Rock y derechos humanos
El caso de Los Caballeros de la Quema y su compromiso social y político
DOI:
https://doi.org/10.24215/18530494e080Palabras clave:
rock, derechos humanos, arte transformador, intervención social, ArgentinaResumen
Durante los años ´90, la banda Los Caballeros de la Quema ha ofrecido apoyo a la lucha por la defensa de los derechos humanos, participando en actividades organizadas por organismos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y CORREPI. Con su reunión, en 2017, la banda volvió a participar en festivales y recitales conmemorativos.
Abordando los vínculos entre el rock y los organismos de Derechos Humanos, este articulo busca analizar el lazo y el compromiso que la banda ha entablado con las Madres de Plaza de Mayo y la CORREPI, buscando puntos en común, cambios y rupturas. Me pregunto: ¿Cómo se han reconfigurado los vínculos entre la banda y los organismos de derechos humanos? ¿Qué significa el apoyo a los derechos humanos en los diferentes contextos sociopolíticos? Considero que el accionar de la banda ha buscado intervenir en la producción de sentido, en pos de desnaturalizar algunas ideas hegemónicas y posicionar otras; sin embargo, este involucramiento ha sido condicionado por los distintos contextos socio-políticos.
Para cumplir los objetivos planteados, realicé entrevistas y analicé datos publicados por diversas fuentes en Internet (artículos periodísticos, páginas web y redes sociales). A su vez, la observación participante en recitales (durante el segundo periodo de la banda) fue material de información y análisis. El artículo busca aportar a los estudios sobre arte, cultura y derechos humanos, mediante un enfoque interdisciplinario que articule los estudios sociales de la música y las perspectivas que abordan los usos sociales y políticos del arte y la cultura.
Introducción
Los Caballeros de la Quema 1 2 es una banda de rock, oriunda de la ciudad de Morón –zona oeste del Gran Buenos Aires, Argentina-, que ha desarrollado su actividad musical durante dos periodos. El primero abarca los inicios de la banda en 1989 hasta su separación en 2002, mientras que el segundo comienza en 2017 con la reunión de Iván Noble (voz), Martin Méndez (guitarra), Pablo Guerra (guitarra), Javier Cavo (batería) y Patricio Castillo (bajo), con el show que ofrecieron en el marco de la segunda edición del Festival Provincia Emergente3 en el Estadio Único de la ciudad de La Plata.
Ahora bien, durante la larga década neoliberal4, el grupo se destacó por expresar una crítica social mediante sus letras y por actuar ofreciendo apoyo a causas sociales y en defensa de los derechos humanos. Durante esta etapa, la banda reivindicó y participó en eventos y actividades organizadas por diferentes organismos de derechos humanos, entre los que sobresale las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI)5. Luego de un periodo de inactividad (entre los años 2002 y 2017), la reunión de la banda aconteció durante el segundo año de la gestión neoliberal del macrismo, y actualmente se desarrolla en un contexto gobernado, a nivel nacional, por La Libertad Avanza (LLA), partido que se presenta como propuesta liberal o libertaria. Desde su reunión, la banda ha realizado presentaciones en vivo en reconocidos estadios, bares y festivales de música. También, ha participado y colaborado en festivales y recitales en conmemoración y/o defensa de los derechos humanos, tal como lo hacían en el primer periodo, pero ahora en espacios para la memoria.
Retomando los vínculos entre el rock y los organismos de Derechos Humanos en Argentina, este artículo busca analizar el lazo y el compromiso que la banda ha entablado específicamente con las Madres de Plaza de Mayo y con la CORREPI. Se abordarán dos periodos de actividad de la banda que coinciden con contextos sociopolíticos diferentes, pero que representan similares características. De este modo, se intentará encontrar puntos en común, cambios y rupturas entre ambos periodos. Nos preguntamos: ¿Cómo se expresa el apoyo a los derechos humanos en esos diferentes contextos sociopolíticos? Considero que el accionar de la banda ha intervenido en la producción de sentido en torno a la defensa y conmemoración de los derechos humanos, y que dicho involucramiento ha cobrado matices diferentes según los diferentes contextos sociopolíticos.
Para efectuar este trabajo, realicé entrevistas al músico y productor Martin Méndez (guitarrista de la banda) y a referentes de la CORREPI, y analicé fuentes secundarias disponibles en artículos periodísticos, páginas web y redes sociales. A su vez, realicé trabajo de campo etnográfico en recitales, durante el segundo periodo de la banda. Este artículo busca aportar a los estudios sobre arte, cultura y derechos humanos, mediante un enfoque interdisciplinario que articule los estudios sociales de la música y las perspectivas que abordan los usos sociales y políticos del arte y la cultura. Considero central entender los vínculos entre los/as artistas y los derechos humanos enmarcado en un proceso de politización cultural, donde la cultura emerge como recurso [1] para la movilización social y política y para la transformación. En este sentido, me interesan los planteos de Infantino [2-4] y la propuesta de Vich [5] de pensar la cultura en su sentido transformador, como agente capaz de propiciar el cambio social, transformando no solo imaginarios, sino también prácticas y relaciones sociales.
Usos sociales y políticos del arte y vínculos entre el rock y la política
Entendiendo a la cultura como recurso [1] con propósitos de intervención social, Vich [5] consideró necesario posicionarla como agente de cambio y transformación socio-política, espacio de conquista de derechos y lugar desde donde atacar problemas sociales y favorecer/promover la inclusión social. El autor sugirió concebir a la cultura como un dispositivo que produce realidad y es soporte de esta, a la vez que produce sujetos y produce –y reproduce– prácticas y relaciones sociales que involucran relaciones de poder.
Insistiendo en que la cultura puede contribuir a promover cambios sustantivos y/o activarlos, según Vich [5]: “los objetos culturales tienen un gran poder de seducción y sirven, en muchos casos, para transformar aquellos imaginarios que funcionan como soportes de las relaciones sociales establecidas” (p.16). De este modo, el autor plantea que muchos objetos culturales pueden establecer respuestas diferentes y pueden cumplir una función hacia el cambio social, aportando a la construcción de una nueva hegemonía, transformando las normas o habitus que nos constituyen como sujetos, deslegitimando aquello que se presenta como natural y revelando otras posibilidades de individuación y de vida comunitaria.
