La restauración de ecosistemas. Integración de los factores de presión ecológicos y socioeconómicos en los modelos conceptuales para una gestión adaptativa
Palabras clave:
Ecosistemas emergentes, manejo adaptativo, restauraciónResumen
La restauración de ecosistemas, lo mismo que cualquier gestión de los mismos, tiene un alto grado de incertidumbre, debido a la gran cantidad de procesos implicados que actúan con distintas escalas espacio-temporales. Por lo tanto, es necesario aplicar un método de manejo adaptativo, que permita reaccionar de forma efectiva y, así, poder avanzar de forma continuada en la comprensión de las condiciones que se van dando en el ecosistema, para conseguir una gestión que se vaya adaptando de forma flexible a cambios. Se pueden construir modelos conceptuales que sirvan de base para el desarrollo de un plan adaptativo. Este modelo debe incluir: una introducción de la dinámica y de los problemas del ecosistema; una descripción de los impulsores del cambio, de los factores de tensión y de los atributos; los efectos ecológicos, incluyendo la descripción de las principales relaciones ecológicas afectadas por los factores de tensión y la integración del hombre como un elemento más. Pero en muchos casos, se plantea la cuestión de hasta dónde debe llegar la restauración. ¿Hasta reproducir el ecosistema original? En muchos casos, o no hay datos de cómo era el ecosistema original o la transformación ha sido tan importante o es tan grande la resistencia de la población humana implicada, que es imposible su consecución. Por lo tanto, actualmente se habla más de ecosistemas “emergentes”, es decir, construir un ecosistema que mantenga una serie de procesos, funciones y elementos estructurales de alto valor intrínseco e utilitario, capaces de hacer frente a un entorno hostil. Para conseguirlo se precisa la actuación conjunta de los investigadores que informen sobre el funcionamiento del ecosistema, de los habitantes de la zona que acepten el cambio y de las distintas administraciones implicadas.