Nuestra historia
Hipertextos vio la luz en el comienzo del año 13, pero exactamente dos siglos después de la histórica asamblea constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Tal vez fuera ese aniversario el que le insufló algunas pretensiones fundantes. Lo cierto es que se propuso ciertas metas que juzgó vacantes o inusuales. En la esfera cognitiva y temática, por dar cuenta de las profundas transformaciones que las tecnologías digitales impelen actualmente sobre las relaciones de producción capitalista, con su correspondiente complejidad teórica y fascinante abanico interrogativo e interés, tanto en sus novedosas modalidades de explotación cuanto de potencial resistencia. En la esfera organizativa y de formación de investigadores e intelectuales críticos y comprometidos, a través de un colectivo heterogéneo que se fundó y sostuvo en una práctica de distribución del poder de decisión y de las responsabilidades funcionales que conllevó rotaciones diversas apreciables a simple vista en las variaciones del consejo editorial de cada número, a diferencia del prestigioso comité científico asesor que resulta estable y continuo. Ya en su fundación concibió que la rotación es el instituto tal vez más eficaz para erosionar el personalismo, el verticalismo, la reproducción de jerarquías y la burocratización, nada ajenos al ámbito académico y científico.
Fundada por las cátedras y equipo de investigación de la Universidad de Buenos Aires a cargo de Emilio Cafassi en los últimos 30 años, no sólo aplicó el espíritu inclusivo hacia los más jóvenes estimulando su autoconfianza y responsabilidad, sino intentando vincularse con otros colectivos académicos e inclusive instituciones, conscientes de que la UBA combina tanto su bien ganado prestigio y excelencia con dosis de indiferencia y morosidad por el reconocimiento de quienes la sostienen cotidianamente. Algo tan fácilmente advertible -entre otros síntomas- por la precarización laboral y el desfinanciamiento.
Pero esta etapa de Hipertextos la encuentra avanzando aún más en dos de estos propósitos someramente enunciados. Por un lado llevando la rotación a su máxima expresión -tal como contemplan los estatutos-. Por otro, integrando al e-TCS de la Universidad Maimónides como institución coeditora con la consecuente ampliación del consejo editorial. Esperamos que este último paso permita superar la asfixia presupuestaria tanto como renovar los entusiasmos, relibidinizar la búsqueda desinteresada del conocimiento como herramienta de transformación social y el placer por la lectura, la discusión y la escritura, sin las cuales, Hipertextos sería tan sólo un texto plano.