Al instalarse los conceptos de derechos culturales y democracia cultural participativa, así como la noción ampliada, diversa y plural de lo cultural y, dentro de él, lo artístico [1,6-8], en América Latina crecieron y se consolidaron las propuestas arte-transformadoras [2-5] y los/as artistas redefinieron sus prácticas en términos de arte y transformación social y/o inclusión. En pos de reconocer las potencialidades sociopolíticas de la cultura, Infantino [2-4] propuso entender por “arte-transformador” un conjunto de propuestas artísticas (experiencias, prácticas y políticas) que disputan resignificaciones sobre el arte y lo postulan como herramienta para la intervención social –para transformar las desiguales sociedades– y de disputa política y demanda al Estado por reconocimiento (simbólico y material), acceso, participación, ampliación de derechos culturales y políticas democrático-participativas. Según Infantino [2], muchas de estas iniciativas tienen la “potencialidad disruptiva de imaginar nuevos ordenamientos sociales, de cuestionar las jerarquías artísticas, de disputar la expansión de los derechos y las políticas culturales” (p. 53).
Al abordar los usos sociales y políticos del arte, Infantino [3] recupera experiencias artísticas independientes/autogestivas, de los años ´90, que tomaron al arte como forma de intervenir política y socialmente, en oposición al Estado, y de enfrentar la crisis neoliberal Argentina. Al analizar el caso de artistas que buscaban modos alternativos –de vida, de producción cultural y laboral– y se oponían al individualismo, a la privatización del espacio público, a la elitización de la cultura y al Estado –frente al cual resistían-, Infantino [3] advirtió la casi inexistencia de organización colectiva para demandar reconocimiento, valorización y recursos al Estado, que continuó durante parte de los años 20006. Según Infantino [4], la situación cambia luego de Cromañón7, cuando diferentes colectivos de artistas independientes comenzaron a demandarle al Estado reconocimiento y participación en el diseño, gestión e implementación de las políticas culturales, resignificando la relación con el Estado, en términos de demanda política –y ya no sólo de resistencia–.8
Ahora bien, diferentes estudios abordan los vínculos –dinámicos y conflictivos– que el rock nacional entabló, desde sus orígenes, con el poder político, evidenciando diferentes tipos de acercamientos entre los/as artistas y el Estado. Para Pujol [9], en sus inicios el rock fue excluyente, su identidad se definió por aquello que rechazaba o contraponía (el sistema). Para Garriga Zucal y Salerno [10], “en el espacio del rock el poder suele ser caracterizado como una virtud negativa adjudicada a una alteridad extramusical” (p. 84), como los políticos o la policía, y, en este sentido, se presta oposición a un conjunto de actores o de instituciones y se acuerda y/o apoya a otras. Alabarces [11] y Alabarces et al. [12], plantearon que el contenido impugnador del rock, hasta medidos de los setenta, solía recubrirse de una vaga y confusa retórica anti-sistema; y que la cultura rock competía en la capacidad de interpelar a los jóvenes, de forma desventajosa, con la masiva politización de la juventud argentina.
Según Alabarces et al. [12], la desaparición de lo político en la represión dictatorial le permitió al rock ocupar todo el campo de las culturas juveniles, capturando sujetos urbanos y de clases medias, y en sus márgenes a jóvenes de clases populares. Para Pujol [13], pese a la represión y censura, la actividad musical no se interrumpió y creció la cantidad de recitales. En esta trama, la Guerra de Malvinas, iniciada en abril de 1982, fue un punto de inflexión, pues la prohibición de transmitir música en inglés le permitió al rock acceder a la difusión masiva, incorporándose definitivamente al mercado discográfico. A partir de la masividad lograda por el movimiento, se señaló la estrategia de diálogo de la naciente administración militar con el movimiento rock [14], el cual sellaba pequeñas alianzas con la gestión pública y varios encuentros entre sus artistas y el poder [13].
Según distintos autores [13-16], con la restitución democrática, la irrupción de la política y las elecciones, se dio una confluencia entre rock nacional y política, donde los partidos políticos buscaron alianzas (para movilizar sus consignas) con los rockeros, quienes participaron en campañas partidarias, actos políticos y actividades estatales. Sin embargo, la articulación fue problemática y se truncó con las sanciones de las leyes de punto final (1986) y de obediencia debida (1987). Provéndola [16] registró vínculos entre músicos de rock y el gobierno (como cuando, en 1989, un grupo de rockeros, convocado a la Casa Rosada, solicitó espacios de difusión y promoción) y señaló que los indultos sancionados por Menem, entre 1989 y 1990, causaron críticas por parte de músicos de rock, zanjando nuevamente la grieta ideológica entre el poder político y el rock. Como se verá a continuación, a diferencia de lo que ocurría con el poder político, el rock se ha vinculado de forma más estable y armoniosa con organizaciones de derechos humanos.
Los Caballeros de la Quema y el compromiso con los derechos humanos en los ´90
Durante los años '90, Los Caballeros de la Quema ha sido una banda que ha brindado apoyo a causas populares y a la lucha por la defensa de los derechos humanos, participando en festivales organizados por las Madres de Plaza de Mayo y por la CORREPI, y apoyando y avalando públicamente la causa de dichas organizaciones, tal como lo hicieron otros grupos y artistas durante el periodo. Esta característica va en la misma línea de lo que plantea Pujol [17] sobre las bandas de rock de la época9, las cuales se posicionaron contra el menemismo y su plan privatizador, siendo su público el producto social de la desregulación laboral, la marginación juvenil, la crisis educativa y la desocupación.
