Cine y Derecho

Henry Dunant: rojo en la cruz. Conmemorando 160 años del nacimiento del Comité Internacional de la Cruz Roja

Henry Dunant: Red on the Cross. Commemorating the 160th anniversary of the International Committee of the Red Cross

Yamel Velador González
Universidad Nacional Autónoma de México, México

Revista Electrónica de Derecho Internacional Contemporáneo

Universidad Nacional de La Plata, Argentina

ISSN-e: 2618-303X

Periodicidad: Anual

vol. 6, núm. 6, e046, 2023

derechointernacional@iri.edu.ar

Recepción: 29 Mayo 2023

Aprobación: 12 Junio 2023



DOI: https://doi.org/10.24215/2618303Xe046

Cómo citar este artículo: Velador González, Y. (2023). Henry Dunant: rojo en la cruz. Conmemorando 160 años del nacimiento del Comité Internacional de la Cruz Roja. Revista Electrónica de Derecho Internacional Contemporáneo, 6, 046. https://doi.org/10.24215/2618303Xe046

Resumen: El 17 de febrero de 2023, el Comité Internacional de la Cruz Roja cumplió 160 años. Desde 1863, dicha organización ha trabajado, guiándose por los Principios de neutralidad, imparcialidad e independencia, ayudando a las personas afectadas por los conflictos armados y otras situaciones de violencia. Qué mejor forma de conmemorar el nacimiento de dicha organización humanitaria que a través del análisis de la película Henry Dunant: Du rouge sur la croix (Henry Dunant: Rojo en la Cruz). Si bien está basada en hechos reales como lo visto y vivido por Dunant en Castiglione, Italia, en la batalla de Solferino, que le da la idea para el nacimiento de lo que hoy denominamos derecho internacional humanitario y del Comité Internacional de la Cruz Roja, lo cierto es que se permite licencias novelísticas respecto de ese pasaje de la vida de Dunant, del emblema y la “primera conferencia internacional” que le daría vida al Comité y al derecho humanitario.

Palabras clave: Henry Dunant, Comité Internacional de la Cruz Roja, derecho internacional humanitario.

Abstract: On February 17 2023, the International Committee of the Red Cross turned 160. Since 1863, this organization has worked by following the principles of neutrality, impartiality and independence, helping people affected by armed conflicts and other violence-related situation. Then, there is no better way to commemorate its birth than by analyzing the film Henry Dunant: Du rouge sur la croix (Henry Dunant: Red on the Cross). Even though the film is based on real events as seen and experienced by Dunant in Castiglione, Italy, in the battle of Solferino, which provides him with the idea that gave rise to what we nowadays call international humanitarian law and of the International Committee of the Red Cross, it is necessary to keep in mind that this film takes poetic license regarding this part of Dunant’s life, the emblem and the “first international conference” which would then lead to the Committee and the development of humanitarian law.

Keywords: Henry Dunant, International Committee of the Red Cross, international humanitarian law.

1. Introducción

La película inicia con un Henry Dunant administrador de unos terrenos en Alta Cabilia en Algeria, África, en mayo de 1859. Los trabajadores están muy molestos porque sus hijos pequeños se enferman por beber agua contaminada. Le exigen a Dunant que los cure o que se irán de ahí abandonándolo. Dunant les promete que visitará a Napoleón III para solicitarle la construcción de una presa en dicho lugar. Así es como Henry Dunant regresa a su casa en Ginebra, Suiza. Allí, tanto su abuelo como su padre son médicos prestigiosos y adinerados y de la alta sociedad de Ginebra. Dunant tiene un hermano contador, quien se casará con la hija de su jefe.

Muestra que el mejor amigo de Dunant, Samuel, trabaja en el periódico llamado Journal de Ginebra. Esto será crucial para la publicación de la obra Recuerdos de Solferino. Tras el anuncio del compromiso matrimonial de su hermano, Dunant se va de Ginebra en busca de Napoleón III, quién está en Italia peleando contra los austriacos, ya que Francisco José ocupa Lombardía desde hace 5 años. Precisamente estos hechos hacen que Henry Dunant observe y sea parte de lo que ocurre en Solferino.

