprensión, mostraremos a continuación una variedad de ejemplos de lugares comunes en diferentes contextos, lo que nos ayudará a reconocer su presencia ubicua y a desarrollar una mirada más crítica hacia estas expresiones.

4. Más ejemplos de lugares comunes y sus lecturas a partir de la noción propuesta

Estos ejemplos ilustran cómo los lugares comunes se utilizan en diversos contextos para comunicar mensajes que buscan resonar con el público, simplificar ideas complejas, apelar a emociones y valores compartidos, y promover ciertas narrativas o comportamientos. Al analizarlos críticamente, podemos ver cómo estas frases pueden limitar el pensamiento crítico y ocultar matices importantes de las situaciones que pretenden describir o abordar.

5. Conclusión general

A lo largo de este análisis, hemos explorado el concepto de lugar común, examinado su estructura a través del análisis dialéctico, y observando su presencia en diversos contextos de nuestra sociedad. Este estudio ha puesto de relieve la importancia de desarrollar una conciencia crítica hacia estas expresiones aparentemente inofensivas, pero potencialmente muy influyentes.

Los lugares comunes, al simplificar ideas complejas y evocar respuestas emocionales, pueden ser herramientas poderosas de persuasión y construcción de identidad grupal. Sin embargo, también pueden limitar el pensamiento crítico y ocultar realidades más complejas. Al aprender a reconocerlos y cuestionarlos, podemos fomentar un diálogo más rico y matizado en nuestras interacciones sociales y debates públicos.

La capacidad de analizar críticamente los lugares comunes nos equipa con herramientas valiosas para navegar el panorama comunicativo contemporáneo. Nos permite ir más allá de las simplificaciones y buscar una comprensión más profunda de los temas que dan forma a nuestra sociedad. En última instancia, este enfoque crítico puede contribuir a una comunicación más efectiva y a una toma de decisiones más informada en todos los ámbitos de la vida pública y privada.

Referencias

Haidt, J. (2019). La mente de los justos (Trad. A. G. Maldonado). Planeta. (Trabajo original publicado en 2012). https://doi.org/978-84-234-3021-5

López García, A. (2024). Preguntar y contraargumentar. En J. Mentasti, A. López García y A. Giacomín (Coords.), Pensar en trama. Indagaciones filosóficas, lógicas y psicológicas (pp. 113-124). Edulp.

Platón (2007). Diálogos II. Gorgias, Menéxeno, Eutidemo, Menón, Crátilo. RBA Coleccionables.

Toulmin, S., Rieke, R. y Janik, A. (2018). Una introducción al razonamiento (Trad. J. Gascón). Palestra Editores. (Trabajo original publicado en 1979).

Van Eemeren, F., Grootendorst, R. y Snoeck Henkemans, F. (2006). Argumentación: análisis, evaluación, presentación (Trad. R. Marafioti). Biblos. (Trabajo original publicado en 2002)

Notas

1 El término 'abusivas' aplicado a estas afirmaciones se refiere a su naturaleza de eludir la crítica, proporcionando un refugio frente al riesgo de oposición. Al basarse exclusivamente en expresiones verbales, estas afirmaciones se erigen como indiscutibles, al mismo tiempo que facilitan la apropiación de causas ampliamente compartidas en la esfera pública. Este carácter 'abusivo' radica en su capacidad para imponerse sin cuestionamientos, al tiempo que permiten una toma de posesión de las narrativas colectivas sin un análisis crítico adecuado.
2 Un colectivo es una agrupación horizontal y equitativa de individuos que colaboran activamente en la toma de decisiones y en la realización de acciones, compartiendo un objetivo común y operando de manera autónoma y autogestionada. Se distingue de un grupo por su estructura horizontal y equitativa, y del pseudo-colectivo por su autenticidad en la participación y ausencia de manipulación externa.
3 A falta de un término técnico específico que describa la aceptación acrítica de un valor o de una noción, expresada simplemente con la afirmación 'eso suena bien', proponemos el uso del término metafórico 'resonancia' o del verbo 'resonar'. En este contexto, se refiere a la capacidad de una idea para generar una respuesta emocional o una conexión intuitiva con el receptor, sin un análisis crítico profundo. Así, cuando se dice que un concepto 'resuena', se indica su capacidad para generar una aceptación rápida y favorable, basada más en su atractivo superficial que en un examen detenido de sus fundamentos.
4 La perspectiva dialéctica ofrece un enfoque interactivo y dinámico que puede revelar las complejidades y limitaciones de los lugares comunes, que completan los análisis retórico y semiótico.
5 López García, A. (2024). Título: Capítulo 10. Preguntar y contraargumentar. En: Mentasti, J; López García, A; y Giacomín, A. 2024. Pensar en trama. Indagaciones filosóficas, lógicas y psicológicas. EDULP – Colección Libros de cátedra. Pp. 113 y sigs.
6 Nos referimos a los componentes del Modelo de Toulmin (2018): afirmación, datos, garantía, respaldos, matiz y salvedad.
7 La noción de "discusión crítica" utilizada en este texto se enmarca en la teoría de la pragmadialéctica, desarrollada por Frans Van Eemeren, Rob Grootendorst y Francisca Snoeck Henkemans. Este enfoque sostiene que una discusión crítica es un proceso argumentativo orientado a resolver una diferencia de opinión mediante un diálogo racional y cooperativo, en el que las partes involucradas se comprometen a seguir ciertas reglas que promuevan la argumentación razonada y eviten las falacias (Van Eemeren, F.; Grootendorst, R. & Snoeck Henkemans, F., 2006).
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