La CORREPI es una organización política independiente del Estado, sus organismos y agencias, que define su campo de acción dentro de los Derechos Humanos. Se plantea como objetivo caracterizar, denunciar y combatir las políticas represivas de las clases dominantes, ya sea que éstas se ejerzan por coerción o por consenso, y lo hace mediante la confrontación y deslegitimación de las instituciones y prácticas del Estado. Diferentes experiencias llevaron a la conformación de una organización antirrepresiva y marcaron la lucha contra la violencia institucional. Sobresale el asesinato de Walter Bulacio10, en 1991, que se convirtió en un símbolo de protesta contra la represión y la violencia policial y marcó el camino de la organización, que comenzó a interpelar a la juventud como víctima de la violencia policial. Luego de este hecho, que influyó en el imaginario colectivo del rock (reavivando el conflicto rock y policía presente en la historia del movimiento), el rock tomó como bandera a Bulacio, haciendo festivales en su memoria.11
Desde sus inicios, la CORREPI ha organizado eventos para darle visibilidad a la protesta y convocar público: marchas, festivales, radios abiertas y otras manifestaciones masivas. Cada año en el mes de abril, convocó, junto a organizaciones estudiantiles, sociales, de Derechos Humanos y corrientes políticas, la Marcha por Walter y por todos, en el aniversario de la detención ilegal de Walter Bulacio. En la semana posterior a la marcha, la CORREPI organizó festivales de rock que (además de denunciar la continuidad del aparato represivo, instalaron la fecha del asesinato de Walter en la agenda), al contar con la presencia y participación de artistas y bandas de rock, fueron masivos y contaron con presencia juvenil. Los Caballeros de la Quema solían participar en estos eventos y también en actividades por la libertad de presos políticos, al igual que La Renga –banda exponente por su forma de producción musical independiente- y Los Piojos. Con este accionar, Los Caballeros aportaron a difundir el mensaje de la CORREPI entre el público juvenil.
Los festivales musicales con bandas de rock organizados por la CORREPI han sido un recurso usado para la difusión de sus consignas, tan habitual como las marchas o los escraches. En 2016, entrevisté a referentes de la CORREPI, quienes expresaron:
Los Caballeros participaron de la primera actividad callejera de CORREPI que hicimos con ese nombre, finalizado el período fundacional que abarcó de 1987 a 1992. Fue el 22 de mayo de 1992, en Corrientes y Montevideo. Lo llamamos Cabildo Abierto contra la Represión, porque hubo una radio abierta en la que intervinieron familiares de víctimas del gatillo fácil y las torturas, compañeros de organizaciones hermanas y referentes del movimiento de Derechos Humanos. Como cierre, tocaron Los Piojos, La Renga y Los Caballeros de la Quema. Entre ellos, nosotros y la gente que pasaba, habremos sido unos 300 en total. A partir de ahí, esas tres bandas estuvieron muchas veces en festivales, especialmente los del mes de abril en el aniversario de la detención, tortura y muerte de Walter Bulacio, pero también en actividades por la libertad de los presos políticos u otras en diversos lugares. Recordamos con precisión que tocaron en el Obelisco, en mayo de 1995, con una convocatoria de más de 10.000 pibes (tuvimos que suspender dos fechas previas, en abril, por tremendas lluvias). Les estamos muy agradecidos por la mano importantísima que dieron en esos primeros años de nuestra organización (entrevista personal, 09/11/2016).
Durante el periodo, el rock comienza a vincularse con otros organismos de derechos humanos, identificándose, sobre todo, con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, –con su rebeldía apartidaria y actitud antipolicial–, y estableciendo sentidos contra la dictadura. Desde 1996 las Madres comenzaron a convocar en sus actividades a bandas y artistas de rock, quienes difundieron el derecho a la identidad y colaboraron con la causa12. Sobresale el festival de rock Madres, 20 Años de Lucha, ¡Ni un Paso Atrás!, en conmemoración a sus 20 años de existencia y de lucha, que se realizó durante dos jornadas en octubre de 1997. Allí, en el estadio Ferrocarril Oeste, Hebe de Bonafini (presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo y vocera del evento) dirigió un discurso desde el escenario a los miles de jóvenes: "somos el puente entre nuestros hijos y ustedes. Entre nosotros no hay nada que nos separe. La rebeldía nos tiene que seguir uniendo. Sean rebeldes pibes" y denunció a "los asesinatos de la Policía Bonaerense de Duhalde" [18]
El encargado de abrir el primer día fue León Gieco, quien manifestó: "Todos los grupos que vamos a tocar hoy y mañana lo hacemos por esta causa común: por la dignidad, por la lucha de las Madres" [18]. Además, invitó a Iván Noble y Pablo Guerra para hacer dos temas y, luego, convocó a Noble, Ricardo Mollo y La Renga, para tocar el tema “El embudo”. La jornada finalizó con León Gieco e Iván Noble tocando un tema con Los Piojos. El segundo día, tocaron Los Caballeros de la Quema, compartiendo canciones con Pedro Aznar y Ricardo Mollo. La Renga cerró con Ricardo Mollo, Iván Noble, Ciro Martínez y Fachi (Viejas Locas) tocando "Hablando de la libertad".
En noviembre de 1997, al igual que otros grupos, Los Caballeros participaron en el Festival Rock x la Identidad, en la Plaza de Mayo (evento organizado por Abuelas de Plaza de Mayo). En diciembre de ese año, también apoyaron la huelga de hambre de los docentes, con un festival en la Plaza de los dos Congresos, junto a otros artistas. En 1998, la banda se presentó en la segunda edición del Festival Ni un Paso Atrás, en la ciudad de Rosario, a beneficio de las Madres; y participó del disco colectivo “¡Ni Un Paso Atrás!”, en homenaje a los 20 años de lucha (allí se registró el festival de 1997). Incluso, la banda homenajeó a las Madres con un tema musical que lleva su nombre, y que ha sido publicado en el disco La paciencia de la araña, editado en 1998. A continuación, se reproduce su letra:
Madres
Van en ronda porfiada / ancianas de viento / de un frío que gasta / tackleando al olvido / yugando el dolor
Van en ronda mareada / remando en silencio / a orillas de un tiempo / de grises y ausencias / de niebla en la voz
Van de pie con las heridas altas / convidando memoria / y andarán contra mugre y perdón
Aunque duren los cuervos / llueva este asco / y pesen los pies
Van pañuelos curtidos / de llantos inmensos / de soles de inviernos / diciendo los gritos que nadie gritó
Van en ronda acunada / tobillos cansados / y ovarios de hierro / pariendo el coraje que nadie parió
Van de pie con las heridas altas / convidando memoria / y andarán contra mugre y perdón
Aunque duren los cuervos / llueva este asco / y pesen los pies
Sobre el tema Madres, Méndez (entrevista personal, 29/11/2024) expresó: “le pusimos música a los derechos humanos y tratamos de convertir en la narrativa, en la letra de Iván, una situación de dolor personal mío”. El músico explicó que lo que quería transmitir era una tragedia de su familia y que esa música era como “ponerle el pecho a esa situación”. Entonces, en pos de llevar esa significación individual a lo colectivo, a Iván Noble se le vino la imagen de las Madres, “la imagen de las señoras en la plaza contra los caballos, a las que les pegaban… habían secuestrado y tirado al río a las dos pioneras de Madres, o sea, no era gratis hacer eso, realmente” (entrevista personal 29/11/2024). En palabras de Méndez, “Iván tuvo la habilidad de llevar ese dolor individual al dolor colectivo y encontró la metáfora de las Madres; a la vez es una forma de rendirle tributo a esa lucha” (entrevista personal 29/11/2024). En 1985, Méndez se inscribió en la carrera de Sociología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), “fui la primera generación del CBC”13 (entrevista personal, 29/11/2024), señala. De su experiencia como estudiante universitario, recuerda:
al quinto día los pibes de izquierda llevaron a las Madres, cuando en ese momento les pusieron trabas en las facultades, o sea, medio que nadie quería que estén. Y tuve la impresión de escuchar su testimonio durante una hora y media, a medio metro de ellas sentadas en un aula. Y yo, que me consideraba informado, en ese momento no tenía la menor idea, porque los medios construían de ellas una imagen de locas, malas, “querían dañar al país”, “movidas por intereses”, lo de siempre, y cuando escuchamos los testimonios dije, “no entendemos nada” (entrevista, 29/11/2024).