2. Hasta la guerra tiene límites

El 24 de junio de 1859, las tropas francesas acababan de triunfar sobre el ejército austriaco en Solferino, pequeño pueblo en la provincia de Mantua, Lombardía, al norte de Italia. El ejército austríaco, al mando de Francisco José I, fue derrotado por los ejércitos de Napoleón III de Francia y del Reino de Cerdeña, comandado por Víctor Manuel II. La batalla se dio en el marco de la Unificación Italiana. Después de nueve horas de batalla, las tropas austríacas fueron forzadas a rendirse. En palabras de Jean Pictet (1998), fue una de las batallas más sangrientas de la historia. Había en los campos cientos de soldados heridos y abandonados. Jean Henry Dunant, un visionario y determinado hombre de negocios de origen suizo, que siempre estuvo ligado en acciones altruistas y caritativas, fue designado en 1853 para encargarse de la gestión de los negocios de la colonia suiza en Setif, Argelia. Por tal motivo, y para adquirir documentos necesarios para la construcción de un molino de trigo, decide ir en busca de Napoleón III. Sin embargo, el emperador estaba comandando el ejército francés en una guerra al norte de Italia.

En la película se muestra a un Dunant encargado de los terrenos de una colonia suiza en la Alta Cabilia, Argelia que va a buscar a Napoleón III para que autorice la construcción de una presa en dicho lugar ya que los hijos de los colonos se están enfermando por beber agua contaminada y no tienen servicios sanitarios. Dunant les promete construir una presa con el fin de que todo eso acabe y sea una región próspera para sus habitantes.

En dicho viaje, Dunant fue testigo casual de los efectos de la batalla de Solferino. Se sobrecogió de horror y de compasión (Pictet, 1998), por ver las inhumanas consecuencias que sufrían los soldados de ambos bandos por falta de asistencia médica, por lo que decide buscar auxilio y solicita a los habitantes de una localidad cercana llamada Castiglione, su apoyo para asistir a los militares heridos.

Henry Dunant llega a Castiglione −se infiere que pasó por Solferino, en el norte de Italia− donde los ejércitos francés y austriaco libraban una batalla muy sangrienta. Ante él, esparcidos en las fosas, las planicies y los valles, yacían soldados muertos o heridos, abandonados a su suerte. Eran tanto soldados austriacos como franceses. La película muestra el horror del campo de batalla, y cómo es que, en la Iglesia mayor que sirve de hospital improvisado, Dunant es salvado de ser tomado como prisionero de los austriacos por su amigo el médico Pierre Appia, quién era el único médico, y afirma que Dunant es su asistente.

Observa tirados en el suelo los cuerpos de franceses y austriacos. A dicho hospital llegan franceses, austriacos, húngaros y croatas. No hay intérpretes que ayuden a los heridos de diferentes nacionalidades. Se da cuenta que faltan medicamentos, camas, médicos, enfermeras, quirófanos, etcétera. Al ver este horror, Dunant decide quedarse en Castiglione para ayudar a su amigo Appia. También se da cuenta de que los soldados heridos franceses están dentro del hospital y los austriacos fuera; ordena que los heridos más graves sean ingresados y los más fuertes se queden afuera. Sin embargo, un chico le dice “que no pueden mezclar a los heridos”. Dunant le responde: “son heridos, ya no son soldados sino hermanos de armas”. Después llegan a Castiglione soldados franceses, les pide que si hay médicos entre los prisioneros que los libere para que los ayuden a curar a los heridos. El capitán francés le dice que son prisioneros de guerra, no médicos. Dunant le responde “son ciudadanos, no prisioneros de guerra” porque sabía que los matarían.

