“Los dolores que quedan son las libertades que nos faltan”
Resumo
Este año se celebra en todo el País el centenario de uno de los hitos más importantes e influyentes de la historia de la educación superior Argentina, puesto que aún hoy los principios reformistas continúan vigentes y se integran a la discusión sobre la Universidad y su función social.
La frase citada corresponde al primer párrafo del Manifiesto Liminar, nombre dado a la proclama del movimiento de la Reforma Universitaria iniciada en la Universidad Nacional de Córdoba y publicado el 21 de junio de 1918. El mismo fue redactado por Deodoro Roca, abogado, dirigente universitario reformista, periodista y activista por los derechos humanos.
Los legados de la Reforma de 1918 incorporaron las conquistas sobre la autonomía universitaria, el cogobierno, el acceso por concursos docentes, las cátedras libres y su periodicidad, la gratuidad de la enseñanza y el acceso masivo a la Universidad. Asimismo se sumaron: la extensión universitaria, la vinculación de docencia e investigación, la inserción en la sociedad y rol de la Universidad, la solidaridad latinoamericana e internacional y la unidad obrero-estudiantil. Sin embargo, repasar la historia de esta gesta protagonizada por estudiantes y profesores universitarios, invita a reflexionar sobre ciertos acontecimientos previos para así comprender la historia de la Universidad Argentina. Es así que podemos destacar algunos puntos de inflexión.