Por esos años, la intensión de la banda era darle voz a las Madres, visibilizar la causa, llevar el mensaje directamente a los jóvenes que asistían a los recitales. Retomando a Vich [5], considero que desde la práctica musical misma, tanto desde la participación en festivales como desde la composición del tema Madres, la banda aportó a desestabilizar significados hegemónicos y a promover otros mensajes y representaciones frente al monopolio de los medios de comunicación. De este modo, considero que se posicionó como agente crítico, que no solo cuestionó el orden neoliberal [20], sino que activó procesos de cambio cultural, al transformar lo simbólico y producir y visualizar nuevos imaginarios. Parafraseando a Vich [5], siempre que hablamos de cultura tenemos que hablar de una agencia humana con poder transformador; en este sentido, como herramienta para trasformar una forma de vida, los objetos culturales se relacionan con la desigualdad, la discriminación y la dominación social.
En línea con el planteo de Infantino [2-4], la propuesta de la banda puede entenderse como herramienta para la intervención social, pues ha aportado a la transformación de significados con respecto a la lucha por los derechos humanos, en oposición al neoliberalismo menemista. En palabras de Vich [5], en continentes marcados por la desigualdad, la violencia, la corrupción y la injusticia, “la cultura puede ser un factor decisivo de cambio social. Para ello, hay que concebirla como un agente que sirve para poner en cuestión algunas prácticas establecidas” (p. 21). A través de esta concepción, propongo pensar a la banda aquí estudiada, pues no solo ha aportado desnaturalizando ideas y prácticas hegemónicas que demonizaban a los organismos de derechos humanos, sino que al participar en las actividades mencionadas se ha posicionado en favor de los derechos humanos y ha aportado a la difusión de mensajes anti represivos. De este modo, y en sintonía con las experiencias artísticas de los años ’90 que ha abordado Infantino [3], a través de su producción musical (editada y en vivo), Los Caballeros de la Quema han intervenido social y políticamente oponiéndose al aparato represivo del Estado y a los discursos que niegan o demonizan a las víctimas de la última dictadura militar.
La reivindicación de los derechos humanos durante el nuevo siglo
Con la crisis de 2001, se produce en el país un movimiento de músicos autodenominados independientes y una coincidencia entre artistas musicales y agentes estatales. El periodo está atravesado por la tragedia de Cromañón que implicó normas de control que afectaron la práctica y circulación de música. Algunos músicos comienzan a movilizarse y agruparse, Lamacchia [21] destaca que la Unión de Músicos Independientes (UMI)14 intervino para conseguir beneficios colectivos y reclamó al Estado por una norma que protegiera al músico y a la actividad. Una serie de trabajos [16,21,22] señala el acercamiento entre músicos/as y Estado, en especial con las gestiones kirchneristas15, y las posibilidades que abrió para que disminuyera la desconfianza hacia lo estatal, además enfatizan el aporte de las organizaciones de músicos/as en el proceso de lucha que permitió elaborar políticas públicas novedosas para la música.
Además de esa novedosa confluencia entre artistas y Estado, es interesante mencionar que, entre 2003 y 2015, Vázquez [23] observó una recomposición de la política partidaria y un potencial político de la juventud que define los compromisos y la movilización de adhesiones políticas y militantes. Vommaro [24] vinculó lo dicho con:
la política de derechos humanos, el cambio en la composición de la Corte Suprema de Justicia, la retórica en torno a la dignidad nacional y la convocatoria a romper con el modelo económico neoliberal y los vínculos con los organismos internacionales de crédito (p. 40-41).
Vázquez [23] señaló acciones que impulsó el mandato de Néstor Kirchner como su reivindicación como militante; la oficialización de consignas, hitos y fechas militantes; la política de derechos humanos; las alianzas con agrupaciones y la incorporación al FPV de militantes barriales; cuestiones que explican como colectivos movilizados pasaron a identificarse con el nuevo gobierno, legitimando su gestión.
Es menester destacar que, durante el kirchnerismo, el Estado fue un activo organizador de festivales y programas destinados a la actividad musical, y que buena parte de la política pública se enfocó en la construcción de la memoria; incluso, desde el Estado se convocó a músicos/as y bandas para actividades conmemorativas o vinculadas con los derechos humanos. En este aspecto, Méndez destaca el concurso federal de bandas juveniles Maravillosa Música16, dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación, al que fue convocado para trabajar durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner:
me quedé flasheado con esa experiencia, los que laburaban y el amor que le ponían… hacían concursos de bandas locales en todo el país y las ganadoras viajaban a Buenos Aires para grabar en el estudio de Tecnópolis… trajeron una banda de pibes raperos de Misiones que la rompían, una piba cantaba como Mercedes Sosa, pero rap… a esos pibes me los traían al estudio a las 10 de la mañana y a las 6 de la tarde teníamos que tener el tema terminado. Y después los llevaban a programas a hacer prensa, a tocar, los movían, les organizaban shows… Y los cuidaban, les enseñaban de contratos, qué hacer, qué no hacer, pero básicamente se iban con un tema grabado profesionalmente en un estudio de calidad internacional (entrevista personal 29/11/2024).