Durante su estancia en Castiglione, en la película, Dunant escribe sus “cuadernos de guerra” que posteriormente serían publicados por su amigo Samuel, en el Journal de Ginebra con el nombre de Recuerdos de Solferino. Sin embargo, en la realidad ocurrió lo siguiente:

La tarde de la batalla, Dunant llega a la aldea vecina de Castiglione, en donde se han refugiado más de 9.000 heridos. Día y noche, en la Chiesa Maggiore (Iglesia Mayor) en donde se hacinan unos 5.000 heridos, Durant y las mujeres del lugar les dan de beber, lavan y vendan sus heridas, les distribuyen tabaco, bebidas aromáticas y frutas. Dunant se queda en Castiglione hasta el 27 de junio y luego reanuda su viaje; regresa a Ginebra el 11 de julio. No puede olvidar lo que ha visto y, en 1862, publica una obra titulada Recuerdo de Solferino. En él describe la batalla, luego la situación de los heridos en la Chiesa Maggiore y, posteriormente, concluye su relato con una pregunta: "¿No se podría, durante un período de paz y de tranquilidad, fundar sociedades de socorros cuya finalidad sería prestar o hacer que se preste, en tiempo de guerra, asistencia a los heridos, mediante voluntarios dedicados, abnegados y bien calificados para semejante obra?”. De esta pregunta surgió la institución de la Cruz Roja. Dunant preguntó, asimismo, a las autoridades militares de diferentes nacionalidades si podían formular "¿(...) algún principio internacional, convencional y sagrado que, una vez aprobado y ratificado, serviría de base para sociedades de socorro a los heridos en los diversos países de Europa?”. Esta segunda pregunta da origen a los Convenios de Ginebra (CICR, 2004).

La película coincide con lo que sucedió realmente, el libro de Dunant tuvo una gran repercusión internacional, dado que se tradujo en casi todos los idiomas de Europa, fue leído por las personalidades más prestigiosas de su época, entre ellos, el escritor francés Víctor Hugo y el británico Charles Dickens que le escriben para expresarle su más alto reconocimiento por sus nobles esfuerzos. También fue leído por Gustave Moynier, quien presidía en Ginebra la Sociedad de Utilidad Pública, una asociación de beneficencia pública suiza. Convocó a dicha Sociedad para estudiar las propuestas de Dunant y ver la posibilidad de ponerlas en práctica.

También muestra que Henry Dunant formó una caravana con los heridos para sacarlos de Castiglione y así evitar que los franceses mataran a las personas de otras nacionalidades, por lo que tomó unas vendas ensangrentadas para formar una cruz en unas sábanas blancas; ya que sabía que, al pasar a través de la batalla en Solferino, tanto los soldados austriacos como los franceses los dejarían pasar ya que ambos respetaban el símbolo de la cruz. Con base en este hecho, la película muestra que se adopta dicho símbolo para distinguir a los médicos, enfermeras, capellanes y voluntarios de servicios sanitarios, así como para recordar su origen suizo. Hecho que, en la realidad, no fue cierto.

Según el filme, se realizaron una serie de reuniones entre Gustave Moynier, Guillaume-Henri Dufuour, Louis Appia, Théodore Maunoir y Henry Dunant para crear una organización internacional que bautizaron con el nombre de Cruz Roja. Será neutral por eso adoptarán la bandera de Suiza, pero invertida, con fondo blanco y la cruz roja. Dunant redacta los Estatutos de dicha organización. El filme muestra que se lleva a cabo la primera Conferencia de Ginebra de la Cruz Roja. Sin embargo, cabe aclarar que, en realidad, fue en febrero de 1863 que la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública, una asociación de beneficencia suiza, estableció una comisión compuesta por “los cinco”: Gustave Moynier, el General Guillaume- Henri Dufour, los médicos Louis Appia, Théodore Maunoir y Henry Dunant cuyo objetivo fue explorar la posibilidad de poner en práctica las ideas de Dunant. Después de analizar las necesidades que enfrentaban los soldados, decidieron instaurar el Comité Internacional de Socorro a los Militares Heridos (CICR, 1998). Casi al finalizar el filme, se muestra que Dunant da un discurso y abandona la Conferencia. Según la película, no ve cuando Francia firma el texto de los Estatutos redactados por él. Tras Francia, firma Prusia y el resto de los países. La película finaliza con Dunant caminando y un texto que asegura que murió en soledad y el olvido. 36 años más tarde recibió el primer premio Nobel de la Paz en 1901.

