Manifiesto Hipertextual

I
Hipertextos es una publicación académica de ciencias sociales editada por el colectivo de investigadores y docentes del Equipo e-TCS (Centro CTSUniversidad Maimónides), la Cátedra de Informática y Relaciones Sociales de la Carrera de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Laboratorio de Estudios en Cultura y Sociedad (FTS-UNLP). Su mirada e interés abarca diversos aspectos del capitalismo actual, con un particular énfasis en el conocimiento y la técnica en general, y la informática y las tecnologías digitales en particular, interrogando acerca de las diversas consecuencias sociales,  culturales, económicas y políticas de su penetración en la sociedad. Verá la luz con una periodicidad semestral y debe su nombre a la continuidad del prefijo “hiper” con el que se apodó en el año 1996 a la página web hipersociologia.org, que por entonces se erigió en morfema “a la mode” como consecuencia de la difusión masiva de internet y particularmente de la web. Pero se vuelve a recurrir a él, ahora ceñido a la textualidad, no exclusivamente por el hecho de que esta publicación es heredera de aquel antecedente acotadamente virtual, sino porque hoy continúa aludiendo a un universo literario de bifurcaciones, asociaciones, mediaciones, búsquedas -una suerte de Aleph multimediático- que incita a la vez al atravesamiento de las fronteras tanto disciplinarias como de géneros y estilos narrativos.
Aunque no resulte excluyente ni menos aún monotemática, Hipertextos se esfuerza en el intento de ocupar y animar un campo de conocimiento específico, que juzga tan potente como baldío, muy particularmente en nuestra lengua. Campo cuyo catastro reconoce vecindad con -y se nutre de- varias perspectivas analíticas. Con la de la “Sociedad de la Información”, Hipertextos comparte el interés por las tecnologías digitales y la vocación multidisciplinaria. Sin embargo rechaza la naturalización silenciosa del carácter capitalista de la presente etapa, el descriptivismo ramplón y la ausencia de anclajes y referencialidades en los clásicos de las  ciencias sociales. Y no lo hace necesariamente por anteponer un ideologismo visceral, sino antes bien por razones puramente  pistemológicas: soslayar textualmente al capital, por caso, no elimina sus efectos materiales con sus trágicas consecuencias sociales y las desigualdades nacionales. Paradójicamente, intentando ampararse en la seriedad de la prescindencia, resulta en la temeraria ausencia de rigor científico que flota inveteradamente en toda superficialidad. Todo lo contrario ocurre con la corriente del “Capitalismo Cognitivo”. Hipertextos retoma su espíritu crítico y su apertura hacia los clásicos. Pero aspira a complementarlos, allí donde resulte posible, con análisis empíricos, fuentes teóricas alternativas, tanto clásicas como contemporáneas y conceptualizaciones propias. A su vez, Hipertextos está informada por las miradas de los partidarios y productores del software libre, de las licencias creative commons y la  roducción y distribución cultural y comunicativa peer to peer, e intentará contagiar y contagiarse de su entusiasmo teórico y empírico por engrandecer el dominio público. Sin embargo, Hipertextos no es una publicación celebratoria de los “nuevos modelos de negocios” y, de hecho, desconfía de las reivindicaciones de la –supuesta- libertad impulsadas por corporaciones multinacionales. Finalmente, si entre tantas contribuciones actuales, tuviéramos que hacer referencia a un autor contemporáneo, Hipertextos reconoce en la pluralidad ambiciosa de la obra de Manuel Castells, una cartografía ineludible del territorio que intentará poblar.
Quizás una primera distinción de cierta usanza tradicional de las revistas científicas arbitradas que encuentre el lector en la portada misma sea la numeración. Es sólo un detalle, pero con el número cero quisimos rescatar la tradición de prueba y error, de puesta a punto y revisión constante, empleada asiduamente por los medios gráficos masivos previos a su salida, tanto en lo que a la edición cuanto a la mecánica organizativa respecta. Sin embargo, este número no es una impresión restringida para consumo interno y sin controles sino que es la versión pública y definitiva que alumbra esta edición precedida de una cuidadosa preñez colectiva, y continuará en las sucesivas con sus propósitos y lineamientos intelectuales.