Por otra parte, del discurso de Méndez se desprende una coincidencia entre rock y kirchnerismo, dado el apoyo a los Derechos Humanos (especialmente a Madres y Abuelas) y por la actitud rebelde y desafiante de “ir de frente”, a diferencia de la derecha conservadora y neoliberal. Según sus palabras:
El rock popular abrazó la causa de Madres y Abuelas hace muchos años...El gobierno de los Kirchner tomó esa lucha de Madres, Abuelas, organismos de derechos humanos y el rock en general, y la convirtió en política de Estado, promoviendo la anulación de leyes que convalidaban el genocidio de la década del setenta, entre otras cosas. Eso, más la ausencia de ajustes económicos depredatorios sobre las clases populares, creo que son los motivos por los cuales los músicos que padecimos gobiernos entreguistas y hambreadores valoremos esa dirección política, aunque no nos parezca el tipo de gobierno perfecto. Considero que la arremetida golpista que la derecha conservadora lleva a cabo en toda América Latina, es una alianza que cuenta con la participación de medios de comunicación concentrados, elites rurales, grandes empresarios, fondos buitres, etcétera. Creo que la naturaleza de semejante amenaza hace que los músicos y los artistas en general con cierta conciencia social valoremos este proceso (entrevista personal, 03/11/2017).
Sin embargo, la situación sociopolítica da un viraje con el contexto marcado, a nivel regional y nacional, por el pasaje de gobiernos de corte popular, identificados como progresistas o anti-neoliberales, de izquierda o centro-izquierda,17 a otros abiertamente inclinados a la centroderecha y derecha, identificados como neoliberales y/o liberales. En diciembre de 2015, mediante un discurso que apeló al cambio con respecto al modelo anterior y promesas de achicar el Estado, iniciaron sus mandatos Mauricio Macri (a nivel nacional) y María Eugenia Vidal (por la provincia de Buenos Aires). Las gestiones de gobierno del Frente Cambiemos18, que gobernaron hasta 2019, redujeron las funciones del Estado en materia de derechos, políticas públicas y gasto público, evidenciando un cambio, con respecto al modelo anterior, en el modo de conceptualizar el rol del Estado; sin embargo, algunos activistas y funcionarios de derecha criticaron las reformas por considerarlas tibias y se colocaron a la derecha de JPC.
Ahora bien, luego del triunfo electoral de una fuerza de derecha en 2015, en las elecciones de 2019 se impuso el FDT. El periodo 2019-2023 estuvo atravesado no sólo por conflictos al interior de JPC, sino también por la pandemia Covid-19 y por las críticas hacia las medidas socio-sanitarias que tomó el gobierno peronista. En este escenario, sectores de derecha tuvieron un rol protagónico manifestándose en contra del gobierno y concentrándose alrededor de la figura mediática de Javier Milei (quien supo representar a sectores situados a la derecha de JPC). La situación se profundizó en las elecciones presidenciales de 2023, con el éxito electoral de LLA19. Con un discurso liberal, ultraderechista y negacionista (que niega y banaliza el terrorismo de Estado cometido durante la última dictadura militar, equipara los crímenes de la dictadura con los de las organizaciones políticas, y cuestiona abiertamente a los organismos de derechos humanos y a las víctimas y familiares del proceso) y de desregulación estatal, asumieron Javier Milei como presidente y Victoria Villarruel como vicepresidenta.
Retomando la cuestión musical, Los Caballeros de la Quema se reunieron en 2017, en el marco del Festival Provincia Emergente. Si bien fueron contratados por Cultura de la Provincia de Buenos Aires (durante la gestión de María Eugenia Vidal), por intermedio del ex manager de la banda, Méndez explica la posición que asume al respecto: “Te contrata gente que odias también, pero para vos es un contacto con la gente de la provincia” (entrevista personal, 29/11/2024). Según su testimonio, “no apoyar las causas y no sacarse fotos”, son las condiciones que asume la banda: “esa noche que tocamos, a 200 metros nuestro estaba Vidal, no fuimos a sacarnos fotos. Las fotos son mensajes muchas veces” (entrevista personal, 29/11/2024). En esta línea expresa una mayor afinidad entre la banda y representantes del kirchnerismo (y un apoyo a dicha línea política “a favor de los derechos humanos”): “que lindo volver, pero que cagada tener que volver justo cuando están estos… si hubiésemos vuelto ahora, estaría Axel [Kicillof] y sería más simpático, pero bueno, Axel nunca nos llamó para tocar” (ídem). Según el músico:
Caballeros de la Quema, Estadio Único de La Plata, entrada gratis, organiza el diablo, tendré que charlar con el diablo y llegar a un acuerdo, que no es lo mismo que si el tipo está en campaña política y te convoca para que vos traslades su mensaje. Una cosa es institucional, otra cosa es proselitista, ahí ya nunca nos metimos ni siquiera con gente que estamos a favor, ni nos han llamado tanto tampoco (entrevista personal, 29/11/2024).
En el fragmento anterior se evidencia una postura en relación con ciertas gestiones de gobierno (concebidas como neoliberales o de derecha y mencionadas como “el diablo”) claramente diferente y opuesta a la que asume la banda con respecto a organizaciones de derechos humanos (donde no solo se apoya la causa, sino que también se busca transmitir el mensaje), e incluso con respecto a otros partidos políticos, gestiones o causas más bien del campo popular. En esta línea, Méndez (entrevista, 2024) recuerda que, por invitación del músico Hernán de Vega (líder de la banda Las Manos de Filippi), Los Caballeros tocaron en la apertura de un local del Partido Obrero20: “ninguno de nosotros es del Partido Obrero. Es gente que está en una lucha parecida, en el campo popular… No es una causa nuestra, pero te llama un amigo y vas, apoyamos causas que no eran las nuestras” (Méndez, entrevista personal, 29/11/2024). Del testimonio se desprende la afinidad entre la banda y diferentes causas populares y partidos políticos situados a la izquierda del arco político.