3. 160 años de la realización de una idea

Cuando Henry Dunant regresó a su natal Suiza, escribió el libro Recuerdos de Solferino. Narró sus experiencias en la guerra y también presentó sus ideas sobre los medios necesarios para mejorar la asistencia a los heridos. Podemos resumir las propuestas de Dunant en tres:

  1. 1. Fundar en cada país, sociedades nacionales de socorros, equiparlas y formarlas, en tiempo de paz, “en eso radica la genial innovación” en palabras de Jean Pictet (1998), para que asistan a los heridos en la guerra, con el objetivo de apoyar a los servicios médicos, con frecuencia insuficientes, incluso inexistentes, de los ejércitos.
  2. 2. Las personas puestas “fuera de combate” por heridas, así como el personal y el equipo médico de asistencia, deberían ser considerados como “neutrales” y señalizados por un emblema protector. Posteriormente serían identificados por el símbolo de la cruz roja.
  3. 3. Habría que proponer un tratado internacional que diese fuerza de ley a estas propuestas. “Que los Estados ratifiquen un principio convencional y sagrado, que garantizaría una protección jurídica a los hospitales militares y al personal sanitario” (Pictet, 1998).

De la primera idea, nació el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), de la tercera el Convenio de Ginebra, que en adelante estarían indisolublemente vinculados.

A partir del 17 de febrero de 1863, se reunió un Comité de 5 personas, conocido como Comisión de los cinco integrado por el abogado Gustave Moynier, el General Guillaume-Henri Dufour, los médicos Louis Appia, Théodore Maunoir y el propio Henry Dunant. Posteriormente tras analizar la problemática y las necesidades que enfrentaban los soldados, deciden instaurar el Comité Internacional de Socorro a los Militares Heridos. Desde el primer día, se constituyó como institución permanente. Este Comité es el órgano fundador de la Cruz Roja y el promotor de los Convenios de Ginebra. En 1880, tomó el nombre de Comité Internacional de la Cruz Roja (Pictet, 1998, p. 36).

Ese Comité de personas privadas enfocó sus esfuerzos para hacer realidad las ideas humanitarias de Henry Dunant, es decir, mejorar la asistencia los soldados heridos en tiempo de guerra. El 26 de octubre de 1863 organizaron una Conferencia Internacional en Ginebra, donde participaron representantes de dieciséis Estados y cuatro instituciones (CICR, 2023). En dicha Conferencia se recomendó que todos los países impulsaran la formación de Comités o Asociaciones privadas de socorro a los heridos, −las futuras Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y, más adelante, de la Media Luna Roja−. La Conferencia Internacional también adoptó la cruz roja sobre fondo blanco como emblema distintivo uniforme cuya lógica obedece a invertir los colores de la bandera nacional de Suiza, que, a manera de homenaje a las ideas de Henry Dunant, propuso la delegación alemana (CICR, 2023).

En 1863 “se fundaron las primeras Sociedades de Socorro para los Militares Heridos en el Campo de Batalla, siendo las primeras la del Reinado de Wütemberg, la del Gran Ducado de Oldemburgo, Bélgica, Prusia y Francia” (Boisser, 1997). Pero la Conferencia no tenía competencia para tratar cuestiones jurídicas, por tal motivo, el Consejo Federal Suizo, celebró al año siguiente en Ginebra la Conferencia Diplomática en la que se firmó “el primer Convenio de Ginebra, del 22 de agosto de 1864, para el Mejoramiento de la suerte de los militares heridos en los ejércitos en campaña”. Podemos afirmar que éste será el punto de partida del derecho internacional humanitario.

La trascendencia de este primer Convenio, desde el punto de vista del derecho internacional es manifiesta, como explica Christophe Swinarksi (1991), este instrumento es el otorgamiento de la protección del derecho internacional a toda una categoría de víctimas como tal y donde, por primera vez, la guerra cedía el paso al derecho. Podría afirmarse que el derecho humanitario, como parte del derecho de la guerra, adquirió características más específicas cuando comenzó a contener normas relativas al régimen general de la protección internacional de las víctimas de conflictos armados (Swinarksi, 1991).