Una segunda diferenciación es algo más intimista y por tanto no perceptible de manera inmediata bajo su epidermis. Se trata del dispositivo organizativo que pretende alcanzar -hasta donde una publicación académica que debe ser aceptada en su campo lo permite el más alto grado de democraticidad interna y debilitar por ende toda tradición verticalista y autoritaria sobre sus integrantes. Aquella que se ejerce desde los de mayor formación y certificaciones hacia los que se encuentran en un largo curso hacia ella. O desde los mayores hacia los más jóvenes. Intenta estructurar un colectivo de trabajo donde el poder de decisión concerniente a Hipertextos se encuentre lo más distribuido posible o propenda hacia formas más igualitarias de su ejercicio, persiguiendo con ello nuevos entusiasmos, una relibidinización de la escritura y el placer por la búsqueda desinteresada del conocimiento como herramienta de transformación social. La integración a este colectivo es también una herramienta más para la formación de jóvenes investigadores y becarios doctorales que se desarrollan al interior de nuestras cátedras y se nuclean en nuestros UBACYT u otros proyectos de diversas agencias científicas, de todo lo cual, surge originalmente esta experiencia editorial. Se impondrá un principio de rotación permanente de las responsabilidades que el lector podrá ir advirtiendo como alteraciones del Staff en los sucesivos números.
No deja de ser por ello –y de presentarse como- un proyecto incorporable a la producción académica aunque con claros signos diferenciales respecto a cierta generalidad dominante, particularmente por la autoconfianza que pretende insuflar en los más inexpertos y en depositar el poder de decisión en la instancia colectiva del modo más horizontal posible, aunque eso no puede en ningún caso salvar o eliminar de un plumazo las diferencias de peso de las opiniones, cargadas con el hálito de “sabiduría” con el que los roles y jerarquías institucionales tienden a investir diferencialmente a los participantes. Sin embargo, este dispositivo trata a la vez de ser estricto organizativamente, lo que supone poner también en cuestión alternativas críticas de moda frente a esas coacciones autoritarias, que sustituyen las regulaciones por un espontaneísmo que también reproduce involuntariamente el verticalismo señalado de manera tácita y solapada. Porque se sustenta en una sospecha paralizante en los dispositivos “organizativos” y sobre todo proyecto de regulación del poder. Nuestra mecánica de funcionamiento pretende ser una alternativa a ambas concepciones generalizadas al interior del campo académico, sin por ello resignar las garantías que en este campo certifican la excelencia y el avance del conocimiento. Esta arquitectura organizativa está claramente prevista en los estatutos de esta publicación.

II
Si se pudieran ceñir sus intenciones editoriales a sólo un sintético párrafo, aspirará a contribuir al desarrollo de pensamiento crítico y a la reconstrucción de la creatividad intelectual desde el mismo seno de la academia, enfatizando las transformaciones del capitalismo y las consecuencias sociales de su devenir, tanto en el plano teórico, como en elde los estudios de caso y análisis empíricos. Ensayará hacerlo retomando textos, diálogos y polémicas presentes, a los que intentará formular nuevas preguntas, como así también revisitando clásicos enfatizando el carácter producido de los fenómenos sociales, con el fin de desmontar o desarticular su naturalización.
A la vez, concebimos esta revista como una incitación propia, interna, desde las vísceras del propio colectivo que la anima –sin por ello resignar deseos de contagio externo- a la superación de la inveterada endogamia académica tratando particularmente de difundir y estimular el debate acerca del mundo intelectual en general. También de realizar relecturas con disposición crítica a partir de la atención sobre la recolección de datos empíricos del presente, haciéndolo en el contexto de nuevas mediaciones comunicacionales, como lo hizo hace casi dos décadas la propia hipersociología.org, dando lugar con ello a la necesaria autorreflexión sobre las propias prácticas y resultados, sus penurias y límites. Porque el contexto histórico llama crecientemente al impulso deseante de contribuir a una nueva aventura intelectual, política y transformadora de los saberes e intercambios culturales y cognitivos en una era de expansión geométrica de las comunicaciones y la interacción virtual, que hacen que el soporte de las artes, el conocimiento y los bienes culturales adquiera casi sin exclusiones el formato digital, con su consecuente replicabilidad y potencialidad ontológicamente socializadora y desmercantilizada.