El 26 de marzo de 2022, durante la presidencia de Alberto Fernández, Los Caballeros de la Quema volvieron a tocar en Castelar, localidad del Partido de Morón (ciudad que vio nacer a la banda), en el marco de las actividades por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. El show se realizó en el Polideportivo Municipal Gorki Grana, ubicado en el predio donde funcionó el centro clandestino de detención Mansión Seré, hoy espacio para la memoria. El evento, organizado por el municipio de Morón–con el apoyo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación-, formó parte de una serie de propuestas y actividades culturales que buscaron promover la memoria y el respeto a los derechos humanos, en conmemoración del 46° aniversario del golpe de Estado.
En uno de los videos de difusión, los miembros de la banda apelaron a la memoria y remarcaron la vuelta al barrio. A su vez, se pintó un mural en el paredón del Colegio Manuel Dorrego, donde estudiaron Noble y Méndez, con la inscripción “Van de pie con las heridas altas convidando memoria. Sábado 26 de marzo –Polideportivo Gorki Grana-”, junto con el logo de la banda y el pañuelo blanco -símbolo de lucha, paz, verdad y justicia-. Retomando el lazo y el compromiso de la banda con las Madres, y haciendo referencia al recital, Méndez publicó un texto en su Instagram personal:
Unos cuantos años atrás algunas bandas de rock prestamos nuestra credibilidad para ser correa de transmisión entre estas señoras que todavía eran muy maltratadas y poco escuchadas [Las Madres de Plaza de Mayo], y el público que nos seguía. Para nosotros fue encontrarle un sentido aún más profundo a lo que hacíamos. Hoy ellas son un símbolo fundamental de lucha contra todo lo que está mal. Y nosotros agradecidos de poder ponerle música a un día tan especial [25].
Antes del inicio del recital, el intendente de Morón (del FDT) junto a representantes de organismos de derechos humanos, veteranos de Malvinas, funcionarios/as y el ex intendente Martin Sabbatella,21 entonaron el himno nacional y pidieron aplausos por los 30.000 detenidos desaparecidos. A su vez, se llamó a sostener y acompañar el camino de la memoria, la verdad y la justicia y se proyectó un video conmemorativo sobre los últimos 46 años del Predio Quinta Seré. Los Caballeros tocaron por dos horas para más de 35.000 personas.22 Para presentar el tema “Madres”, Noble expresó:
Vamos a tocar una canción muy especial y más que nunca en este lugar y esta noche. Hace más de 20 años tuvimos el inmenso privilegio y honor de participar en un festival que se llamó 20 años de las Madres de la Plaza de Mayo, en la cancha de Ferro. Estuvimos todos, todas las bandas de los ´90. La Renga, Los Piojos, Las Pelotas, Divididos. Un evento increíble. Y en ese momento pensamos que no hacía falta explicar mucho más lo que habían sido las Madres, lo que habían significado para la memoria y la lucha de este país. Pasaron los años y hoy, hoy día… es muy necesario explicarles a nuestros hijos y a nuestros nietos la lucha de esas señoras, los huevos, los ovarios que tuvieron. Porque, aunque parezca mentira, hoy en el congreso de este país hay legisladores y diputadas negacionistas, que todavía son capaces, de verdad, de negar las atrocidades que ocurrieron en esta bendita patria. Así que ojalá que estemos a la altura de este homenaje y de esta noche especialísima (notas de campo, 26/03/2022).
Al escuchar esas palabras, el público entonó el cántico “hay que saltar, hay que saltar, el que no salta es militar”, al tiempo que Noble comenzó a saltar y luego recitó: “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza” (notas de campo, 26/03/2022). El recital fue una oportunidad para volver a juntar generaciones, reivindicando el respeto por los derechos humanos, en un contexto donde se imponen discursos negacionistas desde el poder político. A su vez, Méndez refiere haber vivido a una cuadra del predio y destaca la importancia de la jornada y la significancia del Gorki Grana para el barrio, por ser “el primer centro clandestino de detención convertido en lugar de memoria” (entrevista personal, 29/11/2024). Además, expresó simpatía por tocar ahí, en el Día de la Memoria, “para el partido local que lleva esas banderas, que es Nuevo Encuentro, que es gente de nuestra generación” (ídem). El músico explica que, en los ´90, la banda entabló vínculos con algunos de sus militantes, “para nosotros, eran los amigos hippie comunistas con onda, porque eran amigos y nos encontramos en la calle. Y acá es la gente que llevó adelante esas banderas, son los que tomaron la decisión política para que el predio sea un lugar de memoria… luchamos por lo mismo” (Méndez, entrevista personal, 29/11/2024).
En 2023, en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA23), se realizó el festival musical 40 años por la Democracia y los derechos humanos. Allí, el 22 de marzo, tocaron Los Caballeros de la Quema que, mediante historias en redes sociales, difundieron el evento con el mensaje: “estando donde hay que estar”. Posteriormente, el 5 de agosto de 2023, en pleno año electoral24, la banda participó en el festival por el 357° aniversario de la ciudad de Quilmes. Durante el recital, Iván Noble refirió: “Ojalá que este tipo de cosas, gente en la calle disfrutando de música, teatro, cine, etcétera, de cultura popular, ojalá que no se acabe” (notas de campo, 22/03/2023). Esas palabras expresan una postura en relación con las elecciones presidenciales de ese año, la cual se anticipa no sólo el cambio de gobierno nacional y sus consecuencias en las políticas culturales, sino también el posicionamiento que va a tener la banda con respecto a esa nueva gestión.