Cuando los Estados de la comunidad internacional de esa época comenzaron con la codificación y especificación de las primeras normas que protegían a los heridos y a los enfermos en el campo de batalla, sería considerado como prueba de normas consuetudinarias practicadas por los Estados, que comenzaron a establecer un régimen general “embrionario” de protección en favor de las víctimas de la guerra.

4. Conclusiones

La película logra en dos horas resumir cómo y por qué Henry Dunant pensó en crear una organización internacional humanitaria para proteger a los heridos de la guerra, es decir, el origen del Comité Internacional de la Cruz Roja, de su emblema, de los Principios Guía y los Convenios de Ginebra de 1949. En la película como en la realidad, se plasma lo que Dunant describió en su obra Recuerdo de Solferino, forjado en dos ideas principales: (1) formar voluntarios en los comités de socorro, en tiempo de paz, para que pudieran ayudar a atender a los heridos en tiempo de guerra. Estos comités constituirán rápidamente las primeras Sociedades Nacionales de la Cruz Roja; y (2) establecer un acuerdo internacional que reconociera estos comités y les asegurase protección en el campo de batalla. El Primer Convenio de Ginebra, firmado en 1864, materializa estas ideas y constituye la base del derecho internacional humanitario moderno.

160 años más tarde, el Comité Internacional de la Cruz Roja se define a sí mismo como una organización privada internacional de origen suizo, que desde su creación ha trabajado por mantener un mínimo de humanidad en los conflictos. El CICR define su misión así:

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), organización imparcial, neutral e independiente, tiene la misión exclusivamente humanitaria de proteger la vida y la dignidad de las víctimas de los conflictos armados y de otras situaciones de violencia, así como de prestarles asistencia. Se esfuerza asimismo en prevenir el sufrimiento mediante la promoción y el fortalecimiento del derecho y de los principios humanitarios universales. Fundado en 1863, el Comité dio origen a los Convenios de Ginebra y al Movimiento Internacional de la Cruz Roja, cuyas actividades internacionales en los conflictos armados y en otras situaciones de violencia dirige y coordina (CICR, 2009).

Es común confundir al CICR con una organización internacional no gubernamental, aunque no lo sea, ya que el Comité es una organización privada suiza, que tiene un mandato avalado por el derecho internacional, principalmente por los Convenios de Ginebra y la comunidad internacional (CICR, 2009). Con base en lo anterior, se le reconoce personalidad jurídica internacional. Las actividades del Comité se desarrollan en dos vertientes: la primera es la relativa a la intervención directa en favor de los afectados por los conflictos armados y otras situaciones de violencia; y la segunda es la relacionada con el desarrollo y la promoción del derecho internacional humanitario y de los principios humanitarios.

El CICR despliega sus actividades en respuesta a las acciones u omisiones que generan necesidades humanitarias, que surgen en los países afectados por los conflictos armados u otras situaciones de violencia que no alcanzan la calificación de enfrentamientos bélicos. Gracias a los principios de humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia, el Comité trabaja y dialoga tanto con autoridades políticas, miembros de la fuerza pública, rebeldes, etcétera. No le importa cómo es nombrado o etiquetado un grupo, permitiéndole mantener un contacto confidencial con grupos que le dan acceso a lugares donde ninguna otra organización, ni las Naciones Unidas pueden llegar.

Aunque los vínculos entre el CICR y el derecho humanitario son evidentes, hay un punto en donde el Comité no alcanza a aplicar este derecho: la sanción, ya que no cuenta con órgano o medio coercitivo para que los Estados y/o grupos armados organizados cumplan con la normativa del derecho humanitario, sólo se apela a la buena voluntad de quienes participan en los conflictos. La responsabilidad para sancionar recae en los Estados y en ciertos casos se puede recurrir a tribunales internacionales como la Corte Penal Internacional. El CICR tiene 20.000 colaboradores en más de 100 países, que ayudan a las personas afectadas por los conflictos armados y la violencia (CICR, 2023).

