Posición de los araucanos en un contexto asiático-europeo. I: metodología craneofuncional

Autores/as

  • Héctor M. Pucciarelli División Antropología Museo de La Plata. Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Universidad Nacional de La Plata
  • Marina L. Sardi
  • María A. Luis
  • Ana L. Lustig
  • Paola V. Ponce
  • María C. Zanini
  • Walter A. Neves

Resumen

RESUMEN: Se acepta que el denominado substrato amerindio -que incluye a la mayoría de las poblaciones americanas actuales e históricas- incursionó en dirección norte-sur, desde el noreste asiático, pasando por el estrecho de Bering y el rosario de las Aleutianas. Según este modelo, las poblaciones amerindias poseen un ancestro básico de tipo mongoloide, con diferenciaciones secundarias originadas por procesos microevolutivos locales. Toda comparación basada en distancias o en componentes funcionales, debería entonces sostener la hipótesis: "las distribuciones amerindias se deben aproximar en mayor grado a las de las poblaciones asiáticas y en menor grado a las de las poblaciones europeas". Por componer los araucanos una distribución tipicamente amerindia, debe esperarse entonces que presenten mayor similitud morfológica con grupos asiáticos mongolizados y secundariamente, afinidades con grupos de extracción no mongoloide, dadas estas últimas por procesos evolutivos de adaptación o mestizaje. El objeto del presente trabajo es determinar si a nivel craneofacial se cumple el modelo propuesto a través de la metodología craneofuncional. Se procedió a medir los componentes funcionales anteroneural, mesoneural, posteroneural, ótico, óptico, respiratorio, masticatorio y alveolar en 48 cráneos provenientes de muestras japonesa, francesa y araucana. Se observó que: (a)las elipses de distribución producidas por el análisis canónico ubicaron a los araucanos en una posición casi equidistante entre japoneses y europeos; (b)los componentes funcionales discriminados por el análisis univariado fueron tres para la comparación europeo-japonesa (óptico, masticatorio y alveolar), los mismos tres para la comparación araucano-japonesa (pero con sentido inverso) y sólo el efecto tamaño del componente facial para la comparación araucano-europea. Con estos resultados se rechaza la hipótesis planteada y se sugiere que, además de los factores microevolutivos que condujeron a una adaptación por caza-recolección, los araucanos sufrieron primariamente el proceso de mongolización asiática acaecido durante el último estadial del pleistoceno y secundariamente una activa miscegenación con poblaciones del denominado substrato paleoindio, de carácter asiático no-mongoloide y del cual los restos de Warm Mineral Springs, Spirit Cave, Kennewick, Lagoa Santa, Tequendama y Palli Aike serían entre otros, sus representantes más conspicuos. Rev. Arg. Antrop. Biol. 2(1): 163-186, 1999.

ABSTRACT: It is known that the Amerindians -which include most of the extinct and extant American Indian populations- came to America from the Northeast of Asia, passing through the Bering Strait and the Aleutian Islands. According to this model, the Amerindian populations have a basic Asian Mongoloid configuration, which was secondarily modified by local microevolutionary processes. All comparisons based in distances and/or functional components should then support the hypothesis that "the Amerindian distributions should approach in a higher degree those of the Asian populations and in a lesser degree those of the European ones". Since the Araucanians constitute a typically Amerindian population, a greater morphologic similitude with Mongoloid Asian populations and secondary affinities with non-Mongoloid groups, caused by evolutionary processes of adaptation or miscegenation, are then expected. The object of the present study is to test the validity of this model at craniofacial level. The functional anterior neural, mid neural, posterior neural, otic, optic, respiratory, masticatory, and alveolar components were measured in 48 crania belonging to well-identified European, Japanese and Araucanian collections. It was observed that: (a) the distribution ellipses given by the canonical analysis were concordant in placing the Araucanians almost equidistantly between the Japanese and the Europeans; (b) the functional components discriminated in shape by the univariate analysis were the optic, masticatory and alveolar ones for both the European-Japanese comparison and -although with inverse meaning- the Japanese-Aracanian one. Whereas, only changes in facial size characterized the European-Araucanian comparison. These results allowed us to reject the stated hypothesis. It is suggested that, besides the Holocene adaptation to hunter-gathering, the Araucanians underwent -after the Pleistocene Mongolization process- an active miscegenation with non-Mongolized Asian Paleoindian populations, the skeletons of Warm Mineral Springs, Spirit Cave, Kennewick, Lagoa Santa, Tequendama and Palli Aike being their most conspicuous examples. Rev. Arg. Antrop. Biol. 2(1): 163-186, 1999.