Significados y reconfiguraciones en el compromiso con los DDHH por parte de la banda
Sobre la continuidad del apoyo de la banda a los derechos humanos, Méndez expresa:
Nosotros no luchábamos por los derechos humanos, no somos militantes, pero si apoyamos la causa, tocábamos en eventos, reflejamos eso en nuestras letras25 y hemos tenido encuentros. Es un granito de arena contra injusticias históricas… Y seguir apoyando la causa es como natural (entrevista personal, 28/11/2924)
Según su relato (ídem), la banda habría aportado de diferentes maneras a “la causa”, dependiendo el periodo. Por ejemplo, en los ´90 la intensión era visibilizar la lucha: “imponer una idea que era rechazada por la sociedad, porque los organismos de derechos humanos estaban siendo perseguidos, los ninguneaban en los medios, los atacaban en todos lados” (Méndez, entrevista personal, 29/11/2024). En este sentido, expresa (ídem): “prestábamos nuestro nombre, nuestra credibilidad en sectores jóvenes y nuestra convocatoria para transmitir el mensaje”, y añade:
para que no les pase lo que me pasó a mí en la facultad, cuando las escuche por primera vez, que si no apoyas esto sos un hijo de puta. Esa es la sensación, como que no te podías hacer el tonto una vez que lo escuchabas de primera mano (entrevista personal, 29/11/2024).
De sus dichos se desprende el rol que tuvieron las organizaciones de derechos humanos, y también la cultura, para establecer sentidos no hegemónicos, en el sentido de los planteos de Vich, (2014). En esta línea, Méndez expresa:
Y en tu barrio parecía que a tres cuadras de tu casa habían torturado, habían secuestrado gente, esto pasó en todos lados ¿nadie lo vio? lo taparon muy bien los tipos, el partido contra Perú, todo, o sea, estaba muy laburado para que no se enteraran. Bueno, pero esta gente viene a luchar para que todos nos enteremos. ¿Duele? Sí, es horrible, es horrible. Pero fue un triunfo que tiene que ver no solamente los organismos de derechos humanos, también contempla al teatro, la música, el cine, la literatura, la academia, toda la conciencia argentina de las últimas décadas, toda la inteligencia que genera hechos culturales, que genera conocimiento, identidad. Pasó de ser minoritario a mayoritario. Es una construcción de muchos frentes, no es la música solamente (entrevista personal, 29/11/2024).
Méndez advierte que durante las gestiones kirchneristas la intensión pasó a ser conmemorativa: “nos contrataron desde el Estado los organismos, o sea, es la misma gente u otra parecida, es distinto, ya no es una lucha, es conmemorativo” (entrevista personal, 29/11/2024). Según su testimonio, con esta participación, la banda reafirmaría su posición, a través de homenajes y recordatorios que son necesarios para la causa. Estos planteos muestran un recorrido que va desde los años ´90, cuando el rock apoyó la causa de las Madres, Abuelas y otros organismos de derechos humanos, los cuales no tenían correas de transmisión con el resto de la sociedad. De este modo, la banda (como otros sectores de la cultura) aportó en la lucha para que el mensaje, por entonces muy minoritario, llegase a la sociedad, sobre todo al sector de la juventud. Las cosas cambian en los 2000, al instalarse el consenso y principio de no represión del Estado. En palabras de Méndez:
Desde la música se trabaja también en esa idea del país que querés dejar a tus hijos (...) el Estado no puede ser violento ni reprimir, y menos sin consecuencias (...) se trata de exigirle eso al Estado, que parece una obviedad, pero no lo fue (entrevista personal, 29/11/2024).
Sin embargo, el tema no estaría saldado, pues en los nuevos contextos emergen desde el poder político oficial discursos que niegan los crímenes de Estado, cuestionan a sus víctimas y discuten el principio de no represión.26 Para Méndez, “los sectores de los derechos humanos tienen un valor histórico, la bandera que han plantado las Madres y Abuelas es eterna, pero está en discusión, porque el otro sector es muy hábil” (entrevista personal, 29/11/2024). Según el músico:
ese consenso, al que se llegó a través de esa lucha y se firmó, ahora está en discusión. Ahora estos tipos en dos meses van a decir que pueden reprimir cualquier cosa. De hecho, los están cagando a palo a los viejos todos los miércoles27, ya empezaron a probar los gases y eso. Cuando se termine de desmoronar la industria y haya muchos más desocupados, yo creo que eso se va a poner más violento, como siempre. Y ahí veremos las luchas (entrevista personal, 29/11/2024).
De las entrevistas realizadas al músico se desprende un énfasis en señalar el actual cambio de época, marcado por un retroceso en la conquista de derechos y la vuelta a un neoconservadurismo, y su impacto no solo en el posicionamiento de los artistas, sino también en el rumbo de las futuras luchas sociales:
Ahora toda esa lucha está en discusión, hay un retroceso, fabricaron nuevos actores, la vicepresidenta, que representa al Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, a todos los que trabajan para las multinacionales, al sector militar… fueron muy hábiles, invierten mucho, tienen muchos soldados en los medios, tienen mucho fierro, tienen el poder, manejan las redes, y el contexto es internacional. La sociedad está mutando, las luchas van a ser otras. El consenso que la banda ayudó a generar, de que el Estado no podía ser violento, se instaló. ¿El Estado tiene agentes violentos? Sí, la Policía. Más de uno son violentos, y en exceso, seguramente. Ahora están planteando un cambio de régimen político que va a llevar a altos grados de violencia que va a llevar a nuevas luchas (Méndez, entrevista personal, 29/11/2024).
Volviendo al programa Maravillosa Música,28 en el cual había trabajado cuando era un concurso federal, Martín Méndez expresó, “eso es cultura, eso son derechos humanos: dar recursos, herramientas concretas, posibilidades. La lucha por los derechos humanos tiene que pensar en el futuro” (entrevista personal, 29/11/2024). Refiriendo al caso de los jóvenes destinatarios de esa política cultural, quienes vivían en las afueras de las ciudades, hacían trap o rap y en sus letras denunciaban la violencia institucional que vivían, señala (ídem): “los derechos humanos tienen que ver con que esos pibes logren tener esa voz, que representan a un montón de pibes de barrios marginales de Argentina”. Según Méndez, los derechos humanos “son vías de escape a situaciones que el individuo, sobre todo pequeño, no puede salir por sí mismo. No tiene manera, no tiene información, no tiene los medios... Si a ese pibe lo hiciste músico, viajó por todo el mundo...” (entrevista personal, 29/11/2024). En estas reflexiones, se advierte la propuesta de Vich [5], de entender que el trabajo en cultura revela otras posibilidades de individuación y de vida comunitaria. En este sentido, Méndez reflexiona sobre un cambio en la orientación de las políticas culturales en la actualidad (y en las consecuencias que traerían aparejado), a diferencia de gobiernos anteriores que invertían en este tipo de programas culturales: “imagínate ahora como van a estar estos pibes que ya deben ser papás, no creo que estén mejor, no creo que esto vaya a mejorar y eso mismo va a generar un montón de luchas” (entrevista personal, 29/11/2024).