Si bien el respeto a las normas de la guerra nace antes de la firma del primer Convenio de Ginebra en 1864, cuando el derecho consuetudinario se cumplía con un conjunto de conductas que podrían asemejarse a un “código de honor” donde los grupos, países, Estados o naciones respetaban a los civiles y sus propiedades, en la actualidad, podemos observar que la terrible realidad que vive la población civil, al ser la más afectada por los conflictos armados y aquel código de honor, respetado por los beligerantes en el conflicto entre Rusia y Ucrania parece no existir más.

El Comité trabaja en Ucrania desde 2014. Ha intensificado su labor en todas las zonas afectadas directamente por las hostilidades, así como en los países vecinos, en estrecha coordinación con la Cruz Roja de Ucrania y otros socios de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (CICR, s.f.).

El CICR sigue recordando a las partes en el conflicto armado internacional entre Rusia y Ucrania cuáles son sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario o derecho de la guerra. Es uno de los ámbitos de trabajo menos visibles del CICR, pero no por eso menos constante o fundamental. Implica un diálogo directo y confidencial con las partes acerca de su responsabilidad jurídica de proteger a la población civil y la infraestructura de la que depende, así como a otros grupos de personas protegidas, como los prisioneros de guerra. Estas conversaciones bilaterales y confidenciales con las partes en el conflicto armado internacional entre Rusia y Ucrania permitieron facilitar la evacuación de miles de personas civiles desde Mariupol y Sumy. También han autorizado iniciar visitas a algunos prisioneros de guerra, función que nos ha encomendado el Tercer Convenio de Ginebra, y transmitir novedades a sus familiares. Seguimos dialogando con las partes acerca de nuestro derecho a visitar a todos los prisioneros de guerra en relación con el conflicto armado internacional entre Rusia y Ucrania, allí donde se encuentren, ya que hay muchas familias a la espera de noticias de sus seres queridos (CICR, 2023).

Podemos destacar el siguiente trabajo realizado por el CICR en Ucrania en 2022: (a) más de 894,000 personas recibieron asistencia básica (esto incluye alimentos y artículos de higiene), (b) apoyo al suministro de agua potable para cerca de 10,6 millones de civiles (camiones de agua, bombas, tubería, entre otros); (c) distribución de dinero y materiales para reparaciones de emergencia de hogares destruidos de más de 55.000 familias; (d) cerca de 1,4 millón de personas tienen acceso a calefacción adecuada en las regiones de Jersón, Donetsk, Chernígov, Járkov, Nicolaiev y Kiev; (e) más de 160.000 residentes en centros de PID recibieron asistencia básica; (f) más de 346.000 personas en toda Ucrania obtuvieron asistencia financiera no condicionada (alrededor de 112 millones de francos suizos); (g) 1.528 personas se beneficiaron del apoyo en salud mental; (h) 170 centros médicos recibieron material e instrumental médico, y medicamentos; (i) 708 personas enfermas y heridas fueron evacuadas por los equipos de ambulancias del CICR; (j) 103.000 personas pudieron continuar con sus tratamientos gracias a donaciones de medicamentos realizadas a centros de atención de enfermedades no transmisibles; (k) cerca de 4,000 comunicaciones fueron canalizadas directamente por el CICR a las familias para dar noticias sobre seres queridos, y otras fueron transmitidas a las partes y (l) más de 16.000 personas mejoraron su conocimiento de los riesgos relacionados con el peligro que implican las municiones sin estallar (CICR, 2023).

Desde febrero de 2023, el CICR ha estado solicitando acceso a todos los prisioneros de guerra y a los internados civiles, ya que tienen derecho a recibir visitas del Comité. Todas las familias tienen derecho a recibir información sobre lo que les ha ocurrido a sus seres queridos. Sin embargo, la responsabilidad de otorgar el acceso al CICR la tienen las partes en conflicto, los Estados que suscribieron las obligaciones establecidas en los Convenios de Ginebra.

