Posición de los araucanos en un contexto asiático-europeo. II: metodología Howelliana

Autores/as

  • María A. Luis
  • Ana L. Lustig
  • Marina L. Sardi
  • Paola V. Ponce
  • Héctor M. Pucciarelli

Resumen

RESUMEN: Según el modelo clásico de poblamiento americano, los amerindios poseen un ancestro básico de tipo mongoloide, con diferenciaciones secundarias originadas por procesos microevolutivos locales. Toda comparación basada en distancias o en componentes funcionales, debería sostener entonces, la hipótesis: "las distribuciones amerindias se aproximan en mayor grado a las de las poblaciones asiáticas y en menor grado a las de las poblaciones europeas". Por componer los araucanos una población típicamente amerindia, debe esperarse que presenten mayor similitud morfológica con grupos asiáticos mongolizados y secundariamente, afinidades con grupos de extracción no mongoloide, dadas estas últimas por procesos evolutivos de adaptación convergente o mestizaje. El objeto del presente trabajo es corroborar el rechazo de dicha hipótesis (Pucciarelli et al.,1999), a través de un conjunto de nuevas comparaciones. Se procedió a medir 17 cráneos araucanos masculinos mediante 46 variables de las propuestas por Howells (1973) y compararlos con muestras de europeos (norse, zalavar, berg), asiáticos (chinos, japoneses, ainu, buriat, coreanos), filipinos y esquimales, cuyos datos fueron extraídos de los archivos proporcionados por Howells (1996). La estadística realizada consistió en análisis canónico, análisis discriminante, y "clusters" jerárquicos, mediante el programa Systat 7.0. Se halló que: (a)la elipse de distribución de los araucanos fue casi equidistante respecto de norse y sudjaponeses, siendo la distancia entre éstos menor que la de cada uno de ellos respecto de araucanos; (b)en el primer "cluster" con europeos, filipinos, sudjaponeses y ainu, los araucanos se separaron en un "subcluster" aislado y a la mayor distancia, le siguieron los ainu en un segundo "subcluster", mientras que los filipinos ocuparon un tercero, junto con europeos y japoneses; (c)en el segundo "cluster", los araucanos se agruparon en forma intermedia entre chinos, japoneses y coreanos por un lado y europeos orientales y occidentales por el otro, mientras que el grupo buriat se separó a la mayor distancia, agrupándose en otro "subcluster". Con estos resultados se confirma la existencia de una mayor proximidad de araucanos con europeos que la esperada por el modelo clásico de migración transberingea; que la proximidad de los araucanos respecto de europeos no obedece a un modelo de mestizaje asiático-europeo como el producido con los filipinos y que la distancia entre araucanos y japoneses detectada no es exagerada, por cuanto si se hubiera comparado contra un grupo siberiano como los buriats, la separación asiático-araucana hubiera sido todavía mayor. La mongolización asiática del cuaternario seguida de una miscegenación holocénico temprana con poblaciones del substrato paleoindio americano, junto con procesos adaptativos al nuevo ambiente de caza-recolección, es la dinámica que mejor explica la formación de la estructura craneofacial araucana actual. Se adopta por consecuencia la acción conjunta de los procesos descriptos por las hipótesis de mongolización-adaptación mongolización-miscegenación (Pucciarelli et al.,1999) para explicar la particular morfología craneofacial hallada en los araucanos de La Pampa. Rev. Arg. Antrop. Biol. 2(1): 187-200, 1999.

ABSTRACT: According to the classical American peopling model, the Amerindians -which include most of the extinct and extant American Indian populations- came to America from the North of Asia, passing through the Bering Strait and the Aleutian Islands. The Amerindians have, then, a basic Asian Mongoloid configuration with secondary differentiations caused by local microevolutionary processes. All comparisons based in distances and/or functional components should support the following hypothesis: "the Amerindian distributions should approach in a higher degree those of the Asian populations and in a lesser degree those of the European ones". Since the Araucanians are a typically Amerindian population, a greater morphologic similitude with Mongoloid Asian populations and secondary affinities with non-Mongoloid groups, caused by evolutionary processes of adaptation or miscegenation, are then expected. The object of the present study is to corroborate the rejection of the mentioned hypothesis (Pucciarelli et al., 1999). Seventeen male Araucanian skulls were measured according to 46 variables proposed by Howells (1973). They were compared with samples of Europeans (Norse, Zalavar, Berg), Asians (Chinese, Japanese, Korean, Ainu, Buriat), Philippines, and Eskimos. Data were drawn from Internet files (Howells,1996). The statistics employed consisted in canonical and discriminant analyses, and a hierarchical clustering. The Systat 7.0 package was employed. The results were the following: (a) the distribution ellipses of the Araucanians were almost equidistant with respect to both the Japanese and the Norse, the distance between the last two groups being lower than the distance of each of them with respect to the Araucanians; (b) in the first cluster, in which the Araucanians were compared with Nordics, Philippines, South Japanese, and Ainu, the first were separated in a single sub-cluster, while the Ainu were at the greatest distance in a second sub-cluster. The Philippines, Japanese and Nordics outlined a third sub-cluster, in which the first group was placed between the last two; (c) in the second cluster, the Araucanians were compared with Chinese, Japanese, Europeans, Buriats and Eskimos. While the last two groups remained separated from each other and from the remainders, the Araucanians joined the Chinese, Japanese, and Europeans. These results showed that the Araucanians are almost equidistant to the Chinese-Japanese and the Europeans, and that the Chinese behaved like the Japanese, the latter being, consequently, not a very specialized people in the Asian world. It was concluded that the Araucanians are more closely related to European than to Asian populations, that this proximity did not obey to a recent Asian-European mixing process, and that the Japanese are not a specialized branch of Mongoloids. The Asian Mongolism process of the Quaternary, the miscegenation of migrants through the Bering Strait with ancient American Paleoindians, and the microevolutionary processes to adapt migrants to hunter-gathering acted on the formation of the Amerindians. Consequently, the hypotheses of mongolization-adaptation and mongolization-miscegenation (Pucciarelli et al., 1999) can explain the formation of the modern Araucanians. Rev. Arg. Antrop. Biol. 2(1): 187-200, 1999.