Comunicación de la ciencia: Investigamos y queremos contarlo. Estrategias y prácticas de comunicación de las ciencias

Autores/as

  • Juan Cruz Cortés

Resumen

El taller comenzó con la exposición de Paula Bergero, en la cual presentaba un Power Point sobre el que se apoyaría para brindar la charla. Su propuesta fue hacer un recorrido por los modelos de comunicación de la ciencia que tenemos y que funciones poseen, los cuales sirven para contar lo que hacemos dentro de un trabajo de investigación.

Haciendo un repaso histórico, expresó que en los tiempos pasados la ciencia estaba reservada a las elites. Esto representaba una concepción de la ciencia ya que la manera en que la ciencia se comunica no está aislada de cómo se entiende. Allí, la ciencia teórica se vinculaba exclusivamente con lo experimental.

Luego, en la posguerra, se comienza a salir de esos reductos y la ciencia se abre. Se preguntaban qué ocurría con la población, que sabía y que le importaba. Surge el interrogante sobre la relación entre la sociedad y la ciencia, que se aprende y cuáles son los grados de interés e información, llegando a la conclusión de que existía un bajo nivel de información y a su vez poco interés de la población.

A partir de eso, surge el primer modelo para contar la ciencia: el modelo de déficit. Este va a decir que la poca información y el escaso interés son un problema, tanto para las personas, como para los científicos y los estados, y hay que solucionarlo. Había un déficit en el conocimiento de la sociedad que remediarlo con más información. La imagen del científico estaba distorsionada ya que la sociedad lo pensaba como un varon de clase media, un poco despeinado, con poco compromiso, sin postura político e individualista, separado de todo contexto de producción. Por eso, la solución que se propone es la figura del divulgador.

Siguiendo la ruta que se ofrecía con el Power Point, Paula presentó un segundo modelo. Como consecuencia de los desencadenantes sociales, surge el enfoque etnográfico contextual. Con aportes de la sociología, este modelo se para al frente del modelo de déficit ya que dice que en realidad no es que falta información sino que si no le interesa a la sociedad no sirve. Para llegar a ese interés, lo que propone este enfoque es indagar qué es lo que piensan las comunidades, fortaleciendo el diálogo, reivindicando la historicidad y la localidad, y haciendo énfasis en las construcciones de sentido. Aquí, el foco en la comunicación ya no es el conocimiento a transmitir sino lo que le interesa o necesita el interlocutor. Ya no se habla de un público general sino que se le da protagonismo a la heterogeneidad de la sociedad.  

Luego de explicar estos modelos, Paula habló sobre las funciones que tiene la comunicación en la ciencia: función informativa, educativa, social, cultural, socioeconómica y epistemológica. El acto de comunicar la ciencia busca provocar una apropiación cultural de contenidos científicos y cuestiones relacionadas, procesos, teorías, resultados, instituciones y políticas. Entre quienes ofician el rol de comunicador podemos encontrar a los investigadores, a los periodistas y a comunicadores especializados en ciencia y tecnología.

A su vez, expone otras funciones que tiene la comunicación de la ciencia hacia el interior de los ámbitos académicos. La primera es la difusión de la ciencia, la cual implica un posicionamiento académico de personas/grupos/institutos. Podemos ver allí un mercado de oportunidades (ofrecimiento y búsqueda de becas, pasantías, colaboraciones). Otras funciones son facilitar la circulación de las investigaciones con prensa especializada o atraer inversiones privadas.

Para cerrar su presentación, Paula Bergero mostró una infografía de encuestas sobre el vínculo ciencia-sociedad, en donde se podía ver que piensa la sociedad sobre los científicos, como los consumen, la conformidad con los trabajos que se hacen en los espacios científicos, entre otros datos.

Posteriormente, abrió espacio para preguntas, en donde uno de los becarios presentes le consultó sobre un ejemplo en el que podamos ver la puesta en juego del segundo modelo, a lo que Paula contestó que el tema de las papeleras en Gualeguaychú y las investigaciones sobre esa temática representaban en gran parte el enfoque etnográfico contextual.

En la segunda parte del taller, Josefina Bolis también utilizó un Power Point para realizar su presentación. Propuso hacer un recorrido por algunos métodos comunicacionales que pueden servir para difundir investigaciones. Para comenzar, abre la charla contando algunas sensaciones que tienen los científicos a la hora de comunicar sus trabajos. Sugiere perder los miedos, animarse aunque se crea que no se sabe hacer o que no hay suficientes recursos. Propone revisar las experiencias que surgieron en pandemia y las enseñanzas que atravesar ese contexto nos dejó.

Para pensar en la difusión de los trabajos, Josefina plantea cuatro preguntas que deberían siempre ser el eje de la comunicación: ¿Qué queremos contar?, ¿Por qué queremos contarlo?, ¿Para quienes?, ¿Cómo lo contamos?

A partir de una imagen, expone que hay tres funciones sustantivas en la universidad: docencia, investigación y extensión, siendo esta última la más importante en la búsqueda de la democratización del saber, ya que va a buscar esos otros saberes para incluirlos en la universidad. Por eso, pensar en la comunicación de la ciencia está vinculado a la política de extensión.

Seguidamente, Josefina propuso ver una serie de productos de comunicación de la ciencia surgidos en los medios de la UNLP. Allí mostró varios productos audiovisuales (como la serie “LABOS”, “Científicas”, “Expertxs” y “Demoliendo Mitos”), en donde se podían ver los guiones que se habían llevado a cabo para la realización de estos productos, los objetivos que tenían y algunos cuestionarios que sirvieron como ejes para el desarrollo del contenido.

También exhibió algunos ejemplos de productos radiofónicos, como “Argentina Investiga” y libros como “Mlitancia, roscas, campañas y elecciones en el km 0” y “Ciencias y pandemia”.

 

Para finalizar su exposición, habló del arte como herramienta para compartir saberes y compartió algunas preguntas importantes: ¿Cómo generamos interés? ¿Cómo interpelamos? ¿Cómo humanizamos la ciencia?

Como cierre, se generó un espacio para dialogar entre las talleristas y los
becarios. Allí, una becaria expuso que piensa que hay una diversidad de miradas sobre la comunicación en cada facultad y que sería beneficioso encontrar matices y puntos en común desde los diversos ámbitos. En ese sentido, Josefina dijo que se debe simplificar y no complejizar a la hora de difundir. De esto surgieron algunos comentarios más, sobre la importancia de saber cómo comunicar.

Por último, Virginia Cáneva cerró el taller agradeciendo a todos los presentes, entre los que se encontraban 25 becarios.

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Publicado

2023-09-27

Cómo citar

Cortés, J. C. (2023). Comunicación de la ciencia: Investigamos y queremos contarlo. Estrategias y prácticas de comunicación de las ciencias . Investigación Joven, 10(3), 612–613. Recuperado a partir de https://revistas.unlp.edu.ar/InvJov/article/view/15375