Del discurso de Méndez, se desprenden múltiples maneras en que la música ejerce un rol transformador [2-4], y no solo a través de generar o difundir cierto mensaje, sino también produciendo cambios profundos en las personas. En este sentido, la música aporta transformaciones a nivel individual (aportando habilidades, mayor confianza, empoderamiento), pero también a nivel social. En palabras de Méndez (entrevista, 2024), estas transformaciones se expresan a nivel individual: “cuando el individuo le brinda su vida a la música, te transforma, te hace ser de una determinada manera” y también colectivo: “alguien te escucha a vos y arma una banda por tu influencia”. Incluso desde lo pedagógico, en su práctica como profesor de guitarra, expone: “recibís información de tus maestros, lo escuchas tocar, te corrige, de ideas, te muestra caminos, te abre la cabeza”, “yo transmito eso que me dieron mis maestros, más mi experiencia, mis intereses actuales” (entrevista personal, 29/11/2024).
Ahora bien, en línea con el planteo de Infantino [2-4], que entiende que las propuestas arte-transformadoras abren la posibilidad disruptiva de imaginar nuevos ordenamientos sociales, disputando la ampliación de derechos culturales y políticas culturales, Méndez plantea:
que chicos que no tienen esas opciones tengan una escuela orientada a la música, al teatro, o a ámbitos culturales… Que algo que vos decís, un acorde y una melodía, de en una fibra sensible de toda una generación y haga que se sientan menos solos y se empiecen a agrupar en los recitales y de repente en tus recitales vos les hablás de derechos humanos y que no los pueden maltratar (entrevista personal, 29/11/2024).
El escenario descripto cobra un nuevo matiz en la actualidad con el ataque y la censura a la cultura por parte del gobierno de LLA, que, con sus primeras medidas de reducción del Estado y del gasto público, afectó al sector cultural29, el cual resistió a tales medidas y asumió un rol protagónico movilizando en marchas masivas, buscando impactar en la realidad. Por otra parte, desde su asunción el presidente Milei ha destinado reiteradas burlas y ataques contra artistas disidentes y personalidades de la cultura que se posicionan contra el gobierno, sobresale el caso de Lali Esposito (reconocida actriz y cantante pop), quien es atacada insistentemente por parte del mandatario, y las burlas contra María Becerra (artista reggaetonera más escuchada en Sudamérica), que comenzaron a inicios del 2025. A lo dicho se le suma la cancelación por parte del gobierno del show gratuito que Milo J (rapero y cantante de 18 años de edad, oriundo de Morón) tenía programado realizar ante 20 mil personas en el Espacio Memoria y Derechos Humanos30, en febrero de 2025. Lo dicho ha generado fuertes repercusiones en redes sociales y el apoyo de colegas artistas. Incluso en el festival Cosquín Rock 2025, varios artistas se expresaron criticando al gobierno y repudiando la censura que sufren artistas no alienados con la ideología de LLA, manifestando apoyo a los/as tres artistas anteriormente mencionados/as.
Palabras finales
Entendiendo a la música como campo de intervención y compromiso social y en un sentido transformador, en los términos planteados por Vich [5] e Infantino [2-4], en este artículo pudimos ver como los músicos de la banda Los Caballeros de la Quema se han involucrado y participado en procesos de cambio social, cuestionando prácticas establecidas y promoviendo la transformación de imaginarios sociales y sentidos comunes existentes. Estos músicos han comprometido sus prácticas con la realidad social, tanto en los ´90 como en la actualidad, y mediante sus producciones musicales (editada y en vivo) han reivindicado la lucha por los derechos humanos y han cuestionado, disputado y denunciado inequidades sociales.
Si bien la banda mantuvo su apoyo a los derechos humanos a lo largo de los años, sobresale un acercamiento con gobiernos de impronta nacional y popular, y un enfrentamiento con respecto a gobiernos de derecha o neoliberales. Estos posicionamientos diferenciales responden a las concepciones y políticas propias de cada gestión de gobierno y a la posición que asumen con respecto a los derechos humanos. Incluso, tanto en los recitales como en las manifestaciones públicas, los músicos toman la palabra para, por un lado, apoyar políticas de derechos humanos y reivindicar la memoria, y por el otro, criticar posturas negacionistas y medidas de corte neoliberal. En este sentido, se advierte cómo la crítica al menemismo se ha redirigido al macrismo y, actualmente, recobra fuerza contra el gobierno de LLA.
Considero que, en los ´90, los organismos de derechos humanos y la banda aquí estudiada expresaban una desconfianza hacia los partidos políticos y el aparato represivo del Estado. En este sentido, la banda aportó a la lucha, difundiendo la causa de las Madres de Plaza de Mayo y de la CORREPI, a través de su participación en festivales y mediante sus composiciones que expresaban las consecuencias sociales de las políticas neoliberales del menemismo. Sin embargo, durante las gestiones de gobierno kirchneristas se da una coincidencia entre organismos de derechos humanos y el Estado, mediante la generación de políticas públicas de ampliación de derechos y de inclusión social y, especialmente, el desarrollo de Políticas Públicas de Memoria. En esta trama, la banda estudiada se reposicionó colaborando en actividades conjuntas conmemorando el pasado reciente.
La situación cobra un nuevo matiz con el gobierno que, mediante un discurso negacionista (que niega los crímenes de Estado y cuestiona a sus víctimas) y la promesa de achicar el Estado, se instala en 2023. Si bien, con anterioridad al cambio de gobierno los músicos de Los Caballeros de la Quema ya venían emitiendo opiniones negativas con respecto a representantes de LLA, sería interesante analizar en próximos trabajos el nuevo contexto de emergencia cultural y las expresiones de artistas que se posicionan desde la lucha, la disputa y la oposición al gobierno.
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