Hipertextos no tiene preferencias sobre formatos o soportes. Se concentra en priorizar la difusión de sus contenidos en cualquiera de las variantes posibles. A la vez carece de valor comercial. Su versión impresa se distribuye por donación y sus alternativas electrónicas están inscriptas en la política de Acceso Abierto que permite a los usuarios leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar o enlazar los textos completos de todos los artículos publicados en forma gratuita. Por tal razón su contenido se encuentra disponible bajo una licencia “Creative Commons” de “Atribución-NoComercial-NoDerivadas". Entrando algo más en detalle respecto a los contenidos y búsquedas que priorizará, sobresale la preocupación por rescatar las voces hoy desvalorizadas por las modas académicas que han reforzado la fragmentación cognitiva y, no es grato admitirlo, el individualismo insolidario, obturando el reconocimiento de las grandes tradiciones emancipatorias y los horizontes de igualdad. Lamentablemente se avista hoy cierto clima ideológico o espíritu de época que pareciera haber perdido el sustrato del compromiso social, la indignación ante la barbarie y la voluntad subversiva ante el sojuzgamiento. No por ello se renegará aquí de los análisis de caso, la interrogación sobre los nuevos fenómenos sociales y los nuevos actores, ni las nuevas mediaciones y problemáticas en las relaciones sociales en todas sus esferas de expresión. No pretende abandonar el conocimiento detallado y particularizado, ni las descripciones, sino que se propone incorporarlas como cuentas de un collar -o encadenamiento- elucidatorio más amplio y develador. Su propósito se centrará en la interrogación sobre nuevas relaciones económicas y sociales, narrativas y nuevas identidades, intentando superar la simple novedad y el carácter meramente contemplativo, con una finalidad integradora, y renovadora a la vez, del ideario emancipatorio. Para ello será indispensable revalorizar la politización del conocimiento tanto como poner en cuestión el conocimiento de la llamada politización.
Hipertextos valorará como una conquista cognitiva y epistemológica el rescate de la interdisciplinariedad hoy fuertemente esmerilada por el avance del saber fragmentario e inconexo de la investigación formalmente acreditada, tratando de crear un ambiente de optimismo crítico, de vitalidad, y de fuertes convicciones sobre el papel colectivamente relevante del pensamiento y la investigación, una vez desatados sus nudos formalistas y sus disputas por las migajas de la vergonzante incentivación material y la repartija de subsidios y prebendas. Lejos de minusvalorar la investigación dentro de las instituciones académicas y científicas, pretende restituirle las pulsiones libidinales, la insaciable curiosidad y el espíritu amateur y hasta militante que portan sus cromosomas y encuentran su desarrollo en las menos aherrojadas artesanías intelectuales que incitan a preguntas y dubitaciones, sin fronteras, como aquellas sobre el sentido y la dirección histórica de las sociedades, sus formas de organización política y de ejercicio del poder, sea concentrado o distribuido, o sus modos de producir y distribuir la riqueza material y simbólica. Hipertextos no desprecia por ello las credenciales académicas ni las formalizaciones o cuantificaciones, ni desecha el control y las evaluaciones y jerarquías a las que los investigadores debemos someternos. Pero rechaza el mero cuantitativismo, la práctica del “cut & paste”, la ausencia de devoluciones cualitativas sobre la investigación y la producción intelectual. No encuentra contradicción entre la acumulación de certificaciones y credenciales y la búsqueda de la excelencia y el pensamiento original e innovador. Si bien la propia producción de Hipertextos produce certificaciones, éstas son sólo una consecuencia secundaria, una coagulación formal hipostasiada de la persecución de estos propósitos que exponemos aquí.
Hipertextos no dejará de confrontar con mecanismos jurídico-políticos como el copyright, las patentes y el terrorismo ideológico sobre los usuarios que practican la solidaridad, la cooperación y el disfrute compartido. Le interesa particularmente analizar y desnudar los dispositivos manipulatorios que operan sobre la subjetividad colectiva, atemorizándola y bloqueando la socialización cultural. Estará atenta por tanto a las propuestas sobre políticas públicas de construcción de infraestructura comunicacional y de conectividad, además de distribución de hardware, que permitan extender al límite de lo posible el acceso a las tecnologías digitales al conjunto de la ciudadanía. Hipertextos es de este modo también un acto de autodeterminación intelectual y política, que emergiendo del interior de la academia, pretende exceder ese ámbito exclusivo apelando a la imaginación y el compromiso con los abandonados al costado del camino histórico.
No obstante Hipertextos es sólo una revista. Como tal no puede ni pretende organizar a los miembros de la comunidad académica y a los ciudadanos atomizados y videopolitizados que la arquitectura política y comunicacional reproduce y actualmente incrementa. A diferencia de algunos otros colectivos universitarios (que en ocasiones también editan revistas) no es un partido o una lista electoral, no busca votos en los claustros ni se propone disputar colectivamente ningún cargo, aunque sus integrantes gozan de la más plena libertad para intervenir de manera individual como mejor consideren, sin que por ello quede comprometido el proyecto editorial. A la vez los autores ajenos al Concejo Editorial o la Dirección, los miembros del Comité Científico Asesor o del Comité Académico Internacional están eximidos de todo compromiso con la línea editorial.
He aquí un punto de partida, un alumbramiento inaugural no exento de dolores de parto que, aludiendo metafóricamente a una categoría teórica utilizada en esta edición, podría resignificarse como trabajo vivo. Será el lector el que juzgue su valor, claro que ya sin posibilidad alguna de transformación en precio. No es menor la conquista.
La Dirección y el Consejo Editorial
Buenos Aires, junio de 2013