Se reitera que el CICR no puede hacer respetar las normas aplicables en este conflicto armado, ni en ningún otro ya que es responsabilidad de las partes, sobre todo en un conflicto armado internacional, incluidos los territorios ocupados. Les guste o no, las partes beligerantes tienen la obligación de respetar las normas que acordaron.

El CICR comparte la frustración de las familias que esperan angustiadas y no reciben ningún tipo de noticias. Las familias tienen derecho a saber qué les ha ocurrido a sus seres queridos, si están vivos, heridos o muertos. El CICR recopila información sobre estas personas y la comparte con su país de origen, de manera que las familias puedan conocer qué ha ocurrido con sus seres queridos. Desde febrero, el Comité ha dado noticias de seres queridos a alrededor de 4.000 familias. Esta tarea permite darles esperanza y es un imperativo humanitario absoluto (CICR, 2023).

Las atrocidades y horrores de la guerra continúan en la actualidad, el mejor ejemplo es el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, en el cual se violan sistemáticamente los Convenios de Ginebra. No hay nada que el derecho internacional humanitario o el Comité Internacional de la Cruz Roja puedan hacer para volver dicho conflicto armado más soportable y humano, porque afirmamos que hasta en la guerra hay límites.

Referencias bibliográficas

Boisser, P. (1997). Historia del Comité Internacional de la Cruz Roja. De Solferino A Tsushima. Instituto Henry Dunant.

Comité Internacional de la Cruz Roja. (17 de febrero de 2023). CICR: 160 años de ayudar a las personas afectadas por los conflictos armados y la violencia. https://www.icrc.org/es/document/cicr-160-anos-de-ayudar-las-personas-afectadas-por-los-conflictos-armados-y-la-violencia

Comité Internacional de la Cruz Roja. (23 de febrero de 2023). Conflicto armado internacional entre Rusia y Ucrania: las respuestas a sus preguntas sobre la labor del CICR. https://www.icrc.org/es/document/conflicto-armado-internacional-entre-rusia-y-ucrania-las-respuestas-sus-preguntas-sobre-la

Comité Internacional de la Cruz Roja. (28 de diciembre de 2004). De la Batalla de Solferino a las vísperas de la Primera Guerra Mundial. https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/misc/57jnvp.htm

Comité Internacional de la Cruz Roja. (5 de octubre de 2009). Historia de los emblemas. https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/misc/emblem-history.htm

Comité Internacional de la Cruz Roja. (1 de septiembre de 1998). Reseña histórica del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y del Derecho Internacional Humanitario. https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/misc/5tdle8.htm

Comité Internacional de la Cruz Roja. (s.f.). La crisis humanitaria en Ucrania y los países vecinos. https://www.icrc.org/es/crisis-humanitaria-en-ucrania

Pictet, J. (1998). Desarrollo y Principios del Derecho Internacional Humanitario. 2ª. Reimpresión. Tm Editores, Instituto Henry Dunant, Comité Internacional de la Cruz Roja.

Swinarksi, C. (1991). Principales nociones e institutos del derecho internacional humanitario como sistema de protección de la persona humana. Instituto Interamericano de Derechos Humanos.

Ficha técnica de la película

Título original: Henry Dunant: Du rouge sur la croix

Año: 2006

Duración: 98 minutos

País: Francia.

Director: Domique Othenin-Girard

Guión: Claude-Michel Rome y Domique Othenin-Girard

Música: Didier Julia

Fotografía: Vincent Jeannot

Reparto: Thomas Jouannet, Emilie Dequenne, Noémie Kocher, Michel Galabru, Jean-Francois Balmer, Vincent Winterhalter, Samuel Labarthe.

Género: Drama biográfico.

Información adicional

Cómo citar este artículo: Velador González, Y. (2023). Henry Dunant: rojo en la cruz. Conmemorando 160 años del nacimiento del Comité Internacional de la Cruz Roja. Revista Electrónica de Derecho Internacional Contemporáneo, 6, 046. https://doi.org/10.24215/2618303Xe046

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